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Billetes

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El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, aseguró que la nueva serie de billetes con imágenes de la fauna argentina representan «la vida, el federalismo, la alegría y la unidad» de los ciudadanos.

«Aquí, en este billete de $ 200, vemos una celebración de la vida, porque los billetes del Siglo XX tenían a próceres muertos. Ahora se representa un ser viviente que invita a pensar en el futuro y no en el pasado», dijo.

Sturzenegger presentó el nuevo billete de $ 200 con la imagen de una ballena franca austral en un acto en el Ecocentro Mar Patagonia, ubicado en Puerto Madryn, junto al gobernador chubutense Mario Das Neves.

La serie se completará con el billete de $ 20, que tendrá la imagen de un guanaco; el $ 50 mostrará un cóndor; el de $ 100 tendrá a la taruca; y el de $ 1.000 llevará la imagen del hornero; además del $ 500 que tiene al yaguareté.

«Nuestra visión es que la mejor Argentina es la que está por venir, no la que ya conocimos», dijo el banquero al explicar por qué la autoridad monetaria tomó la decisión de impulsar billetes con la imagen de animales.

Según dijo, las nuevas imágenes de los billetes también buscan evitar la «solemnidad» para mostrar «más la alegría y la espontaneidad» y destacar el federalismo, porque se sale del país con un Buenos Aires céntrico y se pisa fuerte en todo el país.

«Tenemos entonces las ideas de la vida, el futuro, el federalismo, la alegría, la ecología sustentable y el encuentro de los argentinos, porque los animales de cada región dan una representación en la que todos los argentinos se sientan parte sin ningún tipo de posible resquicio», expresó Sturzenegger.

Las medidas de seguridad del billete de $200

• En su anverso, lleva una marca de agua, reproduce el retrato de la ballena franca austral y presenta, centrada en la parte inferior, la denominación «200».

• Tiene un hilo de seguridad, banda verde incorporada al papel en la que se perciben segmentos con la sigla BCRA con efecto dinámico; y al trasluz se distingue el valor «$200», también visibles bajo la luz ultravioleta.

• Tiene fibras de seguridad invisibles, visibles bajo luz ultravioleta en los colores rojo, azul y amarillo.

• En el frente-dorso tiene un motivo parcial de la cola de la ballena, ubicado a la izquierda de la marca de agua, se completa por transparencia con el del reverso.

• Cuenta con tinta de variabilidad óptica: la leyenda «200 Doscientos Pesos» ubicada a la derecha de la marca de agua, cambia de color del dorado al verde al inclinar el billete.

• Identificación para personas con capacidades visuales reducidas: código ubicado bajo la silueta del animal, y el valor en número romano «CC» en el ángulo superior izquierdo.

• Impresión calcográfica: la ballena, algas, textos, valores en números, silueta del animal, «CC» y el código para personas con capacidades visuales reducidas, presentan relieve perceptible al tacto. Además, los motivos impresos en color granate presentan luminiscencia amarillo verdosa a la luz ultravioleta.

• Imagen latente: dentro de la silueta de la ballena, las iniciales RA pueden apreciarse cuando se observa el billete con luz rasante.

• Microletra: «$200BCRA?» en la base de la silueta de la ballena; y «BCRA» dentro del valor «200» ubicado en el ángulo inferior derecho.

• En el reverso, cuenta con numeración vertical y sobre el margen izquierdo en color rojo, con luminosidad roja a la luz ultravioleta.

• Numeración horizontal: en el ángulo superior derecho en tinta negra, con dígitos de tamaño variable, con viro al amarillo a la luz ultravioleta.

En cuanto al diseño, de manera vertical se reproduce la imagen de la ballena franca austral con las algas, con el texto «Ballena Franca Austral, Monumento Natural Nacional», y sobre la derecha se lee «Banco Central de la República Argentina».

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(Télam).- El gobierno nacional emitió una Letra del Tesoro (Lete) por $300 millones, a 182 días de plazo y con vencimiento al 17 de abril próximo, que será suscripta de forma directa por el Fondo Fiduciario del Sistema de Infraestructura del Transporte (Ffsit).

Así lo estableció Resolución Conjunta 19 – E/2016 de las Secretarías de Hacienda y Finanzas, publicada este lunes en el Boletín Oficial.

La Lete devengará intereses a la tasa Badlar de los bancos públicos, actualmente en 21,96% anual, que se determinará como el promedio aritmético simple de la tasa de interés para depósitos a plazo fijo de 30 a 35 días de más de $1 millón.

El Ffsit fue creado en 2001 para fomentar la inversión en infraestructura del transporte, pero desde hace varios años es utilizado para compensar a los concesionarios viales y a las empresas por el congelamiento de las tarifas.

Uno de los factores por los cuales Cristina Kirchner se negaba a imprimir un billete de mayor denominación no era sólo por no querer reconocer la inflación, sino porque tener un billete máximo de $ 100 fomentaba el consumo.
Es un factor psicológico dentro de la población: medido en dólares, equivale a apenas u$s 7. Se gasta sin problemas, como si fuera un pago con tarjeta, donde no se siente el dolor de sacar la plata del bolsillo. Ahora, un billete de $ 1000, como el que entrará en circulación el año que viene, restringe el consumo, porque nadie quiere sacárselo de encima. Basta un ejemplo: la mitad de los asalariados gana menos de $ 6500. O sea, recibirán seis billetes de $ 1000 y uno de $ 500. Les costará mucho desprenderse de ellos.
En rigor, el billete de $ 200 ya había sido diseñado por el gobierno anterior con el rostro de Hipólito Yrigoyen y el de $ 500 con el de Juan Domingo Perón. Pero el macrismo optó por imágenes de animales autóctonos porque, a su entender, representan mejor un punto de encuentro entre los argentinos que los próceres.
En tanto, Federico Sturzenegger había propuesto en abril pasado eliminar el billete de $ 100 para fomentar una mayor bancarización y reducir la economía informal.
«Si Kenya ha logrado que gran parte de las transacciones de pago se hagan por celular, ¿por qué no podría hacerse en la Argentina? Un país que mira hacia adelante llamaría a Apple para desarrollar sus versiones de dinero electrónico en nuestro territorio, y expandiría el uso de la SUBE como medio de pago generalizado», había dicho el actual presidente del Central en la nota escrita hace menos de un año en el diario La Nación.
Un ejemplo en este sentido es lo que viene haciendo Uruguay con los alquileres: hay que registrar el contrato y el pago lo tiene que hacer el inquilino por vía electrónica. En caso de que no se haga así, pierde el derecho al desalojo en caso de incumplimiento de pago. En Argentina, todos tendrían miedo de los ocupas e inmediatamente registrarían los contratos.
¿El billerte de $ 1000 se cotizará más, al ocupar menos espacio físico? Así sucede con el de 500 euros. En el euro blue el precio de compra es $ 14,80, pero si se tiene un billete de 500 lo pagan
$ 15,20, o sea $ 0,40 más. Se dice que cuando se los demanda hay una coima dando vueltas, porque se quiere ‘achicar el bulto’.
«Hay clientes que llevan billetes de 500 euros a Paraguay, porque esa frontera es como un mini Hong Kong para los comerciantes y contrabandistas. Desde ahí, vía una financiera, lo giran a Brasil. Si tenés que llevarlos desde Argentina, es 5 a 1 contra billetes de dólar: eso hace la diferencia en los pasos fronterizos y los bultos», dicen.
Fuente: El Cronista

Según los últimos datos brindados por el Banco Central, actualizados al pasado 3 de julio, la Base Monetaria alcanzó un monto récord de $510.594 millones, con un aumento de 10,4% desde el cierre de 2014, cuando llegó a 462.564 millones de pesos.
En la Base Monetaria se suman la circulación monetaria (billetes y monedas en poder del público y efectivo en entidades financieras) y depósitos de los bancos en cuenta corriente en pesos en el BCRA. Esta emisión de moneda se traduce en su mayor proporción en giros al Tesoro nacional por distintos conceptos, que permiten al Gobierno afrontar parte del cuantioso déficit fiscal. Este financiamiento se complementa con deuda emitida por el propio Tesoro y aportes del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSeS.
La cantidad de pesos en manos del público no aumentó a un ritmo mayor por la intensa tarea de absorción de liquidez de pesos excedentes en la economía a través de las Letras y Notas que emite el Banco Central (LEBAC y NOBAC). El incremento de los pesos en la economía se mantiene aún en un nivel semejante al de la inflación: según datos preliminares de la consultora Elypsis, la inflación en el primer semestre del año acumuló un incremento de 10,9%, con un promedio de 1,7% mensual.
En una comparación interanual, el incremento de la Base Monetaria asciende a 29,8%, desde los $393.233 millones del 3 de julio de 2014, frente a una inflación acumulada en doce meses entre 27 y 29 por ciento, según los relevamientos de consultoras y entes estadísticos provinciales.
Si bien el aumento de la Base Monetaria a la par de la inflación evita una espiralización de precios, pone a la vez un piso muy alto y difícil de quebrar para el encarecimiento de bienes y servicios que hace ineficaces los esfuerzos oficiales como el del programa «Precios Cuidados».
La masa de billetes aumenta su tamaño en comparación al PBI si se toma en cuenta el estancamiento de la actividad económica y el ritmo de suba del dólar, de apenas 6,6% desde que comenzó 2015. Con un dólar oficial a $9,1175 en el mercado mayorista, la Base Monetaria representa unos u$s56.000 millones, aproximadamente un 10,8% del PBI, estimado en 517.500 millones de dólares al cierre de 2014. Al 30 de diciembre del año pasado significaba el equivalente a u$s54.069 millones, un 10,4% del PBI.
Hay 15 pesos por cada dólar en las reservas
En el transcurso de 2015 las reservas internacionales del Banco Central aumentan un 7,7%, desde los u$su$s31.443 millones con que concluyeron diciembre del año pasado a los u$s33.849 millones consolidados al pasado 3 de julio. Por ese motivo, de la relación entre reservas y Base Monetaria resulta un tipo de cambio implícito de 15,08 pesos por cada dólar.
Dos iniciativas encaradas por el Banco Central contribuyen a que esta relación teórica o de «convertibilidad» entre pesos emitidos y dólares en reservas no sea explosiva este año. La primera es el aumento de activos internacionales en las arcas de la entidad emisora a través de los distintos tramos del «swap» con el Banco Central de China, que desde octubre pasado representaron ingresos por al menos u$s4.800 millones equivalentes en yuanes.
La otra iniciativa, que contribuye a evitar una inflación aún más elevada que la de 2014, es la absorción de pesos con la colocación de deuda cuasifiscal (LEBAC y NOBAC), con tasas de interés cercanas al 30%, cuyos vencimientos recaerán en 2016, con el nuevo Gobierno. En 2015, el BCRA emitió títulos por $88.212 millones, con un incremento de 31% en el primer semestre del año, para totalizar al 30 de junio 370.347 millones de pesos (7,8% del PBI al tipo de cambio oficial).

Banqueros y empleados reclamaron formalmente la emisión de un billete de mayor valor al de 100 pesos. En una carta conjunta, los firmantes aseguraron que la gran cantidad de papel moneda circulante ocasiona severos problemas logísticos y de seguridad. Juan Curutchet, vicepresidente del Banco Ciudad, aseguró este jueves que es necesario que se impriman billetes de $ 200, $ 500 y hasta $ 1000 para solucionar los problemas que genera el exceso de billetes de 100 en las billeteras.
«Yo pago autónomos, me sale $ 2600 por mes. En la cuenta de la clase media, está el club, el colegio, algún servicio ¿cuántas cosas pagás y están arriba de los $ 1000? Te revienta la billetera», justificó Curutchet en Radio La Red.
El especialista develó que la mayoría de las entidades decidieron cambiar la forma en que reponen dinero en los cajeros automáticos para que no haya inconvenientes. Antes los equipos tenían varias bandejas con billetes de distinta denominación. En la actualidad, para evitar faltantes, los banqueros colocan sólo papeles de 100 pesos.
Es la primera vez que el sector financiero realiza un requerimiento formal para que se confeccione un billete mayor al de 100 pesos. Los firmantes fueron las cámaras que representan a la banca privada: Adeba (capital nacional),ABA (extranjeros), y ABE (banca especializada). Como era previsible, se abstuvieron las instituciones públicas nucleadas en Abappra y que están integradas por el Banco Nación o Provincia, cuyos directores están alineados políticamente.
A través de la carta, los bancos señalaron que, por su excesiva cantidad, el traslado de los billetes cada vez resulta más problemático y riesgoso ante la necesidad de usar bolsos o cajas con billetes. Es que son alarmantes los hechos de inseguridad relacionados con el movimiento del manejo del dinero.
También hay dificultades en materia logística. La cantidad de dinero en los cajeros automáticos y terminales de autoservicio es siempre la misma. Sin embargo, los clientes en general necesitan más billetes a raíz de la inflación. Estos inconvenientes se agravarán cuando se otorguen los aumentos salariales del año y se incremente la demanda de billetes. Así, las máquinas se quedarán sin dinero mucho más rápido.
Hasta ahora, el gobierno nacional y el Banco Central resistió todo intento por lanzar un billete de mayor denominación, pese a los reclamos sottovoce de las entidades. Es que semejante decisión sería una forma de reconocer y «admitir» la creciente inflación del segundo gobierno de Cristina Kirchner.
 

De la mano de la inflación, las ventas de las máquinas que cuentan los “papeles de colores” se dispararon desde un 50% al 300% en los últimos años. Las contadoras dejaron de ser de uso exclusivo de bancos, financieras y casinos y llegaron a los pequeños comercios de barrio, incluidos los kioscos, retrata Fortuna.
Después de tantos años de expansión monetaria e inflación alta, según el último informe de circulación de billetes del Banco Central, hoy hay 4.748 millones de billetes de los cuales el 66% corresponden a los de mayor denominación, los de cien pesos.
“Hoy el dueño del kiosco termina el día y no quiere pasarse una hora contando billetes”, resumió sobre el boom de demanda de las máquinas contadoras Víctor Rosas, gerente de ventas de Galantz, una de las empresas que distribuye estas máquinas. “Dejaron de ser artículos para pocos. Hay en todos los sectores”, explicó.
A los tradicionales compradores como bancos, casinos y casas de cambio se sumaron así mayoristas de alimentos, supermercados, comercios de venta de bebidas y pymes en general, pero también kioscos. Los locales de pago de servicios y escribanos también compraron más máquinas en los últimos meses. “Y todo esto se da mucho más en el interior del país porque están menos bancarizados”, explica Rosas.
“La demanda de contadoras en los últimos dos años creció más del 300%”, señaló Hernán Charask, del área de ventas de Dasa Metalúrgica, otra de las distribuidoras que trabaja con máquinas chinas. El motivo no se lo atribuye sólo “al incremento del flujo de billetes” sino que también lo explica por los precios de sus equipos, que van de $ 1.500 a $ 3.500 más IVA.

“A los clientes que estén por realizar la operación para compra-venta de moneda extranjera les avisamos que no tenemos más billetes para entregar. Les pedimos disculpas”. La frase se repitió durante la mañana del viernes en varias sucursales cordobesas de bancos privados.
El motivo es que desde el martes, las sucursales locales experimentan un boom de operaciones autorizadas por AFIP para la extracción de dólares (dólar ahorro), billetes que se consiguen para la extracción si uno paga el 20% sobre el valor del dólar oficial.
Cabe aclarar que aquellos clientes de entidades bancarias que se vieron perjudicados por la no entrega de dólares (billetes físicos), sí pudieron completar la operación autorizada por AFIP, pero deben depositar el saldo autorizado en su cuenta, “y pasar a retirar los billetes la próxima semana por caja, no por cajero”, aclararon los empleados.
“En las últimas cuatro jornadas, el 70% de las operaciones que hacemos en caja son para cerrar las operaciones de dólar ahorro. No creo que aguante mucho más”, confesó un cajero.