12 de febrero 2023
EL ELEMENTO ORDENADOR. La rapidez con que Alfredo Cornejo decidió su candidatura a gobernador ha puesto en movimiento a toda la política mendocina. Cornejo es desde hace años la figura decisiva de la provincia y actúa como elemento ordenador de todo el sistema. Todos se referencian en función de él y toman sus decisiones con relación a lo que él determine. Si hubiera jugado en el orden nacional, se hubieran destapado las otras candidaturas a gobernador en su propio partido. Pero como se queda en la provincia, los demás se cuadran y orbitan alrededor de su decisión. Cuando un liderazgo es fuerte, sus movimientos impactan en la totalidad del sistema.
EL ELEMENTO ORDENADOR (II). La decisión de Cornejo también acelerará las decisiones de los demás. La primera incógnita es Omar de Marchi, quien tendrá que definir si sigue en Cambia Mendoza o si se pasa efectivamente a la oposición en nuestra provincia. Si no se queda en la coalición de gobierno, se especula con que podría aliarse con los peronistas no K, hartos de estar atados perdidosamente al kirchnerismo mendocino. En ese caso, habría un nuevo elemento en el sistema: la división del peronismo mendocino. Los votos que Cambia Mendoza podría perder por la salida de De Marchi, los compensaría en términos relativos con la división de la oposición. Todo depende de lo que haga De Marchi, que a su vez depende de lo que ya hizo Cornejo. Todo se reacomoda en función del mismo elemento.
EL ELEMENTO ORDENADOR (III). Martha Reale, le encuestadora que ha medido con más precisión los resultados de Mendoza desde hace varias elecciones, tuiteó lo siguiente el día que Cornejo confirmó su candidatura: “Si la tendencia que marcan las encuestas se consolida, Alfredo Cornejo podría ser el primer ex gobernador de Mendoza en lograr una reelección desde el retorno de la democracia”. Cornejo tiene un gran desafío por delante: convencer de que vuelve para sacar a Mendoza de sus atrasos y no para aburguesarse en el poder. Primero deberá ahuyentar la idea de que la elección está ganada, y encontrar argumentos para una movilización masiva hacia las urnas (en su favor, obvio). La forma de convencer es presentar un programa que profundice los cambios de su primer mandato, y que exprese sentimientos emergentes de los últimos años, como el impulso hacia una mayor autonomía de Mendoza (englobado en el imaginario del “Mendoexit”) y la percepción de animosidad del gobierno nacional, con el laudo adverso de Portezuelo, la discriminación en la coparticipación federal y la novedad de los derechos para los autopercibidos mapuches con raíces en tierras petroleras, que todos sabemos que vinieron desde Chile.
EL ELEMENTO ORDENADOR (IV). Cuando uno se pregunta por qué Cornejo se convirtió en el elemento ordenador de la política mendocina, se encuentran varias razones. Pero la principal fue justamente el orden que recuperó en su administración. En diciembre 2015 no se pagaban los sueldos estatales ni el aguinaldo, y los sindicatos manejaban la calle casi a su antojo (todos recordamos a Paco Pérez). Cornejo ordenó fiscalmente la provincia (a pesar de gobernar durante tres años en recesión), controló a los sindicatos, recuperó el espacio público, restituyó la autoridad a las fuerzas de seguridad y, a través del simbólico Ítem Aula y otras medidas, frenó la debacle de la educación y restableció el concepto de que la exigencia educativa es un instrumento de ascenso social. Hoy tiene nuevos desafíos, pero el núcleo de su imagen está ahí. Su desafío mayor es completar aquel ciclo, que ha sido continuado y no ha sido alterado en nada sustancial por Rody Suarez, a pesar de la circunstancia singular de la pandemia y de la ofensiva de los Fernández & Fernández contra Mendoza.
ESTO TODAVÍA NO SE NOTA, PERO… (Recordatorio: los problemas económicos de Macri comenzaron cuando en abril de 2018 se supo que la sequía había provocado pérdidas por US$ 8.000 millones). La Nación: “La estimación de cosecha de soja sufrió un nuevo recorte versus lo que se esperaba en enero pasado. Y tendrá el segundo peor registro en los últimos 15 años. Según informó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el volumen previsto se ubica en 34,5 millones de toneladas. Se trata de una merma de 14,5 millones de toneladas versus los 49 millones de toneladas que se aguardaban en diciembre último. Según fuentes del mercado, a valores de exportación esto representa una pérdida de unos US$ 9.000 millones”.
CRISTINA Y ALBERTO TE HACEN MILLONARIO. Hace un par de meses el dólar estaba en unos 300 pesos y ahora se ha estacionado entre los 370 y 380 (el viernes cerró a 377). Nosotros naturalizamos todo, como que la moneda se ha devaluado alrededor de un 25% y todos seguimos viviendo como si nada. Pero hay un dato notable en la nueva cifra, y es que cualquier argentino que posea 3.000 dólares -en un terrenito, en un autito, en lo que sea- ya es millonario en pesos. O que tomarse unas vacaciones cuesta más o menos un palo. Es bueno recordar que hace sólo tres años, cuando llegó este gobierno, el dólar valía 62 pesos. Y que el nuevo billete de más alta denominación va a valer unos 5,20 dólares de hoy (aunque hay que esperar a cuánto esté el dólar cuando aparezca el nuevo papelito). Cristina y Alberto nos han hecho millonarios a casi todos, y lo notable es que no hay nada que agradecerles.
Y UN VINO, POR SUPUESTO. Con creatividad puramente mendocina, los muchachos de Foster Lorca tuvieron hace poco una idea innovadora: apartaron 60 botellas de uno de sus vinos, las lacraron, las sumergieron en una jaula en el lago de Potrerillos, y las dejaron bajo el agua durante un año entero. Se trataba del Mauricio Lorca Gran Petit Verdot Finca Los Alterpes 2017, que se envasó el mismo día, y en las mismas condiciones, que otras 60 botellas que quedaron en estiba en la bodega, con la idea de comparar sus evoluciones. La aventura acuática fue muy interesante, ya que el vino estuvo sumergido a 17 metros de profundidad, sin impacto de la luz, y a una temperatura constante de 12 grados. La logística requirió del concurso de un buzo (Gonzalo Capelli, el propio gerente financiero de la bodega) y, por razones obvias de seguridad, del secreto máximo sobre el lugar del lago en que se encontraban las botellas. Esta semana Foster Lorca organizó una cata comparativa de los Gran Petit Verdot y el resultado es muy nítido: el vino sumergido ha evolucionado más rápidamente que el otro. Está más redondo y terminado, lo cual sólo significa que, en esta primera pequeña experiencia, y con este vino en particular, se nota un desarrollo más rápido (el vino que quedó en estiba, que estaba buenísimo, quizás tenga una guarda más larga). La experiencia es otra muestra de la combinación infinita de variables que puede encontrarse en un vino. Es interesante, divertida, y hasta un elemento más de marketing para una buena bodega: vinos mendocinos evolucionados bajo el agua de un lago. Que esa creatividad no se detenga.
