DESTACADA

Cuarenta años que duelen (con perdón) / Newsletter de Mauricio Llaver

A cuatro décadas de su victoria, el imaginario de Alfonsín no se ha cumplido: hoy se come menos, se cura menos y se educa menos (aunque no todos son responsables por igual de estas décadas decepcionantes) / Cornejo sale de gira con su libro sobre el federalismo: Mendoza pone bastante más de lo que saca y el país es un lastre para su internacionalización / Ballotage: ¿la UCR entra en etapa de realismo? / Ballotage II: un escenario de “Winner takes all” / Michelin se acerca un poco más a nosotros: ocho alojamientos top recomendados / Tuit de la semana: la sensibilidad artística y el erario público / Y un vino, por supuesto.

5 de noviembre 2023

CUARENTA AÑOS QUE DUELEN (CON PERDÓN). Estamos tan arrollados por la coyuntura y la incertidumbre que las celebraciones por los 40 años del regreso de la democracia fueron significativamente tibias, porque no hay mucho para festejar. Desde el triunfo de Alfonsín, es imposible aseverar que se cumplió con su imaginario de que “con la democracia se come, se cura y se educa” (yo me acuerdo de cómo me emocioné frente al televisor cuando escuché aquella frase por primera vez), y la proyección es que cada vez estaremos más lejos de aquello. La manera en que estamos llegando al ballotage del 19 de noviembre describe mejor que nada cómo aquel sueño se va esfumando, y mejor que seamos conscientes de eso, porque es lo que permitirá que nos sentemos en serio a arreglar el país. El único gran logro de estas décadas ha sido evitar que, con todas las crisis de estos años, a nadie se le hubiera ocurrido llamar a las fuerzas armadas para que solucionara los problemas. Eso es lo que permite decir hoy con toda libertad que, por estos tiempos, se come menos, se cura menos y se educa menos que cuando arrancó aquella ilusión. Aunque la esperanza siempre está, y es una obligación de todos trabajar sobre ella para impedir que el país se siga fracturando en lo político, lo económico y lo social. Perdón por la mala onda, pero es hora de que dejemos de engañarnos.

CUARENTA AÑOS QUE DUELEN (II). Es importante decir que no todos son responsables por igual en estas décadas decepcionantes. Algunos gobernaron peor que otros, otros robaron y mintieron en una escala indescriptible, y otros despilfarraron recursos con una liviandad criminal, mientras subvertían valores como el esfuerzo, el estudio o el trabajo. No hay que caer en el facilismo de adjetivar a todos por igual, pero que el país está peor, está peor. También los ciudadanos hemos implosionado en nuestro conformismo, con muchos que quedaron amarrados en su desesperación a un Estado que primero los empobreció y después los extorsiona con quitarles lo poco que les queda. Sería imposible hilar fino en la cadena de responsabilidades, pero no todos los que nos gobernaron fueron lo mismo. Aunque el resultado, insisto, nos haya dejado un país fracturado en el cual, a cuarenta años de aquella esperanza post dictadura, muchos incluso se cuestionen si vale la pena votar en el próximo ballotage.

CORNEJO LARGA SU GIRA NACIONAL. Alfredo Cornejo presentó esta semana un libro que firma junto al economista Alfredo Aciar, cuyo título exime de segundas explicaciones: “Gildokracia, federalismo y caos institucional argento”. Es una buena excusa para recorrer el país y, mientras habla de sus inequidades, ponerse a la cabeza política de la Liga de Gobernadores. Igual, los datos del estudio no se pueden discutir: Mendoza pone más de lo saca en la República Argentina; su gasto público consolidado (nación, provincia y municipios) es del 38% del PBG mendocino, y si fuéramos una unidad política independiente “tendríamos una inflación como la de Chile”. Cornejo y Aciar aclararon bien que modificar el sistema de coparticipación es imposible (requeriría del acuerdo de todas las provincias, y obvio que las que viven del resto no quieren cambiar nada), y alejaron cualquier pretensión de “MendoExit” (porque en una federación ninguna provincia se puede ir sola). Pero queda claro que, si no nos pesara el resto del país ni el desquicio de las políticas nacionales, nos iría bastante mejor.

INTERNACIONALIZAR, PERO CON UN LASTRE. Cornejo y Aciar también dejaron conceptos como que Mendoza no es la única provincia perjudicada, ya que la peor es Buenos Aires (“inviable”), seguida por Chubut y nosotros. Y, basándose en un hecho comprobable, sin nombrarlo le dio la razón a Milei en su postura de que hay que discutir la coparticipación federal, porque “hace cien años la coparticipación no existía: las provincias recaudaban sus impuestos y la Nación hacía lo mismo con los suyos”. Con esos datos, queda claro que Mendoza es una provincia con “potencialidad reprimida”, que da para mucho más. Se puede resumir todo en este párrafo de Cornejo: “Quiero internacionalizar Mendoza, pero el país nos tira para atrás. Nuestro ratio de deuda para tomar endeudamiento es muy bueno, nuestros bonos cotizan mejor que los soberanos y que los otros de Argentina, pero eso nunca entra en la deliberación pública. Eso habla muy bien de Mendoza afuera del país. Podríamos obtener deuda para emprender una gran obra pública, por ejemplo, pero estamos en un contexto de país que no podemos obviar”.

(OH OH…) Carlos Pagni, La Nación, sobre la UCR: “La intransigente prédica antikirchnerista de los últimos 15 años relativiza para muchos de sus votantes algunos rasgos intolerables de Milei. Por esa razón la negativa radical comienza a flexibilizarse en algunos distritos donde la conducción partidaria ha resuelto fiscalizar a favor del aliado de Macri. Es un dato relevante, porque esa tarea requiere un mínimo de coordinación con La Libertad Avanza. Colaboradores de Milei ya están en contacto con algunos importantes dirigentes radicales (…) A favor de esta flexibilidad operan los pronósticos. No está para nada asegurado que Massa tenga ganado el balotaje. Más allá de las encuestas, en algunas de las cuales, que él mismo consume, aparece perdiendo con Milei, influye la aritmética. Si el candidato de la ultraderecha sumara a su propio caudal los votos que Bullrich conquistó en las primarias, 17%, y el 40% de los votos que Juan Schiaretti cosechó en la general, 2,71%, el próximo 19 ganaría. Es obvio que las reglas matemáticas no rigen la política. Pero tienen una capacidad indicativa sobre las dificultades de Massa, que debe repetir la hazaña del 22 de octubre, esta vez agregando dos millones de votos a los que ya sacó”.

UN ESCENARIO DE WINNER TAKES ALL. A medida que se acerca el ballotage, empieza a percibirse con más claridad que la elección plantea un escenario que los estadounidenses llaman “Winner takes all”: el que gana se lleva todo. Por más que haya abstinencia, voto en blanco, voto anulado o lo que fuere, la noche del 19 de noviembre tendremos un nuevo presidente de la República, y se llamará Sergio Massa o Javier Milei. Punto. Ahí terminará la especulación sobre voto útil o de protesta, la defensa de unos valores o de otros y todo lo que se está discutiendo ahora. Y el que gane gobernará, tendrá la lapicera y decidirá infinidad de cosas, más allá de nuestras elucubraciones sobre a quién votaremos. La cuestión como ciudadanos es simple: votamos a algún candidato imperfecto o no optamos por ninguno y quedamos sujetos a lo que votaron los demás. Yo pienso votar, sencillamente porque me sentiría peor si no lo hiciera. Y soy consciente de que la elección es entre algo muy conocido -yo diría que demasiado- y entre algo desconocido. Esas son las opciones, y no hay mucho más que decir al respecto.

MICHELIN SE ACERCA. El 24 de noviembre la Guía Michelin anunciará sus calificaciones para restaurantes de Mendoza y Buenos Aires, y en el ambiente gastronómico local hay muchas esperanzas de que alguno consiga una estrella. Mientras tanto, en su sitio web, como para ir calentando motores, la Guía ya recomendó ocho alojamientos en nuestra provincia. Son Entre Cielos, Algodón Wine Estates (San Rafael), Susana Balbo Winemaker’s House & Spa Suites, The Vines Resort & Spa, Casa de Uco, Finca Adalgisa, Lares de Chacras y Auberge Du Vin. Es sólo un primer paso y ojalá en los próximos años el número crezca, pero por algo se empieza. Hace un par de décadas, prácticamente no existía ninguno de estos emprendimientos.

TUIT / “X” DE LA SEMANA. Usuario @econ_climb: “Me intriga la sensibilidad social de creer que en un país con más de la mitad de los chicos pobres tu vocación artística debe ser financiada con el erario público”.

Y UN VINO, POR SUPUESTO. En el mundo del vino suele haber muchas iniciativas llenas de cariño y pasión, y una de ellas es Homo Felix, de Patricio Eppinger. El Pato viene a Mendoza desde hace muchos años y pasó por varios proyectos vitivinícolas, hasta que decidió lanzarse con el propio. De allí sale el Homo Felix 2018 Blend, que tiene 70% de Malbec, 18% de Cabernet Franc y 12% de Cabernet Sauvignon, aunque lo más importante es que sea un vino muy sabroso. Para llegar a ese corte, el enólogo Bernardo Bossi Bonilla y el agrónomo Marcelo Canatella les sacaron buen jugo a uvas de Agrelo y Gualtallary, que terminaron en un vino refinado, muy agradable para tomar ahora y que seguirá evolucionando bien en los próximos años. Homo Felix significa Hombre Feliz, y ya desde su denominación denota una filosofía optimista. Y además tiene una etiqueta bonita, simpática, con un aire ingenuo, que redondea conceptualmente al proyecto. Si encuentran un Homo Felix por ahí, será cuestión de que lo prueben, y es probable que por ese rato sean felices.

Escribe un comentarios