El mercado de las motos está teniendo un año para el olvido. En el pasado mes de junio se comercializaron 28.472 unidades en todo el país, un 19% menos que en mayo de este año y un 23% menos que en junio de 2015. Y si miramos el acumulado del año se percibe una caída del 7,5%. Un panorama no tan alentador. Sin embargo, desde IMSA Franco, la ensambladora y comercializadora de motos que comanda José Pepe Franco intentan mirar más allá de esta complicada coyuntura y avanzan hacia un escenario de mediano y largo plazo más prometedor.
La compañía acaba de sumar la representación para Córdoba de dos marcas internacionales, Suzuki, la reconocida firma japonesa y Bajaj, un gigante de la India propiedad de la familia del mismo nombre.
«Vamos a empezar con cuatro modelos distintos de cada una. Estamos acondicionando uno de nuestros salones para tener en exhibición unas 50 unidades y a la vez estamos remodelando nuestra cartelería externa para adecuarla a las nuevas marcas», contó Franco. Desde IMSA estiman que la fecha de presentación comercial de las nuevas marcas será el 6 de agosto con un evento para clientes y en donde se podrán probar las distintas motos.
En el caso de Bajaj, en una primera estapa se comercializarán unidades de la línea Rouser, de 135 cm3, 200 cm3 y 220 cm3. En el caso de Suzuki la idea también es contar con 4 modelos distintos con precios que van desde los $23.000 (es el caso de la exitosa AX100) hasta los $48.000. Esos modelos se suman a la veintena de modelos distintos que IMSA comercializa de la firma taiwanesa Kymco.
Banco y pista de pruebas
Junto a la novedad de estas nuevas marcas, IMSA suma otras perlitas. Por un lado, un banco de prueba situado hacia el final de la línea donde ensamblan las unidades de Kymco y que sirve a modo de simulador para conocer todos los datos del desempeño de la moto y certificar su situación antes de salir a la calle. La otra novedad es la incorporación de una pista de prueba, para que los clientes puedan sentir la moto antes de comprarla. «Esta es una novedad fuerte porque no hay en el país una circuito de prueba comercial. En un recorrido de unos 200 metros el cliente va a poder probar su moto y tener la experiencia de conducirla antes de comprarla», contó Franco.
La caída del poder adquisitivo y el frío, como fatal
«Este año va a ser malo, puede repuntar en los últimos meses pero no se va a compensar la caída. El Año que viene ya tenemos que notar una mejora», analiza Franco. En ese mal desempeño del año, a juzgar por Franco, se combinaron dos factores: «cayó mucho el poder de compra de la gente, eso se sintió. Y además tuvimos un invierno que empezó muy temprano y fue muy crudo. Este mercado no es tan estacional como antes, pero si hace el frío que estuvo haciendo a la gente le cuesta pensar en comprar una moto. Se combinó eso. Para facilitar las ventas ya estamos trabajando en esquemas de financiación y cuotas muy accesibles que vamos a comunicar en los próximos días», adelantó el empresario.