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El titular del gremio de trabajadores gastronómicos, Luis Barrionuevo, sostuvo este lunes que el Gobierno «necesita un apoyo» durante «no menos de dos años», y afirmó que tiene «muchas esperanzas» de que en la reunión de este miércoles entre sindicalistas y empresarios se logre acordar un bono de fin de año de «2 mil pesos para todos».

«Este gobierno necesita un apoyo, no dándole un tiempo eterno» pero sí «no menos de dos años para que puedan llegar los capitales», señaló Barrionuevo e insistió con que al gobierno nacional «hay que ayudarlo» porque «necesita un tiempo para acomodar el déficit», que atribuyó a la administración anterior.

«Yo creo que el gobierno ha dado lo que tiene», dijo Barrionuevo en declaraciones a radio La Red sobre el pago extraordinario de 1.000 pesos para jubilados y beneficiarios de la AUH anunciado por la Casa Rosada.

En tanto, respecto de la negociación entre gremios y empresarios que comenzará este miércoles para intentar acordar un bono de fin de año, el sindicalista evaluó que «la CGT está actuando muy bien» planteando «un bono de 2 mil pesos para todos», cifra que consideró «un piso muy importante».

Barrionuevo dijo tener «muchas esperanzas» de que las negociaciones lleguen a buen puerto pero puso el acento en el papel de los empresarios.

«Yo tengo muchas esperanzas, porque los empresarios deben hacer un ‘mea culpa’. Muchos de ellos han aplicado la inflación que hubo en el alza de los precios desde noviembre pasado en adelante y la inflación se comió el poder adquisitivo de los trabajadores», indicó.

El líder gastronómico hizo hincapié en que «tanto el presidente (Mauricio Macri) como la gobernadora (bonaerense María Eugenia Vidal) hicieron un llamamiento muy importante» a los empresarios durante el Coloquio de Idea de la semana pasada en Mar del Plata y «les hablaron desde el corazón».

«Espero que nos devuelvan el miércoles con el corazón y no con el bolsillo», ironizó Barrionuevo en referencia a la frase utilizada por el ex ministro de Economía de Raúl Alfonsín, Juan Carlos Pugliese, tras una reunión con ejecutivos de grandes compañías durante la hiperinflación de 1989.

Consultado sobre cuál será la reacción de la CGT en caso de que no se logre un acuerdo por el bono de fin de año, el sindicalista respondió: «No me quiero adelantar pero espero que no nos pongan en una situación a la que no queremos llegar, que es elaborar un plan de lucha».

En sentido, advirtió que «un paro es una medida de fuerza que trae aparejadas, si no tenés resultados, muchas otras medidas».

«Yo creo que se está conversando y creo que son los mensajes que está trayendo desde Roma» el Presidente, analizó positivamente Barrionuevo en alusión al encuentro que Macri mantuvo el sábado con el papa Francisco y que contribuirían a lograr un acuerdo entre los gremios y las cámaras fabriles. «El Gobierno necesita consenso; sólo con la política de los CEO no se puede sacar el país adelante», resumió.

Luis Barrionuevo, jefe de la CGT Azul y Blanca, adelantó que la negociación paritaria de este año podría llevarse adelante en dos tramos y advirtió al Gobierno por la protesta social.
«Las paritarias se tendrán que hacer en dos tramos», afirmó. Invitado al programa de Mirtha Legrand, al ser consultado sobre si ya tienen previsto medidas de fuerza, respondió desafiante: «¿Cuánto dura el Gobierno de Macri si nosotros salimos a la calle?».
«Nosotros ponemos en marcha el motor, pusimos primera, empezamos el diálogo», señaló respecto a la dura discusión salarial, que ya tuvo un primer round a partir de las declaraciones del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, sobre la expectativa inflacionaria de entre el 25% y el 25%, que fue interpretado como un intento de imponer un tope.
Barrionuevo fue parte de la reunión de la semana pasada entre los dirigentes de las centrales obreras con Mauricio Macri, donde el Presidente se comprometió a modificar el impuesto a las Ganancias.
«Estamos pensando en arreglar una paritaria por seis meses porque el Gobierno tiene esperanza en el segundo semestre», insistió el gremialista, respecto a la negociación salarial.
Barrionuevo señaló que el Ejecutivo estima que para la segunda parte del año la inflación vaya a ser más baja. «Este primer semestre se escapa, ellos tienen esperanza en el segundo, esto va a hacer que nosotros podamos negociar en dos tramos hasta que podamos salir», señaló.
El dirigente del sindicato gastronómico -además- reconoció que «el ajuste (de tarifas) fue tremendo, en particular por su impacto en el poder adquisitivo de los trabajadores.

(Télam) – El dirigente del sindicato de gastronómicos y titular de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, afirmó hoy que «hace tres años no hay ningún tipo de respuesta» por parte del gobierno nacional a sus reclamos, algo que no sucedió «ni en la época de los militares», con quienes, según el sindicalista, «había diálogo y se podía negociar».
En declaraciones al canal América, Barrionuevo criticó a Cristina Fernández de Kirchner por lo que definió como «falta de diálogo» con el sector del sindicalismo que él encabeza, que según él, no sucedía «ni en la época de los militares».
«En la época de los militares hacíamos paro, huelga, lucha, se conversaba, se negociaba, pero con este gobierno no tuvimos la posibilidad de ningún tipo de dialogo», aseguró.

«Este es un gobierno caprichoso, es el capricho que tiene la Presidenta, es su formación y su manera de ser, la conozco de cuando era senadora», polemizó el dirigente, y denunció que «acá hay un problema de muchos miles de millones que están debiendo, que tiene que ver con el impuesto a las Ganancias y con el dinero que le deben a las obras sociales».
Por otra parte, consultado sobre los cortes de accesos a la Capital Federal que impiden a muchos trabajadores desplazarse para llegar a los lugares donde cumplen sus tareas, Barrionuevo se justificó aduciendo que «un paro tiene muchos componentes: hay una izquierda que corta las rutas y los accesos, también está el transporte, y si el trabajador no tiene la movilidad tampoco va a trabajar por más que tenga voluntad».
Finalmente, dijo que espera «que este sea el último paro y que pueda haber diálogo», aunque reconoció que «no hay ningún tipo de conversación» entre su sector y el gobierno.

(DyN) – Los titulares de las CGT opositoras, Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, el jefe de la CTA autónoma, Pablo Micheli, y la Confederación Argentina del Transporte (CATT) ratificaron esta tarde el paro nacional convocado para mañana contra la Casa Rosada.
«El responsable de este paro es el Gobierno que no escucha a los trabajadores», enfatizó Moyano, al confirmar la medida de fuerza de 24 horas.

(DyN – Télam) – El jefe de la CTA crítica del Gobierno, Pablo Micheli, estimó que el paro del transporte contra la presión del Impuesto a las Ganancias propuesto para el 9 de junio puede pasarse para «el 10 o el 11» de ese mes, para que pueda contar, por cuestiones organizativas, con el respaldo de su central obrera y las CGT de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo.
«El 9 de junio es una fecha que tiró la CATT (Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte) pero, hasta ayer, a Moyano no le terminaba de cerrar porque tenía una actividad el 8 así que, probablemente, el paro puede ser el 10 o el 11», consideró Micheli.
El líder sindical insistió que, «por las conversaciones» que mantuvo «telefónicamente hasta anoche a última hora» con el jefe de la CGT Azopardo, «Moyano tenía algún problema para que el paro fuera el 9, entonces planteaba el 10 o el 11».
«Seguro que (la huelga) va a ser la segunda semana (de junio) y que va a haber un solo paro, no va a haber un paro de la CTA, de la CGT y otro de la CATT», resaltó Micheli en diálogo con radio La Red.
Por último, precisó que tiene prevista una reunión a realizarse «entre hoy y mañana con Barrionuevo, Moyano y los dirigentes de la CATT», en la que «se va a terminar de concretar la fecha».
En este contexto, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández dijo que «no» cree que «se llegue a una medida de fuerza», señalando que aspira a «la racionalidad de las partes».
El funcionario dijo que pretende «que podamos hablar sin ningún inconveniente, siempre ha sido gente razonable. Aspiro a que sigamos en el mismo camino de la razonabilidad para tratar de sacar estas cosas de la mejor manera. No me asustan los ruidos que pueda generar una paritaria, tomar medidas extremas a veces complica al resto de sociedad y hay que analizarlo con mucha prudencia».

(DyN) – La disputa entre las distintas vertientes sindicales y el Gobierno recrudeció con el reclamo del moyanismo de aumentos salariales por encima del 40 por ciento, porcentaje que había sido rechazado por funcionarios kirchneristas y la dirigencia industrial, al tiempo que el gastronómico Luis Barrionuevo no descartó que su gremio realice un paro, al igual que el anunciado por los metalúrgicos.
El secretario general del gremio de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid, reafirmó la postura de la mayoría de los sindicatos de reclamar aumentos salariales por encima del 40 por ciento.
«El año pasado (el aumento salarial) fue del 34 por ciento para nuestro gremio. No puedo sentarme a discutir por debajo de esa cifra, y además vamos a agregar el reclamo por Ganancias, que oscilaba entre los 8 y los 10 puntos», advirtió.
Por su parte, Barrionuevo amenazó con medidas de fuerza si su gremio no logra un aumento del 20 por ciento como adelanto de las paritarias de julio.
En referencia al paro de la UOM, Barrionuevo justificó la decisión de su par Antonio Caló, ya que «volvió a su congreso de Mar del Plata con las manos vacías» tras las negociaciones paritarias y en situaciones como esas un dirigente sindical «no tiene otro destino que pintarse la cara».
Los metalúrgicos resolvieron un paro de 36 horas, con fecha a determinar el martes 21, precisamente cuando se reanude el contacto con las cámaras empresarias en el Ministerio de Trabajo.
Por su parte, Schmid reclamó aumentos superiores al 40 por ciento, al día siguiente de que el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, dijera que no encontraba «fundamentación» para ese porcentaje.
«En los últimos tiempos estamos acostumbrados a mirar la realidad desde cristales distintos, por lo menos entre el sindicalismo y la visión de los propios funcionarios. Si el año pasado hubo una inflación que trepó por encima del 35 por ciento y este año no sabemos hasta dónde va a llegar la proyección, naturalmente no se puede asegurar que no ha habido deterioro del salario», sostuvo Schmid.
El gremialista aseguró que la inflación es «el punto central del reclamo» y advirtió que la combinación con el impacto del impuesto a las Ganancias «hace que se pierda y se distorsione el espíritu de la negociación». En declaraciones a radio FM Uno, Barrionuevo juzgó que «muchas organizaciones sindicales que han firmado a la baja (anteriores acuerdos salariales), fundamentalmente los que son adictos al Gobierno, los que van a aplaudir al Gobierno» se encuentran en la actualidad «con salarios magros porque se los comió la inflación».
«Caló lo aclara muy bien: no es un paro contra el Gobierno, contra Cristina (Kirchner), porque él jamás va a parar contra Cristina, pero en el reciente Congreso de Mar del Plata de la UOM los metalúrgicos están diciendo que están mal porque vienen con tres años de desfase (por la inflación) en el poder adquisitivo», advirtió.
Para Barrionuevo, Caló «podría haber dicho ‘quite de colaboración o una huelga de 24 horas’, pero debe ser tanta la calentura porque lo dejaron solo (desde la Casa Rosada) que el ‘tano’ dijo: ‘vamos por la 36 horas, si no me prenden fuego los delegados metalúrgicos de todo el país'».

(DyN) – El jefe de la CGT opositora, Hugo Moyano, sostuvo que la posibilidad de realizar un paro de actividades de 36 horas, en reclamo de la suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, «está más para el sí que para el no», aunque se mostró cauto a las definiciones que tomen al respecto el resto de las centrales sindicales.
Moyano se manifestó en estos términos ante una consulta de DyN y señaló sobre la propuesta del líder de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, que «primero» debe expresarse «la gente de la CTA» opositora, que conduce Pablo Micheli.
Además, Moyano rechazó a quienes «descaradamente» desde el gobierno nacional hablan del «salario mas alto de Latinoamérica» cuando «no dicen que la inflación» es «superior» al resto de los países de la región.
Durante una conferencia de prensa en la sede de Azopardo 802, Moyano criticó a los dirigentes sindicales con actitud de «servilismo» y que «están ahí aplaudiendo» en los actos en la Casa Rosada.
«Se habla descaradamente del salario mas alto de latinoamérica, es una verguenza que digan eso porque no dicen que la inflación nuestra es superior en Latinoamerica», remarcó Moyano.

(DyN) – El jefe de la CGT opositora, Hugo Moyano, aseguró que «no hay nada» que «indique» que haya habido una ruptura con la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo, y vaticinó que en 2015 «el movimiento obrero se va a unificar».
Moyano encabezaba un plenario de delegaciones regionales de la CGT y al ser consultado por DyN sobre si la ausencia de referentes del barrionuevismo significaba la «ruptura», el gremialista camionero aclaró que «no» porque «hasta ahora no hay nada que así lo indique».
Por otra parte, Moyano admitió que «siempre hay conversaciones» con gremialistas del oficialismo y remarcó: «No me cabe duda que en el 2015 el movimiento obrero se va a unificar».

(DyN) – El líder del gremio de los gastronómicos, Luis Barrionuevo, calificó al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, como «un pelotudo caro» que «sale todas las mañanas como el pajarito de Carlos Paz», y aseguró que el funcionario «dice estupideces» y «hace un papel lamentable».
De esta forma, el sindicalista le respondió al jefe de ministros, quien esta mañana afirmó que los gremios opositores «son instrumentos de los fondos buitre» y «están financiados y bancados» por los holdouts.
«Capitanich sale a decir que somos socios de los fondos buitre. ¿Los fondos buitre a dónde están? En Santa Cruz están», ironizó el líder de la CGT Azul y blanca, quien dijo que lo que está haciendo el jefe de ministros «es quemarse para toda la vida».
«La verdad que es un pelotudo caro. Éste es un asalariado caro que sale todas las mañanas como el pajarito de Carlos Paz. Qué estupideces puede decir. Adónde podemos ir a parar con éstos», se preguntó Barrionuevo, a días del paro impulsado por las centrales gremiales opositoras previsto para el jueves.
En su habitual conferencia de prensa de todas las mañanas en la Casa Rosada, Capitanich había manifestado que «queda claro que son instrumentos de los fondos buitre los sindicatos supuestamente opositores al Gobierno» y agregó que «la verdad que no son opositores al Gobierno, la verdad que están financiados y bancados por los fondos buitre».
El gastronómico también sostuvo que «este Gobierno está haciendo emparches en todas las áreas» y añadió que los funcionarios kirchneristas «están viendo cómo rapiñan» porque «saben que tienen el boleto picado y se van».
Además, Barrionuevo afirmó que «éste es un Gobierno sin rumbo, que no tiene destino» y remarcó que la presidenta Cristina Fernández tiene que hacer «el esfuerzo de convocar a quien tenga que convocar que la pueda ayudar a terminar el gobierno».
Al respecto, agregó que hay que ver que el kirchnerismo pueda «terminar el gobierno en paz y sin líos» y aseguró que el sector gremial opositor «no quiere hacer más lío, pero no te dejan más alternativa» porque «no te dan bola».
En cuanto a las demandas del sector sindical para que se reabran las paritarias y se aumente el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, el gremialista señaló que «cualquier Gobierno reaccionaría distinto, haciendo una convocatoria al mundo del trabajo y fundamentalmente al empresariado también».
«Nosotros no queremos hacer más lío», sostuvo Barrionuevo en declaraciones a radio Mitre y añadió que el sector gremial opositor está «para ayudar, para acompañar no para joder».
En este sentido, aseveró que los sindicalistas tienen experiencia y saben que «cuando hay que esperar, hay que esperar», pero se discutieron «paritarias y el Gobierno no lleva la plata» por lo que «no queda otra opción que el paro».
En tanto, Barrionuevo se quejó porque el Gobierno citó a los gremios afines al kirchnerismo para escuchar sus demandas y la Presidenta pasó a saludar a los sindicalistas «y dijo que en contrapartida del paro, el 28 y 29 (de agosto) van a citar al Consejo del Salario» Mínimo, Vital y Móvil.
Sobre la posibilidad de que la Unión Tranviarios Automotor (UTA) se sume al paro de 24 horas previsto para el próximo jueves, Barrionuevo se limitó a responder «va a estar todo bien».

El día después del discurso de Cristina Fernández en el que disparó contra todos generó numerosas repercusiones en el arco político del país. El dato principal fue que la Presidenta logró de algún modo unir a todo el gremialismo que desde hace tiempo se encuentra dividido para defender al líder de la CGT oficial, Antonio Caló, a quien Cristina acusó de mentir cuando dice que hay gente que se muere de hambre.
Por caso, Caló logró hasta el respaldo del jefe de la CGT opositora, Hugo Moyano, con quien se encuentra enfrentado desde hace dos años. Para el camionero, “es inaceptable y lamentable» el reto público a Caló y consideró que el mensaje «es para todos» los sindicalistas para «frenar que reclamen de acuerdo a la inflación».
En ese sentido, Moyano adelantó que se reunirá con el secretario General de la CTA opositora, Pablo Micheli, para analizar «el ataque» de la jefa de Estado al sindicalismo, actitud que, aseguró, responde a la búsqueda de un «chivo expiatorio» por parte del gobierno para «argumentar su fracaso». «A lo mejor está buscando la forma de provocar algo como para justificar a lo mejor su salida, o justificar la responsabilidad de otro cuando la responsabilidad es de ellos», sostuvo Moyano.
En la misma línea se pronunció el jefe de la CGT Azul y Blanca, el gastronómico Luis Barrionuevo, quien dijo haber sentido «pena y lástima» por lo sucedido. “La receta del Gobierno es atacar a los demás y no mirar que las grandes responsabilidades son de los que manejan la economía de la Argentina, que es ella, la jefa (de Estado), la responsable», sostuvo.
También se plegó a las críticas el secretario general de la CTA oficialista, Hugo Yasky, al señalar que el metalúrgico Caló «expresó la situación de los trabajadores» y aseguró que se siente más cerca de su colega sindicalista que de la jefa de Estado. «Creo que Caló, que es un buen dirigente sindical, expresó la situación de los trabajadores y no de todos, porque esa podría haber sido en todo caso la observación», consideró Yasky, aunque aclaró que él «no hubiese empleado la frase» del metalúrgico que generó el malestar presidencial.
Esta mañana, Yasky defendió al metalúrgico al considerar que sus dichos responden a la «tarea que tiene el dirigente sindical. La presidenta lo tiene que entender así» y, al ser consultado si estaba más cerca de la postura de Caló que de la mandataria, dijo que «por supuesto» optaba por el sindicalista.
A estos hay que sumar al secretario general de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), Gerardo Martínez –aliado al Gobierno–, quien si bien minimizó el reto presidencial a Caló advirtió, en nombre de los sindicatos, que “a nosotros nos gusta la previsibilidad y la estabilidad” ante el «flagelo» de la inflación.
“Es bueno que seamos vehementes y que nos digamos sin anestesia”, ponderó el sindicalista, quien exhortó a “luchar contra ese flagelo que es la inflación, que es un impuesto a la pobreza” al considerar que “buscar la estabilidad económica es fundamental”. Pero alertó que “estos nubarrones que se dan hoy en la Argentina no son de afuera, son de cabotaje, y por eso son más fáciles de resolver” y sentenció: “A nosotros nos gusta la previsibilidad y la estabilidad económica”.