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El Instituto de Estadísticas del Defensor del Pueblo (INEDEP) de Córdoba difundió su relevamiento mensual de precios que arrojó una caída del 0,98% en los productos que componen la canasta básica alimentaria.
De este modo, la inflación interanual sería de sólo 15,53%, siempre según el informe del organismo que preside Mario Decara.
Esta sorprendente deflación se produjo, de acuerdo a la medición, producto principalmente de la fuerte caída de los rubros “lácteos” (-3,34%) y “frutas y verduras” (-9,55%), ambos afectados por variaciones estacionales. También se redujeron los precios de “harinas y legumbres” (-1,44%). Estas caídas hicieron que se notaran menos los aumentos en “carnes” (0,90%) y “otros” (1,29%).
Concretamente, el INEDEP asegura que un “individuo referente”, que consiste técnicamente en un adulto masculino de entre 30 y 59 años, necesitó $ 1.051 en junio para comprar una canasta básica alimentaria y $ 2.381 cuando se suman ítems de la Canasta Básica Total (CBT), como transporte, educación, vestimenta o salud.
Trasladado a una familia tipo compuesta por dos adultos y dos niños en edad escolar, estos valores trepan a $ 3.247 para la CBA y $ 7.357 para la CBT. Ambas cifras, respectivamente, significan el mínimo para no caer debajo de la indigencia y de la pobreza.
Celíacos, perjudicados
Pero la sorprendente noticia de la deflación de junio no es buena para todos. La CBA apta para celíacos que mensualmente también releva el INEDEP mostró un comportamiento completamente distinto, marcan un 3,29% de incremento intermensual.
Un total de $ 1.161 son los que necesita una persona que sólo puede comer alimentos libres de gluten; es decir, un 53,79% más que alguien que puede nutrirse con cualquier tipo de producto.
Esto es así principalmente porque las harinas y legumbres para celíacos aumentaron 9,52% de un mes a otro.

(DyN) – Aún tomando la evolución de la canasta de Precios Cuidados, el nivel de pobreza «más que duplica o triplica» al 5 por ciento que estimó la presidenta Cristina Fernández al disertar recientemente en la cumbre de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), indicó hoy un informe de Ecolatina.
Frente a la polémica desatada por los dichos de la mandataria, Ecolatina explicó que decidió calcular los índices de pobreza e indigencia valorizando la Canasta Básica Alimentaria (línea de indigencia) de acuerdo con los productos que forman parte del programa Precios Cuidados, para luego calcular (a través de la inversa del coeficiente de Engel) la Canasta Básica Total (línea de pobreza).
«Si armamos la CBA tomando en consideración los productos más baratos de Precios Cuidados a fines de 2014, la pobreza superaría levemente el 10 por ciento de la población, mientras que la indigencia afectaría sólo al 3,5 por ciento. Pero este es el mínimo valor de la canasta. Tomando los precios más altos del programa, la pobreza rozaría el 20 por ciento y la indigencia el 7 por ciento», calculó.
En este marco, el informe destacó que «en cualquiera de los casos se observa que tomando exclusivamente ‘Precios Cuidados’, la pobreza e indigencia más que duplica (opción más barata) o triplica (opción más cara) las cifras oficiales mencionadas» por la presidenta.
Además, señaló que «Precios Cuidados es el piso de la valorización de la CBA y la CBT, ya que muchas veces la población no accede a los beneficios (precios inferiores a los del mercado) del plan oficial».
En este sentido, advirtió que la posibilidad de acceder a los productos de Precios Cuidados «se reducen considerablemente al salir del Gran Buenos Aires», al tiempo que «la lista completa sólo puede conseguirse en los supermercados, mientras que una versión reducida del acuerdo es conseguida en autoservicios chinos».
«Si tomamos la canasta elaborada por Ecolatina (que utiliza precios de supermercados, pero también de autoservicios, panaderías, carnicerías y verdulerías para valorizar la línea de indigencia de acuerdo a las pautas de consumo de la población), llegamos a la conclusión que la pobreza e indigencia en el cuarto trimestre de 2014 superó 25 por ciento y la indigencia orilló el 10 por ciento», proyectó.
En este contexto, la consultora resaltó que «incluso si sólo existieran los Precios Cuidados» y todos los productos del plan oficial estuviesen a disposición para cualquier consumidor en todos los rincones del país, las cifras de Pobreza e Indigencia duplican o triplican las oficiales» y lamentó que «la gravedad del asunto es que, quién desconoce la realidad es la máxima autoridad del Poder Ejecutivo».
Por otra parte, la consultora refutó la comparación que hizo el jefe de Gabinete Aníbal Fernández, quien dijo que en Argentina hay menos pobres que en Alemania, porque allí tienen 20 por ciento de pobreza estructural, y afirmó que «no es correcta» porque «se utilizan métodos disímiles».
«Alemania calcula la pobreza relativa al ingreso medio de la población, mientras que nuestro país lo calcula en términos absolutos (básicamente si el ingreso monetario alcanza para comprar una Canasta Básica Alimenticia y la Canasta Básica Total)», explicó.

La presidenta Cristina Fernández subrayó que la Argentina tiene un índice de pobreza que está «por debajo del 5 por ciento» y que el nivel de indigencia se ubica «en 1,27 por ciento», al hablar ante la Organización las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en la ciudad de Roma.
«Es una combinación de políticas muy fuertes, muy activas, que nos han permitido hoy tener un índice de pobreza por debajo del 5 por ciento, y también de indigencia del 1,27 por ciento, y convertirnos en uno de los países más igualitarios», aseveró la jefa de Estado y levantó polémica, principalmente en las redes sociales, ya que se trata de una cifra que nadie considera que pueda considerarse real.
De movida, son los indicadores que el propio INDEC publicó para el primer semestre de 2013, antes de que la oficina estadística decidiera suspender la elaboración oficial de los índices de pobreza, reconociendo que el mismo tenía deficiencias metodológicas, dato que el kirchnerismo decidió «obviar» durante una década.
En ese momento, ya estaban fuertemente cuestionados los informes debido a que tomaban como parámetro el costo de la canasta básica alimentaria que medía el mismo INDEC y que aseguraban que una persona en ese momento podía vivir con $ 8 por día.
Pero a esto hay que sumar que, en 2014, el país se vio sumergido en una recesión admitida hasta por la propia oficina estadística oficial que seguramente han hecho elevar el indicador.
Por caso, el Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales (CIPPES) ubicó en un estudio reciente que la pobreza en el país afecta al 29,3% de las personas y la indigencia, al 6,5%; es decir, seis veces por encima de lo señalado por la Presidenta ante la FAO.
El CIPPES utiliza como parámetro el Índice Barrial de Precios, que releva en todo el país con la ayuda de la agrupación Barrios de Pie. Se trata, además, de una asociación independiente y sin fines de lucro con raíz en Córdoba liderada por economistas de la Universidad Nacional de Córdoba y que no recibe financiamiento privado para su trabajo, con lo cual no tiene motivo alguno para tergiversar sus indicadores.
Las cifras arrojadas por Cristina tampoco suenan creíbles si se tienen en cuenta la de muchos países desarrollados.
Según datos de 2012 de CIA World Factbook, los primeros países con el menor índice de pobreza son Taiwán con 1.16%, Túnez y Malasia con 3,8%, Lituania con 4% e Irlanda con 5,5%.
Así, Argentina, siempre según las estadísticas de la Presidenta, sería el 5° país con menos pobreza del mundo, situándose por encima de Francia (6,2%), Suiza (6,9%), Reino Unido (14%) e incluso Estados Unidos (15,1%).

En la provincia de Córdoba, el 31,77% de la población vive bajo el umbral de la pobreza y un 6,6% es indigente.
Así lo afirma el Observatorio de Pobreza que realiza semestralmente el Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales (CIPPES) en baso a los datos que releva en todo el país mediante el Índice Barrial de Precios (IBP).
Las tasas mencionadas corresponden al porcentaje de población con problemas sociales a diciembre del año pasado. En el caso de la pobreza, significa un crecimiento de casi cinco puntos porcentuales en un año, ya que a fines de 2013 la pobreza se ubicaba en 26,8%. La indigencia, en cambio, bajó del 8,76% al 6,66% en el plazo de un año. Es decir, que mejoró la cantidad de gente que ni siquiera cubre sus necesidades nutricionales mínimas, pero aumentó la cifra de aquellos que no logran llegar a fin de mes pagando también los servicios y bienes indispensables para tener una vida normal.
A valores reales, Córdoba tiene hoy en día 1.090.000 habitantes pobres, de los cuales 228.000 son además indigentes. Esto significa 177.000 pobres más que a fines de 2013 pero 69.000 indigentes menos.
Córdoba se configura así como la provincia en la que más aumentó la tasa de pobreza, teniendo en cuenta aquellas a donde el CIPPES realiza mediciones. Por detrás se ubican Chaco, donde el indicador aumentó en 4,85 puntos porcentuales, y Mendoza (4,52). Sólo Salta y Tucumán mostraron una reducción del índice.
De todos modos, las jurisdicciones norteñas siguen siendo las más carenciadas. En Chaco, más de la mitad de la gente (51,84%) es pobre, mientras que en Salta la tasa es del 44,2%.
A nivel nacional, el informe del CIPPES sostiene que hay 12,28 millones de personas en condiciones de pobreza y 2,74 millones bajo indigencia o pobreza extrema, lo que representa un 29,29% y un 6,54% de la población, respectivamente.
Esto implica una muy leve reducción de la pobreza en comparación con el 29,46% de fines de 2013 y una caída de la indigencia en relación al 6,85% de ese mismo período. Sin embargo, el CIPPES destaca que los guarismos muestran un fuerte deterioro de estos indicadores sociales en comparación con junio de 2013, cuando se inició la curva recesiva. En aquel momento, la pobreza estaba en 26,14% (10,95 millones de personas) y la indigencia en 5,72% (2,37 millones); es decir que en un año y medio el país sumó 1,3 millones de pobres y casi 400.000 indigentes.

El Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales (CIPPES) difundió su Índice Barrial de Precios (IBP) correspondiente a febrero y que arrojó un costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) que superó la barrera de los $ 3.000 para la medición conjunta de Córdoba y Río Cuarto; mientras que trepó a casi $ 7.000 para la Canasta Básica Total (CBT).
Es decir, que una familia tipo necesita como mínimo de esos ingresos para no caer por debajo de la línea de indigencia y pobreza, respectivamente.
Las canastas cordobesas son las más caras del país, siempre según la medición del CIPPES, cuyos principales resultados se resumen a continuación:
– los valores de la CBA se ubicaron en $2.881 como promedio simple entre los ocho distritos donde se calculó el IBP en febrero del 2015. Dicho promedio resultó unos $63 por encima del promedio de enero de 2015.
– La canasta más cara resultó la canasta cordobesa (Córdoba/Río Cuarto), cuyo valor ascendió a $3.040. No fue la única que superó la barrera de los tres mil pesos mensuales, acompañada por Mendoza con $3.032. En orden decreciente, le siguieron Salta, con $2.990, Conurbano de la provincia de Buenos Aires ($2.955), Tucumán ($2.862) Chaco ($2.793) y Mar del Plata ($2.756). La canasta más barata registrada en febrero pasado se ubicó en $2.615 y correspondió al relevamiento de Corrientes.
– La CBT para los ocho distritos del IBP se ubicó en febrero de 2015 como promedio simple en $6.539, unos $142 más cara que el promedio para los distritos que estimaron IBP en enero pasado. En el caso de Córdoba, la cifra ascendió a $6.901.
– En términos acumulados, el primer bimestre del año acusó subas en cuatro distritos y caídas en otros dos distritos (con datos para diciembre del 2014 y febrero del 2015). La mayor variación acumulada se registró en Conurbano de Buenos Aires, con 3,33% desde diciembre pasado, seguida por Tucumán (1,69%). Entre los dos distritos que acumularon caídas en febrero respecto a dos meses atrás, se ubicaron Mar del Plata (-0,32%) y Corrientes (-1,44%).
– Junto a las acumuladas, las variaciones mensuales también acusaron variabilidad entre los distritos del IBP, con variaciones de precios muy dispares en febrero, indicando subas en cuatro de seis distritos y caídas en los dos restantes (aquellos que cuentan con datos publicados para los últimos dos meses). Salta aumentó casi un 4%, Conurbano Buenos Aires lo hizo en torno al 1,3%, Mar del Plata y Tucumán se ubicaron en valores menores al 1%,  mientras Chaco y Corrientes acusaron caídas en torno al 2% en ambos casos.
– Contando un año hacia atrás (entre febrero del 2015  y febrero del 2014) los precios aumentaron un 15% en promedio, un registro bastante menor al de los últimos meses. Este registro inusualmente bajo se debió principalmente a que el año de comparación (febrero del 2014) fue el mes con mayor suba del año pasado, producto de los efectos inflacionarios de la abrupta devaluación de fines de enero del 2014.
– En base a los precios de los distintos productos relevados (un total de 50 artículos), el gasto en productos de almacén para una familia tipo ascendió el mes pasado a $1.395 (el 46% de la CBA), en el rubro verdulería a $500 (el 16% de la CBA) y en carnicería a $1.145 (el 38% % de la CBA).
– Si se eligen cinco productos clave para el consumo familiar una opción válida puede ser: 1 kg de pan, 1 Lt de leche entera, 1 botella de 900cc de aceite mezcla, 1 Kg de papa y 1 kg de nalga. Comprar estos cinco artículos básicos costó en febrero unos $122, o sea la suma de $16 para el pan, $12 para la leche, $13 para el aceite, $6 para la papa y $75 para el kilogramo de nalga.

La Canasta Básica Alimentaria (CBA) aumentó 1,95% en febrero con respecto a enero, alcanzando así una variación interanual del 35,17%, según el Panorama Económico que mensualmente elabora el Centro de Almaceneros, Comerciantes y Autoservicios Minoristas de Córdoba.
El informe, que releva precios en 400 bocas de expendio de toda la provincia, estima que una familia tipo necesita $ 4.427 por mes para no caer bajo la línea de la indigencia, mientras que esa cifra se eleva $ 8.374 computando los impuestos y servicios básicos que se necesitan para no ser considerado pobre. En el caso de un adulto solo, los valores respectivos son $ 1.433 y $ 2.710.
En tanto, el estudio también revela una continuación en el desplome de consumo que se viene observando desde hace por lo menos un año.
Las ventas en los almacenes disminuyeron 1,54% con relación al primer mes del año y 24,35% en comparación con febrero de 2014, de acuerdo a los datos del Centro que los aglutina.
Un dato que también constituye una muestra del momento recesivo es que ha crecido notoriamente la cantidad de gente que compra al “fiado”.
Este tipo de consumo se incrementó 16% en un año y ya representa una de cada cuatro ventas que realizan los almacenes (25%), cuando hace doce meses eran una de cada cinco (19%).
Asimismo, como ocurrió en los meses anteriores, el informe también alerta sobre la fuerte baja en el consumo de alimentos básicos como leche (-22,15%) y carne vacuna (-28,25%).
El estudio completo puede verse aquí: Panorama Economico 02-2015

El combo recesivo que significa precios por el ascensor en medio de ventas por el tobogán no parece, por el momento, tener fecha de terminación.
Eso se desprende del “Panorama Económico” que mensualmente elabora el Centro de Almaceneros, Autoservicios y Comerciantes Minoristas de Córdoba, según el cual la Canasta Básica Alimentaria (CBA) inició el 2015 con un incremento de precios del 2,5% (38% contra enero de 2014) mientras que las ventas decayeron 1,8% en relación a diciembre y 23% en comparación con un año atrás.
De esta manera, el Centro de Almaceneros estima que una persona necesita $ 1.405,6 por mes para cubrir sus necesidades mínimas de alimentación ($ 46,85 diarios), lo que trasladado a una familia tipo lleva la línea de indigencia a $ 4.343,32 ($ 144,78 por día).
Si a esto se le suman algunos otros gastos básicos del hogar, como el consumo de servicios públicos y el pago de impuestos, una persona que no llega a $ 2.682,95 por mes ($ 89,43 diarios) puede considerarse pobre, mientras que para una familia el límite es de $ 8.290,30 ($ 276,34 por día).
En este contexto, los almaceneros alertaron sobre que los productos de consumo masivo son los que más subieron, como los lácteos entre un 7 y un 10%, y volvieron a advertir sobre el peligroso cambio de hábito que observan en la población. “Se incrementa notablemente el consumo de productos ‘rendidores’ y poco nutritivos, como aceite mezcla, papas, arroz, fideos secos, pan francés o yerba mate; y decrece el de productos esenciales de la canasta, como carne vacuna, aceite de girasol y yogures”, manifiesta el estudio.
Fiado al por mayor
Otro aspecto interesante del informe (que se puede ver completo aquí:) es que muestra un incremento fuerte de la compra con fiado (+12,2%) pero también de la morosidad en el pago del mismo (+18%) y de la incobrabilidad (+ 14,7%). La importancia de esto no es menor, ya que hoy en días las compras con fiado en los almacenes alcanza a una de cada cuatro ventas que realizan los mismos (24,8%), cuando hace un año la proporción era una de cada seis (17%).
El diagnóstico final de la entidad no es para nada alentador: “Con consumo retraído, sin políticas efectivas visibles y tendientes a reactivar seriamente la economía nacional, las perspectivas para el resto del año no son favorables”.

El Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales (CIPPES) estimó que la tasa de pobreza creció al 31,5% al cierre del primer semestre del año en todo el país, alcanzando a 13,2 millones de personas, más de 2 millones por encima de las que había en el mismo lapso de 2013.
En la provincia de Córdoba, el porcentaje es superior: 32,2%, lo que significó que casi 200.000 personas quedaran bajo el umbral de ingresos mínimos que se requieren para poder alimentarse y consumir bienes y servicios básicos.
Los principales datos del informe del CIPPES son los siguientes:
– En Argentina a junio de 2014, 13,19 millones de personas viven en condiciones de pobreza y 3,17 millones bajo indigencia o pobreza extrema. Esto representa un 31,46% y un 7,57% de la población, respectivamente.
– La tasa de pobreza aumentó del 26,41% (o 10,95 millones de personas) en junio de 2013 al 31,46% (o 13,19 millones de personas) en junio de 2014. Significando esto 2,24 millones más de personas en condiciones de pobreza.
– La tasa de indigencia también mostró un mayor nivel, aumentando de 5,72% (o 2,37 millones de personas) al 7,57% (o 3,17 millones de personas) de la población en el último año, lo cual implica 800 mil personas más en tal condición.
– Con respecto a los últimos seis meses la tasa de pobreza se incrementó del 29,46% (o 12,2 millones de personas) en diciembre de 2013 al 31,46% en junio de 2014 (o 13,19 millones de personas), lo que implica que 976 mil personas entraron en condición de pobreza en Argentina en ese período. Para el mismo período, la tasa de indigencia aumentó de 6,85% (o 2,84 millones de personas) en diciembre de 2013 a 7,57% (o 3,17 millones de personas) en junio de 2014, significando esto que más de 331 mil personas en Argentina entraron en condición de indigencia.
– Los últimos datos oficiales publicados por INDEC indican una tasa de pobreza a nivel nacional de 4,66%(equivalente a 1,95 millones de pobres) y una tasa de indigencia de 1,44% (o 603 mil indigentes) para Argentina en el primer semestre de 2013. Dichas afirmaciones, implicarían que las estadísticas oficiales estarían invisibilizando 11,24 millones de personas en condición de pobreza y 2,56 millones de personas en pobreza extrema o indigencia.
Los datos para Córdoba
“En Córdoba en junio de 2014 el 32,2% de la población vive bajo el umbral de pobreza y el 8,33% bajo la indigencia. Esto representa a casi 1,10 millones y a 285 mil personas respectivamente. En junio de 2013 la tasa de pobreza era de 22,95% y la de indigencia 4,42%, es decir, 325 mil y 135 mil personas más en condiciones de pobreza e indigencia que el año anterior. En diciembre de 2013 la tasa de pobreza era de 26,8% (194 mil personas más) y la indigencia era de 8,76% (12 mil personas menos). Esto implica que con respecto a diciembre de 2013, 194 mil personas cayeron en la pobreza y 12 mil salieron de la indigencia”, resumió el CIPPES.

El Índice Barrial de Precios (IBP) que elabora el Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales (CIPPES) mostró que Córdoba fue el distrito con mayor inflación en julio en lo que respecta a los productos que integran la canasta básica.
De acuerdo al IBP, el aumento mensual en la capital provincial fue del 5,3%, superando ampliamente al resto de las ciudades que mide el CIPPES donde el techo estuvo en el 2% (Mar del Plata).
La otra ciudad medida en Córdoba, que es Río Cuarto, arrojó una suba de 0,5% mientras que en Salta, Mendoza y Corrientes los precios aumentaron en torno al 1% mensual, en el Conurbano, 0,4%; y Tucumán y Chaco observaron caídas de 0,3% y 0,1% respectivamente.
Sin embargo, el CIPPES no tiene mediciones en lo que va del año ni en cuanto a la variación respecto a julio de 2013 para el caso de Córdoba.
Consolidando todos los distritos en los que hace relevamientos, “contando un año hacia atrás, los precios en promedio subieron un 43%, tres puntos porcentuales menos que el registro del mes pasado”, informó la entidad.
En cuanto a los primeros siete meses de 2014, el precio de los alimentos aumentó entre un 13% y un 24% entre los distritos en los que se relevó el IBP (Conurbano, Mar del plata, Tucumán, Salta, Chaco, Mendoza, Corrientes).
“Tomando un promedio simple de los distritos, el aumento en la canasta básica alimentaria (o línea de indigencia) fue en ese período un 18,7%, cifra ligeramente superior al de los últimos tres meses (superando en casi 1% el acumulado hasta junio). Esto muestra un leve repunte en la dinámica de los precios”, agregó el informe.
De este modo, la Canasta básica alimentaria (CBA) promedio para una familia tipo ascendió a $2.635, $61 más caro que el promedio del mes pasado. Éste es el monto que necesitó una familia en julio pasado para no caer en la indigencia. A diciembre de 2013 su valor ascendía a $2.180 en promedio.
En cuanto a la Canasta Básica Total (que determina la línea de pobreza) en julio se ubicó  en $5.983, $139 más cara  respecto al promedio de CBT de junio.

(DyN) – La Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) advirtió que si se toma como referencia al Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM), en el tercer trimestre del 2013 el 26 por ciento de las familias del país era pobre y el 22 por ciento indigente.
Así lo señaló la alta casa de estudios en un informe en el que afirma que más del 40 por ciento de los jefes de familia a nivel nacional «no reúne ingresos equiparables a un SMVM».
El informe procura reelaborar parámetros para medir pobreza e indigencia a partir de un ejercicio realizado por el sociólogo Artemio López, de reconocida cercanía al gobierno, en el que se usa como valor de referencia al SMVM, que para el tercer trimestre de 2013 era de 3.300 pesos.
En ese trabajo, señala UCES, López definió a una familia indigente cuando no logra reunir medio SMVM; pobre, a la que supera la mitad pero que no llega a uno; medio bajo, a la que se ubica entre 1 y 2; medio pleno, de 2 a 4; medio alto, de 4 a 16, y alto al que supera 16 SMVM.
«El ejercicio para el jefe de hogar determina que, en promedio nacional, ninguno alcanza los dos rangos superiores», concluye el estudio. El informe explica que «sólo un quinto puede disfrutar de un nivel de vida medio pleno, casi 40 por ciento como medio bajo, 22 por ciento pobre no indigente y el quinto restante como indigente».
Si bien, en el promedio nacional no habría ingresos salariales equivalentes a los niveles medio y alto, en algunas ciudades como Ushuaia, Río Grande, Rawson y Río Gallegos, una parte de los asalariados se ubica dentro de ese rango.
«Pero las situaciones más notables corresponden a los trabajadores de las provincias de Santiago del Estero, Corrientes, La Rioja, Formosa, Jujuy, Misiones, San Juan y Salta, ya que más de 60 por ciento de los jefes de hogar no logra percibir en el mes el equivalente a un SMVM», indicó la UCES.
El estudio señaló que «tampoco lograron alcanzar ese límite más de las mitad de quienes registraban la ocupación principal en la familia en Chaco, Concordia, Catamarca, Tucumán, Mendoza y Bahía Blanca-General Cerri».