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Lagomarsino

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El primer aniversario de la muerte de Alberto Nisman motivó a que las personas clave del caso vuelvan a hablar sobre los progresos de la investigación. Uno de ellos fue Diego Lagomarsino, el técnico informático que le entregó el arma que habría de terminar con su vida.
«Si voy a la causa, en la que sinceramente no estoy del todo metido, aunque hable muchas veces con los peritos, todo indica que Nisman estaba solo cuando murió. Por las pruebas que hay, ¿no? Ahora, uno empieza a escuchar cosas de afuera y eso se pone en duda. Se pone en duda en la mente, no en lo fáctico. Pero, la verdad, no sé qué puede haber pasado. Y si se suicidó, hay que ver si lo hizo porque quiso o porque lo obligaron», dijo.
Refugiado en las sierras de Córdoba, a donde se trasladó para huir de la prensa y las miradas indiscretas, Lagomarsino rechazó las versiones que lo señalan como el asesino o el facilitador de la muerte del titular de la Unidad Fiscal de Investigación (UFI) AMIA: «¿Que yo tengo que ver con la muerte? Bueno, a ver… Alberto me llama el sábado, me pide un arma, yo se la entrego y después muere con esa arma. Si vamos al absurdo, sí, tengo algo que ver. Si vamos a si yo lo maté, obviamente que no. La querella constantemente cambia las figuritas. Cuando le conviene pone una. Cuando esa figurita no le sirve, pone otra».
En el extenso reportaje que concedió a la revista Diez Sudacas, el responsable de reparar las computadoras de la fiscalía aseguró que ni la Justicia ni la querella tienen pruebas de que haya sido autor o cómplice del presunto asesinato.
«Que digan qué elemento les da para decir que yo tuve algo que ver. Creo que Arroyo Salgado no busca la verdad. Tengo que aprender a manejar que es una persona distinta y que se comporta así. Y debería aceptarla. Pero hay cosas que todavía no puedo, que me superan», dijo.
Un año después, reconoce que su vida cambió para siempre. Hoy vive custodiado y sale poco a la calle: «¿Sabés lo que me afectó? Que digan que era un asesino. Básicamente dijeron eso, y Arroyo Salgado dice eso. Bueno, ahora no tanto. Ahora dice que tengo algo que ver. Cambia las cosas todo el tiempo. Al principio, en enero de 2015, no me conocía, y ahora dice que era una persona de máxima confianza de la familia».
Pero esa misma desconfianza la tuvo hasta su propio abogado, Maximiliano Rusconi: «No es un boludo, es el mejor abogado que tiene el país. Él hizo dos cosas muy bien conmigo. Primero, me interrogó hasta el hartazgo y me creyó. Y después dejó que las cosas fluyeran. Los peritos en ningún momento se reunieron con él. Es muy estricto en el tema de no condicionarlos. Él sabía que era verdad todo lo que yo decía, pero lo terminó de confirmar».

(DyN) – El técnico informático y ex asesor de la UFI-AMIA, Diego Lagomarsino, único acusado en la investigación por la muerte de Alberto Nisman, planteó ahora la posibilidad de que el fiscal se haya disparado por accidente durante un juego.
«Todos me dicen de tres hipótesis, y yo agregué una cuarta: ¿qué pasa si (Nisman) se la pegó jugando? No sé, se me mezcla todo», señaló durante una entrevista para un programa especial sobre el caso emitido por la Televisión Española.
Lagomarsino insistió en que no estuvo en el departamento de Nisman el día que supuestamente ocurrió la muerte, y dijo que «es muy difícil» tener que aclarar todo el tiempo que no participó del hecho.
«Lo único que puedo decir es que el domingo que fue la fecha de su muerte yo no estuve. Es muy difícil tener que andar diciendo que yo no lo maté», expresó.
Durante la entrevista, el ex asesor de Nisman reiteró que fue él quien le prestó el arma cuya bala provocó la muerte del fiscal, aunque negó que haya existido entre ambos una «relación íntima».
Lagomarsino contó también que el 18 de febrero, el mismo día que se realizó la multitudinaria marcha para pedir el esclarecimiento del caso al cumplirse un mes de la muerte de Nisman, fue a ver a un cura para «pedirle por el alma» del fiscal.
«El 18 de febrero fui a ver a un cura, hacía mucho que no me acercaba a un cura. Y le pedí por el alma de Alberto, sea lo que sea que haya pasado. Y el padre me dijo: ‘Dios lo perdonó’. Y ahí me liberé por él, obviamente era una persona a la que le tenía afecto, era un tipo con el que trabajé mucho tiempo», contó.
El último miércoles, la fiscal del caso Viviana Fein recibió el informe de los peritos criminalísticos con las opiniones divididas de los peritos oficiales, el asesor y los expertos convocados por la querella para establecer la forma en la que recibió un tiro en la cabeza el fiscal Nisman.
Para la querella, encabezada por la ex esposa de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, el fiscal recibió un tiro en la sien cuando estaba «arrodillado, con la cabeza agachada y un pie en tierra», mientras que para los peritos oficiales, no se puede saber si el cuerpo fue movido, y cuando recibió el tiro «estaba parado frente al espejo, con la cabeza levemente torcida y con las dos manos empuña y martilla».

(DyN) – El fiscal Alberto Nisman carecía de “autorización para la tenencia de armas” ni su “portación”, y tampoco la poseía su empleado Diego Lagomarsino, quien le proveyó la pistola Bersa calibre 22 que le causó la muerte.
Así lo revelaron fuentes judiciales, sobre la base de un informe del RENAR incorporado a la investigación que lleva adelante la fiscal Viviana Fein.
Nisman “no poseía autorización para la tenencia de armas, atento que no se encontraba inscripto como legítimo usuario en ninguna de las categorías” establecidas por el RENAR, explica la información.
Sí, en cambio, era dueño de una “pistola semiautomática Bersa calibre 22” que fue hallada la semana anterior en la baulera de la casa de su madre, y tuvo un revólver marca Rossi calibre 38, que transfirió a otra persona a mediados de junio de 2009.
Nisman había reempadronado la pistola calibre 22 en octubre de 1993 y desde entonces no había renovado la documentación.
En cuanto a Lagomarsino, también carecía de autorización para la tenencia de armas pues tiene “su condición de legítimo usuario vencida al 1° de abril de 2007”.
En los registros del Renar, efectivamente figura como titular de la pistola Bersa, fabricada en 1962, que es el arma que causó la muerte de Nisman.

(DyN) – El examen de rastros genéticos efectuados sobre ropas del experto informático Diego Lagomarsino, que está imputado por entregar el arma que provocó la muerte de Alberto Nisman, dio resultado «negativo» para determinar si contenían sangre u otro fluido corporal del difunto fiscal.
Así lo confirmaron a DyN fuentes judiciales, que precisaron que la fiscal Viviana Fein recibió “el viernes a última hora” el informe científico sobre prendas de vestir y zapatillas secuestradas en la casa de Lagomarsino durante un allanamiento el 9 de marzo pasado.
El allanamiento había sido pedido por la fiscal Fein, como una medida de prueba para determinar si Lagomarsino había estado junto a Nisman en el momento en el que se produjo el disparo que le causó la muerte.
El ADN negativo no cierra de manera concluyente la posibilidad de que Lagomarsino pudiera haber estado junto a Nisman en el momento de la muerte, pero reduce sensiblemente esa posibilidad.
La Policía Metropolitana secuestró en la casa de Lagomarsino prendas como las que vestía cuando, según cámaras de seguridad de los alrededores del edificio Le Parc de Puerto Madero, vestía el sábado 17 de enero por la tarde, cuando concurrió a visitar a Nisman.
La experticia apuntaba a determinar si esas ropas estaban manchadas con sangre o algún otro elemento corporal de Nisman, pero nada de ello fue encontrado por los científicos.
Por otra parte, las fuentes indicaron que la «inspección ocular» que originariamente estaba prevista para en Le Parc y que debía ser el punto inicial del peritaje criminalístico está «suspendida» hasta tanto se resuelvan un planteo de nulidad impetrado por la querellante y ex mujer de Nisman, Sandra Arroyo Salgado.
La jueza federal de San Isidro presentó esta mañana, además, un recurso de apelación contra la ratificación de Fein al frente de la investigación.

(DyN) – La fiscal de instrucción Viviana Fein pidió formalmente el envío a Estados Unidos de un exhorto diplomático para obtener información sobre una supuesta cuenta bancaria cuyo apoderado era el difunto fiscal Alberto Nisman.
El pedido de la fiscal fue canalizado a través del juzgado de instrucción a cargo de la magistrada Fabiana Palmaghini, quien ahora deberá remitirlo a la Cancillería para que se tramite por vía diplomática.
Fein pidió datos sobre la cuenta en el banco Merryl Lynch de Nueva York cuyos titulares serían la madre de Nisman, Sara Garfunkel; la hermana del fiscal, Sandra Nisman, y el empleado informático de la UFI Amia Diego Lagomarsino.
La existencia de la cuenta en Estados Unidos fue informada en el expediente por la ex mujer de Nisman, la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, y ratificada por la hermana del difunto fiscal.
El escrito de Fein, que incluye una traducción oficial supervisada por la filial local de Interpol, reclama el levantamiento del secreto bancario sobre esa supuesta cuenta, para determinar sus movimientos desde su creación.
La tramitación del pedido podría demorar entre dos meses y un año, según suele ocurrir en casos similares en otros expedientes.

(DyN) – La jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado pidió la «nulidad» de la pericia criminalística que había ordenado la semana pasada la fiscal de instrucción Viviana Fein, en el marco de la investigación por la muerte del ex titular de la UFI AMIA Alberto Nisman.
La fiscal Fein recibió esta mañana el planteo de la jueza de San Isidro, querellante en la causa en nombre de sus dos hijas menores de edad.
Fein había dispuesto el miércoles pasado una nueva inspección ocular en el departamento en el que vivía Nisman en el edificio Le Parc de Puerto Madero, a la que había convocado a representantes de la defensa del empleado informático Diego Lagomarsino, a la querella y a la División Homicidios de la Policía Federal.
Pero Arroyo Salgado, quien recusó a Fein, había objetado que el peritaje criminalístico se realizara separadamente de la Junta Médica, para la que también pidió la nulidad.
Ahora, la jueza Fabiana Palmaghini deberá resolver los dos planteos de nulidad: el criminalístico y la Junta Médica; pero previamente tendrá que ratificar o separar a Fein de la investigación, en una audiencia prevista para mañana a las 10 en la sede de la Cámara del Crimen.
A esa audiencia pidió concurrir esta mañana el abogado de Lagomarsino, el penalista Maximiliano Rusconi.
Si bien la audiencia de recusación (que será oral, pero no pública) está prevista entre las partes -la que recusa, la recusada, y el juez como árbitro-, Rusconi pidió estar presente por cuanto lo que se resuelva allí puede ser de relevancia para su defendido.
Rusconi destacó públicamente la labor de la fiscal Fein, y manifestó su oposición a que sea removida de la investigación.

(DyN) – El técnico informático imputado por entregar el arma que provocó la muerte de Alberto Nisman, Diego Lagomarsino, sostuvo que el fiscal lo trataba «despectivamente» y que era «manipulador».
Además, el ex empleado de la UFI-AMIA dijo que no oculta nada, y que aunque lo «den vuelta como una media», ya dijo «toda la verdad».
«Más de una vez pensé en renunciar por cómo me trataba. Me trataba muy despectivamente, y en un momento le dije ‘Alberto, pará, no me trates así’. O me llamaba por una estupidez a las 12 de la noche», señaló en declaraciones a radio Latina.
Pese a que en reiteradas oportunidades insistió con que era «amigo» de Nisman, Lagomarsino admitió ahora que «evidentemente era manipulador» y que su esposa «lo detestaba» al fiscal.
«Alberto (Nisman) me manejaba mucho. Tal vez equivocadamente, hoy en día lo veo como un tipo brillante, pero evidentemente era manipulador», señaló.
De todas maneras, el técnico informático aseguró que Nisman le enseñó «mucho», aunque contó que «lo que no quería, no se hacía».
Con respecto a su situación en la causa que investiga la fiscal Viviana Fein, Lagomarsino aseguró que ya contó «toda la verdad», y negó que repita lo que le dice su abogado, Maximiliano Rusconi.
«Digo la verdad siempre, me ponen a mí como que oculto algo, pero digo la verdad siempre. Es todo lo que sé, me dan vuelta como una media y es todo lo que sé», insistió.
Por último, y sobre la denuncia por supuesto encubrimiento del atentado a la AMIA que presentó Nisman días antes de morir, Lagomarsino afirmó que «Alberto era un tipo que no se mandaba si no tenía información», aunque advirtió: «Ahora parece que me equivoqué».

(DyN) – Maximiliano Rusconi, el abogado del técnico informático Diego Lagomarsino, consideró que lo que está haciendo la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, querellante en la causa por la muerte de Alberto Nisman, «es una vergüenza» y remarcó que «es imposible descifrar qué quiere» la ex mujer del fallecido fiscal cuando «avanza contra» su defendido.
«Lo que tiene que hacer la querella es definir su estrategia; a qué está jugando. Es una vergüenza lo que está haciendo», sentenció el letrado, quien aseguró que «el día del fallecimiento del Nisman fue el domingo, no el sábado (como sostienen los peritos de Arroyo Salgado), eso está clarísimo».
Sobre la cuenta en el exterior en la que era cotitular junto a dos familiares del fallecido fiscal, Rusconi explicó que «si realmente hay una idea de que Lagomarsino tuvo algún contacto con esa cuenta, eso va a ser fácil de demostrar cuando la madre y la hermana de Nisman se presenten a una declaración testimonial».
En conversación con radio Del Plata, el abogado también acusó a Arroyo Salgado de dilatar la investigación, al advertir que «la pericia del teléfono de Nisman se retrasó casi 40 días por solicitud de la querella» y opinó que a la jueza «le encanta incorporar cosas que no son objeto de investigación».
Rusconi también sostuvo que sus defendido «nunca negó» que tenía «una relación de confianza con Nisman» y precisó que el viaje que hicieron juntos a Chile a mediados del años pasado, «fue para hacer compras». Además, el letrado reveló que le «consta que Diego está sufriendo muchísimo» y enfatizó que «lo que le está pasando a Lagomarsino es de una injusticia descomunal».
Aníbal, otra vez contra Nisman
En tanto, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aseguró que el fiscal Alberto Nisman pudo ser parte «de una asociación ilícita» que utilizaba «dineros públicos» para «perjudicar a la Presidenta», a la vez que afirmó que «seguramente» la denuncia por presunto encubrimiento del atentado a la AMIA se originó por plata.
«Como él mismo se jactaba de decir que se iba a llevar puesta a la Presidenta, ¿no será una asociación ilícita preparaba para invertir dineros públicos para perjudicar a la Presidenta?», se preguntó el funcionario. En su charla habitual con la prensa antes de ingresar a la Casa Rosada, el ministro aseguró que el fiscal «tenía un patrimonio inescrutable», y que «no se puede saber cómo lo hizo».
«Cómo mantenía la vida que mantenía, cómo pagaba el alquiler de Le Park, cómo pagó los viajes a Cancún y a Europa, con qué dineros los pagó. Eso es una asociación ilícita. Como el mismo se jactaba de decir que se iba a llevar puesta a la Presidenta, ¿no será una asociación ilícita preparaba para invertir dineros públicos para perjudicar a la Presidenta?», señaló.
Fernández también reclamó «peritar las computadoras» que usaba Nisman «para ver quién le escribió (la denuncia) o quién le dio letra para ese escrito», y afirmó que «sería bueno saberlo para conocer una punta de esa teórica asociación ilícita para perjudicar a la Presidenta». «Seguramente en el acerbo hereditario (de Nisman) se van a encontrar con bienes que fueron comprados con dineros malversados de la investigación de AMIA», agregó.
Asimismo, sostuvo que «seguramente puede ser por dinero» la denuncia de Nisman, y dijo que «está clarísimo que en búsqueda de la verdad no porque las explicaciones que han dado tanto la primera instancia como la Cámara han sido más que claras». Con respecto a las acusaciones de la jueza y ex esposa de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, quien lo acusó de «irrespetuoso», el jefe de Gabinete dijo que «nunca» le faltó el respeto, aunque reiteró que el fiscal «era un sinvergüenza».
«Nunca me referí a su persona. Me refería al fiscal Nisman. Si a ella le molesta que diga que el fiscal fue un sinvergüenza porque le sacaba la plata a los trabajadores que estaban con él, lo sigo sosteniendo, no lo voy a cambiar», señaló.

(DyN) – El fiscal antilavado Carlos Gonella denunció penalmente al ex empleado informático de la UFI AMIA Diego Lagomarsino por la cuenta de la que era cotitular con familiares de Alberto Nisman y en la que dijo que depositaba el 50 por ciento de su sueldo para el patrimonio del difunto fiscal.
Sin embargo, Gonella no incluyó en la denuncia a las dos cotitulares de la cuenta, Sara Garfunkel y Sandra Nisman, madre y hermana del fiscal.
Fuentes judiciales dijeron a DyN que la denuncia, que recayó en el juzgado federal a cargo del magistrado Rodolfo Canicoba Corral, apunta exclusivamente a Lagomarsino y se basa sobre información periodística referida a esa cuenta.
La ex mujer de Nisman y querellante en la causa por la muerte del fiscal, la jueza de San Isidro Sandra Arroyo Salgado, denunció la existencia de esa cuenta en Estados Unidos, pero hasta ahora sólo se cuenta con la confirmación que aportó Lagomarsino a través de su abogado, Maximiliano Rusconi.
La cuenta, según la información que trascendió, estaba a nombre de los familiares de Nisman y de Lagomarsino, en tanto que el propio fiscal figuraba como «apoderado».
Atento a que Nisman era una «persona políticamente expuesta», por su condición de fiscal federal, Gonella pidió que se investigara la presunta comisión de una maniobra de lavado de dinero.

(DyN) – Diego Lagomarsino, el único imputado por la muerte de Alberto Nisman, reveló que tras el fallecimiento del fiscal se le «vino todo abajo», por lo que en un momento pensó de suicidarse.
En una extensa entrevista con radio Metro, el técnico informático afirmó que el fallecimiento de Nisman le «cambió la vida por completo» y remarcó que luego de la primera conferencia de prensa que dio tras la muerte del fiscal se le «vino todo abajo».
«Había pensado de qué forma hacerlo para que mis órganos sirvan, y me dije ‘tarado, vas a estar en la heladera un mes'», detalló, entre lágrimas, el ex empleado de la fiscalía especial de la causa AMIA.
Además, el técnico informático imputado por entregar el arma que causó la muerte de Nisman, afirmó que el fallecido fiscal le mostró hace nueve meses el expediente con la denuncia por encubrimiento en la causa AMIA y que el funcionario judicial le expresó que con ella se llevaba «puesta» a la presidenta Cristina Fernández.
«Estaba al tanto (de la denuncia) porque hace ocho o nueve meses vamos camino a la habitación donde tenía las computadoras, abre un armario y saca un expediente y me dice, ‘con esto me llevo puesto a Cristina'», precisó Lagormarsino.
El técnico informático sostuvo que «no» participó «de ningún desarrollo de la denuncia» y remarcó que Nisman no le dio detalles del contenido de la presentación contra la mandataria y otros funcionarios porque el fiscal «de lo que no quería hablar no hablaba».
Paralelamente, Lagomarsino admitió que quien lo recomendó para trabajar con el fallecido fiscal fue el agente Carlos «El Moro» Rodríguez, el mismo que le enseñó a disparar con la Bersa 22, pero remarcó que «no sabía que era espía».
El técnico informático sostuvo que creía que Rodríguez «era un policía de Aeronáutica» y detalló que en 2002 el agente le enseñó a usar el arma desde donde salió la bala que le produjo la muerte a Nisman.
El ex empleado de la fiscalía especial de la causa AMIA detalló que «El Moro» lo recomendó ante Nisman en 2004 y ese año comenzó «con trabajos particulares en su casa» hasta que en 2007 entró a la fiscalía.