Newsletter de Mauricio Llaver

Portezuelo y #MENDOFOLLOW / La «Newsletter Móvil» de Mauricio Llaver

Edición número 4 de “Aquí, allá y en todas partes”, una columna para “tiempos líquidos” (Zygmunt Bauman), mientras cambian todos los paradigmas a una velocidad inusitada.

7 de junio de 2020 (Día del Periodista…)

PORTEZUELO: TELÉFONO PARA VARIOS (Y PERDÓN POR EL AUTOBOMBO). Portezuelo del Viento parece que ahora está en riesgo, aunque habría que esperar un poco, porque el presidente de la Nación no sabía ni de qué río estaba hablando. Hay una reunión clave el 26 de junio y ahí tendremos más precisiones. Pero aquí aplica algo que (ver link al final de la nota), escribí hace sólo tres semanas: “Lo primero que deberíamos hacer es diferenciar a los mendocinos que trabajan para nosotros de los que trabajan para otros. Digo, nuestros legisladores nacionales, ¿legislan en función de los intereses de Mendoza o de su partido político? Sugiero analizarlo en abstracto, sin nombres, para que podamos hacernos una simple pregunta cada vez que aprueban o desaprueban algo: ¿Esto beneficia a los mendocinos o no? Las respuestas van a saltar solitas”. Bueno, ahora van a saltar nombres.

#FOLLOWMENDOZA. Después del Newsletter pasado, en el que hablaba de crear el “Mito Mendoza”, un lector me escribió: “El #MENDOEXIT es utópico, pero no tu planteo”. Y agregó un hashtag que me gustó: “#FOLLOWMENDOZA”. Es una posición que resume muy bien las cosas, porque no podemos hacer locuras pero a la vez tenemos que mostrar lo que somos capaces de liderar. Es un desafío que nos va a poner a prueba a todos los mendocinos: definir qué queremos ser, y después encontrar la forma de hacerlo sin causar daño (empezando por nosotros mismos). Es difícil, pero lo digo con todas las letras: por suerte podemos tener esa ilusión. Porque otros, ni siquiera eso.

HACE UN AÑO, ESTO NO SUCEDÍA. Hay algo detrás de esas ideas que me impresiona mucho, y es pensar que, hace sólo un año, nada de esto sucedía. Había orgullo de ser mendocinos, pero plantear posiciones extremas era inimaginable. Ahora no. Algo se quebró en los últimos meses, se rompieron ilusiones, el país optó por un imaginario político que la mayoría de los mendocinos no compartimos… Algo pasó. No sabría definirlo, pero está. Es un asunto muy delicado, pero no podemos ignorarlo. Se instaló en la mente de muchos mendocinos -algunos de ellos muy importantes e influyentes- y dicho proceso está entre nosotros. Y encima, Portezuelo. Tenemos que ser lo más autónomos y distintos que podamos. Pero tenemos que ir con cautela.

MENSAJES DE LECTORES (POR PRIVADO).

  • “Bien el punto de hacer algo distinto como marca y proyección de Mendoza. Pero hay que hacerlo con tino. Sin levantar demasiado la nariz. Sobre todo para no producir el resentimiento del gobierno reinante. Porque sin la Nación, hoy por hoy seguimos siendo inviables. ¿Y con cuál modelo iremos adelante? ¿Con la pujanza confrontativa de Cornejo o con el estilo más contemplativo y ‘educado’ de Rody? No es una pregunta menor”.
  • “Apoyo desde hace mucho esa idea de fortalecer la diferenciación de Mendoza con el resto, hasta fantaseo con la idea de ser independientes”.
  • “Gran punto para discutir el futuro. Es una motivación importante”.
  • “Está bueno eso (…) Aquí hay convivencia política, se reparten el poder radicales y peronistas, en alternancia. Tenemos todo para ser mejores. Me apena mucho este país”.
  • “Muy buen artículo, esperanzador y motivador a la vez”.
  • “Tenemos un acervo regionalista muy bueno y sin dudas superior en términos de políticas, cultura y filosofía al de los compatriotas del puerto de Buenos Aires y aledaños. Sin dudarlo Mendoza tiene marca propia y deberíamos explotarlo mucho más de lo que lo hacemos (…) Debemos hacer un esfuerzo aún mucho mayor por imponer esas ideas y valores morales que tenemos y darle carácter de brand, como a los vinos y al terruño, pero hacerlo extensivo a todos nuestros productos”.
  • “Mendoza es diferente… Hay que comunicarlo, nomás”.
  • “Comparto el concepto de que Mendoza es distinta y no desde ahora, desde hace mucho tiempo. La institucionalidad, la convivencia política, la cultura del trabajo, los valores locales, la clase media, el cuidado del lugar, el amor por la naturaleza, etc. Es algo que se nota desde hace mucho tiempo y lo valoran los que nos visitan, especialmente los porteños”.
  •  “Leí con detenimiento tu nota de ‘Construir el Mito” (…) No es que seamos superiores… pero los Mendocinos somos diferentes, tenemos una mirada distinta, y hay que creérsela. Es un momento refundacional”.
  • “Es necesario acercar estas distinciones, estas diferencias, a todos, para salir del enojo generalizado y que se pueda ver que otra manera de vivir y pensar, es posible”.

Como se verá, hay algo en el ambiente. Y vuelvo con la comparación: hace un año, nadie planteaba algo así.

EL DIARIO LOS ANDES Y LOS TIEMPOS LÍQUIDOS. Diario Los Andes va a cambiar su formato histórico de diario sábana por tabloide (tipo Clarín). Será el 28 de junio. Eso significa dos cosas: una, un ahorro de papel; y otra, un paso más, inexorable, hacia la supremacía definitiva de la comunicación digital en diarios. Es una muestra más de los “tiempos líquidos”, y una gran nostalgia anticipada para los lectores de décadas y para los periodistas formados en la vieja escuela. Yo estuve allí entre 1991 y 2006, y viví el cambio de blanco y negro a color, y después otras cuantas reformulaciones, en las cuales podíamos discutir durante semanas sobre un diseño o una tipografía. Un viento helado está arrasando con todo aquello y sólo nos queda adaptarnos al cambio de paradigma.

SENSACIÓN (Y PROTECCIÓN). Esta semana fui por primera vez en varios meses a una bodega. En la casilla de entrada, me desinfectaron las suelas de las zapatillas, me tomaron la temperatura (con un aparatito en la frente) y me rociaron alcohol en las manos. No sólo me sentí absolutamente seguro sino que se me ocurrió que, si eso continúa después de la pandemia, no me va a molestar para nada. No sabemos cómo será el mundo del futuro, pero uno se acostumbra a todo.

Y UN VINO, POR SUPUESTO. Philippe Caraguel tiene espumante en las venas. Es hijo de Paul Caraguel, Chef de Cave de Chandon durante 35 años, y durante su formación estudió y trabajó dos años en la región de la Champagne. Como director de Atamisque, creó su propio proyecto de espumantes, “Philippe Caraguel”, asociado con el propietario de empresa, Jean Etienne Beaune. El Philippe Caraguel Extra Brut Rosé está entre lo más francés que se hace en la Argentina, con una burbuja delicada y un aroma que, en mi experiencia, remiten a los espumantes de allá. Esa delicadeza no debe arruinarse con comidas muy picantes, porque el Rosé es extraordinario para las entradas, los bocadillos y platos sutiles, algunos postres y los atardeceres mendocinos. Si alguien quiere tomar un champagne francés, no hace falta que compre un importado a precios horrorosos con el dólar actual. Con sólo 600 pesos de los nuestros accede a una botella de esta gran creación mendocina. Se consigue en GoBar, Sol y Vino, Wine Up y La Casa del Vino.

Más notas de Mauricio Llaver sobre Mendoza: https://mendoza.puntoapunto.com.ar/mendoza-de-que-vamos-a-vivir/

Más notas de Mauricio Llaver sobre espumantes: https://mendoza.puntoapunto.com.ar/la-historia-del-champagne-por-suerte-atila-se-equivoco/

Escribe un comentarios