“La apropiación que hizo el kirchnerismo del Estado fue vergonzosa”, dispara Orestes Lucero, el flamante director de Radio Nacional Córdoba. “Lo hicieron utilizando la cosa pública en beneficio propio, para el partido”, agrega.
Dentro de esa “lógica K” que plantea Lucero, una de las características más salientes fue identificar a obras emblemáticas (y no tanto), inauguradas desde el 2003 hasta el año pasado con el nombre del fundador del movimiento: así, 1.300 espacios en todo el país llevan el nombre Néstor Kirchner (desde plazoletas y calles hasta mega obras como el Centro Cultural Kirchner que funciona en Buenos Aires).
Precisamente de esa manera se llamaba el Auditorio de Radio Nacional desde hacía unos tres años. “Inventaron la marca sin ninguna disposición escrita, sin un documento que le diera entidad. No era un centro cultural, no funcionaba como tal. Inclusive, llamé a Buenos Aires para saber si había una partida de fondos a tal fin y no había nada”, dice Lucero, quien no dudó en dar de baja a ese nombre: “Era sólo una figura retórica”, agrega.
“Esa marca representaba la cartelera del auditorio y de los eventos que se hacían allí, que estaban absolutamente sesgados por la elección de las muestras y presentaciones, a cargo de la directora anterior: era un espacio creado sólo para kirchneristas”, acota Lucero.
Desde hace unos días, el Auditorio se llama “Auditorio Radio Nacional”. “Esta es la radio de todos los contribuyentes, de toda la gente. Hoy está abierta a todo el mundo: no me importa de qué partido sean, ahora no hay identificación partidaria”, acota.