Es un estilo contemporáneo que se hizo popular de la mano de Larry Shultz, un profesor de San Francisco reconocido en el mundo del yoga y que además es líder de «On Tour», la mítica banda de Rock «Grateful dead».
Pero ¿por qué Rocket Yoga? Se llama así ya que fue lanzado por uno de los miembros de la banda que explicaba que, de la misma manera que un cohete, el rocket yoga «te lleva allí más rápido», es decir, permite alcanzar con más facilidad esos objetivos que querés concretar . Está diseñada para darte energía y vitalidad. Encuentra su base en el Ashtanga yoga, enfocado sobre la creación del Prana (energía) y el despertar del sistema nervioso a través de secuencias balanceadas, rápidas y fuertes.
Es un sistema de 6 series fijas que forma parte de una rutina semanal en donde todos los días se practica algo distinto.
Las clases son guiadas con los nombres sánscritos de las asanas, y consiste en un calentamiento que utiliza las poses de pie, luego sentado y terminando con la serie de cierre tradicional. Se hacen 172 poses en 75 minutos, pero desde ya que hay un nivel básico, otro intermedio y el avanzado.
De acuerdo al equilibrio que vas teniendo a medida que pasa el tiempo, vas a encontrar un nivel mas adecuado. A veces sucede que según nuestro estado emocional, nos sentimos mas cómodos en un nivel en donde se requiere menos esfuerzo y concentración para lograr las posturas.
Por eso los especialistas explican que como cada persona pasa por una situación distinta cada día, es completamente normal detenerse o avanzar de nivel e incluso mezclar las series entre sí. Y para quienes meditan, también se aconseja como una buena fusión para lograr una completa armonía y controlar la respiración.
Fuente: Revista OHLALÁ!
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