Alto volumen de tráfico y compradores cada vez más informados son algunas de las variables que se encuentran en esta fecha. Algunas recomendaciones para que los sitios e-commerce no colapsen y que las marcas puedan ofrecer una experiencia de compra satisfactoria.
La quinta edición del Cyber Monday tendrá lugar el 31 de octubre y el 1 de noviembre. En este evento participan más de 240 empresas nucleadas por la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE). En estos días muchas marcas o empresas venden en un día lo que venderían en un mes o más. Por eso es importante que sus plataformas de venta online no colapsen con el alto tráfico repentino, lo cual suele suceder en la mayoría de los casos, con la consiguiente pérdida de ventas y nuevos clientes, y la mala reputación de la marca afectada en la prensa y en las redes sociales.
Los sitios de e-commerce pueden colapsar porque están preparados para recibir un tráfico regular, que en estas fechas puede resultar 20 o 30 veces mayor. De todos modos, consultoras como Snoop brindan ciertos servicios y herramientas para evitar la caída. Por ejemplo, el stress testing, que consiste en “diferentes técnicas para simular la carga de tráfico en los servidores y tiendas virtuales. Permite testear qué pasa si se incrementa la cantidad de usuarios al mismo tiempo y evaluar qué está fallando para prever problemas y poder solucionarlos “, explica Federico Aon, Director de Comercio e Industria de Snoop Consulting.
Eventos como el Cyber Monday se volvieron habituales en nuestro país, así que es esperable que los comercios planifiquen su infraestructura para no tener problemas. Una de las soluciones puede ser “montar el sitio de e-commerce en sitios que ya operan en la nube y que están preparados para ese volumen de tráfico. Los sitios se alojan sobre plataformas que pueden escalar y soportar ese pico de clientes.”
Para Aon, si llegara a caerse un sitio durante el Cyber Monday “es comparable a la destrucción de una tienda física: no se le puede vender a nadie, ni siquiera a los que solías venderle. Si un comercio decide participar, tiene que aceptar las reglas de juego. Hoy el comprador es muy exigente. Va a esperar de un negocio que vende gomitas para el pelo el mismo servicio que le puede dar Amazon. No hace esas distinciones, ambos tienen que funcionar bien.”