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La soja vuelve a caer al precio de 2010, cotizando a US$ 395,54. Para el economista y consultor especializado en agro Salvador Di Stéfano, no es una sorpresa. “Desde marzo que veníamos diciendo que esto podía suceder. Estuve en Estados Unidos y recorrí el cinturón maicero y sojero. Realmente las expectativas son de una cosecha record nunca vista. El año pasado tuvieron 90 millones de toneladas de soja y este año van por las 107 millones de toneladas”, analizó el especialista.
Para Di Stefano, la cotización de la soja ha llegado a su piso y no modificará su valor, fluctuando a lo sumo entre los US$ 360 y US$ 400 la tonelada. “Sí creo que va a empezar a subir en pesos porque vamos a asistir a una importante y fuerte devaluación del oficial. Creo que vamos a tener el precio de la soja en pesos creciente y estable en dólares”, pronosticó el especialsita.
-¿Cuál cree que será el comportamiento de los hombres que están en el negocio, de quien tienen todavía soja en su poder?
-El hombre de campo mira dos cosas. Su bolsillo, lo que va a sembrar en mayo. Si no vemos un tipo de cambio a $10, lo que está guardado no lo vende. El hombre de campo necesita un precio de $ 2800 a $ 3000 como para vender. Es cierto que el hombre de campo retiene soja pero también es cierto que el industrial que tiene hierros retiene, el que tiene papel retiene, el que hace cartón lo retiene,  el que hace propiedades hoy lo retiene. La economía argentina atraviesa un periodo de gran imprevisibilidad.
-¿Cómo está parado el productor de cara a noviembre?
-Hay de todo, hay gente que está muy complicada porque viene de cosechas malas y eso lo sabemos perfectamente ahí en la provincia de Córdoba. Hay gente que está muy endeudada, y hay gente que está en la zona núcleo que hace 42 a 45 quintales que está holgada. En términos generales, está muy mal la gente que está más alejada de la zona núcleo como por ejemplo al norte de Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán y Salta.

“La devaluación de enero le había dado un respiro a las economías regionales, pero la inflación las ha vuelto a ahogar nuevamente. Y por si fuese poco, varios productos han sufrido una caída en sus precios internacionales, complicando aún más el panorama regional”.
Así comienza la editorial “Se diluyó el efecto de la devaluación de enero sobre las economías regionales” que encabeza el último informe de coyuntura del IERAL de Fundación Mediterránea.
El análisis, elaborado por el economista Jorge Day, repasa que “a inicios de 2014, con la devaluación de enero, hubo mejora en el dólar, y también en algunos precios internacionales, lo cual ayudó a varias economías regionales. Sin embargo, a medida que ha transcurrido el tiempo, se ha ido perdiendo esta ventaja, y por dos lados. El dólar oficial ha vuelto abaratarse, o sea, costos crecientes en dólares, y además empezaron a disminuir algunos precios (soja y otros varios productos)”.
Mirando específicamente por producto, Day menciona que “el tipo de cambio real de julio ya es inferior al de diciembre (previo a la devaluación) para productos pampeanos como el maíz y la soja. En el trigo el índice es similar y para la carne vacuna hubo una significativa mejora que habría dado lugar a una nueva prohibición de exportaciones”.
“En el caso de ciruelas y duraznos hubo fuertes aumentos de los precios internacionales, pero localmente las cosechas fueron magras, por lo que no pudo aprovecharse la oportunidad. Otros productos, como aceite de oliva, ajo, peras y mostos ya perdieron el colchón generado por la devaluación de enero”, agrega.
Y remata: “En algodón, azúcar y naranjas se conserva una ganancia marginal respecto de diciembre, pero el tipo de cambio efectivo para estos productos es entre 30 y 60% inferior al de 2006”.
En este contexto, la noticia aún peor es que el IERAL es pesimista en relación al mediano y largo plazo. “¿Qué esperamos para el futuro? Con un mundo que crece a ritmo moderado, y con tasas de interés que en algún momento comiencen a aumentar, es difícil esperar otro boom de precios internacionales”, señala Day.
Para el economista, la clave es qué hará el Estado con el dólar. “El gobierno enfrenta dos opciones, con fuertes consecuencias. Una es dejar volar al dólar, favoreciendo a los sectores exportadores (las vinculadas a las economías regionales), pero generando un fuerte ajuste en el mercado interno, con mayor caída del comercio, especialmente en bienes que no son de primera necesidad, como autos e indumentaria. La otra alternativa es frenar el aumento del dólar oficial, deteriorando la rentabilidad de los sectores exportables (como la hecho últimamente)”, explica el informe.
Day concluye señalando que “por indicios, las preferencias gubernamentales apuntan al segundo camino. Esta acción tiene patas cortas porque se puede quedar sin dólares, o porque deberá aumentar aún más la tasa de interés, agravando el parate nacional”.
En tal sentido, proyecta que “dada la manera en cómo se está encarando esta problemática, la impresión es que las economías regionales continuarán en esta lenta agonía, aunque con la percepción latente de alguna sorpresa cambiaria”.

La Bolsa de Cereales de Córdoba realizó una nueva estimación de cosecha gruesa para la provincia de Córdoba en la cual confirmó que la campaña que está finalizando será récord.
Según el informe, los dos cultivos principales –soja y maíz– totalizan 24,3 millones de toneladas, superando por más de tres millones las 21,2 millones de toneladas de granos del ciclo 2012/2013.
Esto significará un aporte bruto en torno a los US$ 10.000 millones a la economía, de acuerdo a datos de mercado.
Este resultado se logra principalmente gracias a la soja, que marcará un crecimiento interanual de su producción del 27%, gracias tanto a un incremento del área sembrada como del rendimiento de los cultivos.
El oro verde aportará 14,5 millones de toneladas, siempre según a Bolsa de Cereales, superando el récord de la campaña 2009/2010 que fue de 14,2 millones. A un valor FOB que hoy en día ronda los US$ 490, esto implica unos US$ 7.200 millones brutos; es decir, sin descontar los impuestos que los productores pagan a los Estados nacional y provincial.
El maíz, por su parte, se estancó en 9,8 millones de toneladas que, a US$ 190 por cada mil kilos, significan unos US$ 1.800 millones más.
Sin embargo, los números podrían haber sido aún peores. La fuerte sequía en el inicio del ciclo y las posteriores lluvias que inundaron grandes territorios de Córdoba hicieron que se pierdan 40.500 hectáreas de maíz y 176.500 de soja. A valores de mercado, esto significa unos US$ 71 millones y US$ 290 millones menos, respectivamente.

En su último informe titulado “El aporte de dólares de la campaña agrícola 2013/2014”, el IERAL de Fundación Mediterránea estima que este año el flujo de agro-dólares podría alcanzar los US$ 31.000 millones, levemente por debajo de la cifra de 2013, donde se registraron US$ 32.000 millones.
La editorial del economista Juan Manuel Garzón explica que el complejo sojero aportaría US$ 23.000 millones en 2014, cerca de $ 1.800 millones por encima del año pasado, pero esto no sería suficiente para compensar la merma en maíz, cebada, alimentos balanceados y biodiesel.
En concreto, IERAL estima ingresos fiscales por $ 74.000 millones vinculados a derechos de exportación sobre granos y derivados, un incremento de 52% respecto de 2013.  La mejora tiene que ver básicamente con el salto devaluatorio.
Las exportaciones de soja y sus derivados industriales (aceite, harina y biodiesel) siguen siendo la fuente principal de recaudación de este impuesto; este complejo tiene la mayor base imponible (valor de exportaciones) conjuntamente con la mayor presión tributaria (alícuotas del 25% para biodiesel3, del 32% para la harina y el aceite, y del 35% para el grano de soja).
 
Además, el informe agrega que las importaciones energéticas se llevan la mitad de las liquidaciones de la agroindustria. En 2013, por cada US$ 100 que exportó la agroindustria, se registraron US$ 49,2 de importaciones de energía. Este indicador duplica el promedio de los últimos ocho años (25,2%).
En el arranque de este año, se observa una modesta mejora, y en el acumulado de doce meses, el ratio fue de 48,9%. Tomando los precios internacionales de los commodities, a principios de 2014 una tonelada de soja permite adquirir 4,97 barriles de petróleo, 2,4% menos que el promedio de los últimos diez años . 
 

De acuerdo al último relevamiento realizado por el Departamento de Información Agroeconómica de la Bolsa de Cereales de Córdoba, la producción de soja en la provincia de Córdoba podría alcanzar 13,4 millones de toneladas, con un crecimiento del 18% respecto a la campaña anterior, siempre y cuando las condiciones climáticas acompañen hasta la trilla.
Esta producción sería la más alta desde la campaña 2010/2011, cuando la cosecha se ubicó en 11,6 millones de toneladas.
20 gráfico soja
“En el comienzo de la campaña dominaron las condiciones climáticas adversas. Al llegar febrero, las copiosas precipitaciones registradas permitieron recuperar estado de los cultivos y entrar, en aquellos sembrados tardíos, a etapas reproductivas con buena reserva hídrica”, argumentaron desde la Bolsa.
Respecto a Maíz, la producción se situaría en 10,1 millones de toneladas, con un aumento de apenas un 3,1% en comparación al ciclo precedente pero superando la barrera de los 10 millones por primera vez desde la temporada 2008/2009.
20 gráfico maíz
En cuanto a sorgo, se estima una producción de sorgo 2013/2014 de 1.1 millones,  un 2% inferior respecto al año pasado.
20 gráfico sorgo

Salvador Di Stéfano es una de las palabras más calificados en el país a la hora de analizar la evolución y situación de los mercados agrarios. El especialista dialogó con Punto a Punto sobre la situación del campo y puntualmente sobre el ritmo de la liquidación de la cosecha de soja y su impacto en la economía del país.
“Estamos en la última etapa, hay muy poco por liquidar, quedarán 3 millones de toneladas y creo que la gente está liquidando no porque el gobierno haya dado la orden sino porque se está necesitando el dinero para terminar la campaña, eso ha agilizado un poco la liquidación”, señaló.
Asimismo, aseguró que “en el campo no hay ninguna actitud conspirativa ni mucho menos, el hombre de campo toma la soja como una moneda más de lo cotidiano y cuando se dan estos procesos de fuertes subas de tasas de interés e inflación se da la Ley de Gresham, la moneda mala desplaza a la moneda buena. Entonces la gente hace circular los pesos y guarda la soja que es la que se puede llegar a valorizar”
-¿Se puede hacer un cálculo de cuánto podrían liquidar los productores en las próximas semanas?
-Eso ni Dios lo sabe. El campo vende en función de su necesidad, hoy hay necesidad de aplicar fertilizantes, pero no sabemos cuánta necesidad. Repito, la soja es una moneda más. Además, 3 millones de toneladas, a US$ 500 la tonelada son US$ 1.500 millones, si todo este país para salvarse tiene que esperar que se liquide eso, cuando el PBI son US$ 500 mil millones estamos al horno con papas. Es el 0,3% del movimiento de todo el país. Se lo pone al productor de soja en un lugar de relevancia que realmente no lo tiene.
-¿Por qué cree que el Gobierno los pone en este lugar? 
-Y yo le recomiendo algo, cuando usted pierda algo en la radio échele la culpa a alguien, es lo mejor.
-¿Puede tener algún impacto en las reservas o en el precio del dólar que el productor venda o no la soja?
-No, no tiene nada que ver. Lo que sucede es que el Central ha emitido una normativa por la cual ha desdolarizado el sistema financiero. El sistema tenía guardado o invertido unos títulos públicos en dólares, había operado muy fuerte en el mercado de futuros de dólares y el Gobierno nacional le ha planteado que tiene que vender toda esa posición dolarizada. Los bancos al vender sus posiciones dolarizadas eso impacto sobre los instrumentos en dólares e hizo bajar el dólar blue. Una vez que pase febrero y los bancos bajen su posición, si Argentina no consigue un crédito internacional el blue va a seguir a la suba.
-¿Cree que éste va a ser un buen año para el campo o no? 
-No va a ser un buen año para el campo ni para ninguno de los argentinos porque no tenemos muchas reglas claras. Hoy si queres importar no sabés cuál es el dólar importación, el Gobierno está interviniendo en los mercados casi cotidianamente, se encareció el crédito, me parece que todos los argentinos vamos a tener una coyuntura difícil. Salvo que el Gobierno consiga de aquí a marzo un crédito internacional de US$ 10.000 millones para descomprimir toda la expectativa negativa.

En un informe difundido ayer, la Bolsa de Cereales de Córdoba destacó cómo ha evolucionado en “dólar agro” para los diferentes cultivos en función de los movimientos devaluatorios del peso. En ese sentido, explica que la referencia al “dólar agro” es el valor que se define como el tipo de cambio que recibiría el agente que realice las ventas al exterior de los granos luego de pagar los derechos de exportación y/o recibir los reintegros pertinentes (tipo de cambio efectivo)”.
Así, señala que en pese a que en los últimos meses y el tipo de cambio ha subido, la existencia de derechos de exportación (o retenciones) genera un tipo de cambio menor para el sector agroexportador, es decir, una brecha entre el dólar agro, y el dólar oficial.
“En el caso del maíz, el dólar es de $6,40, es decir, el 80% del dólar oficial. El sector productor de soja, con una retención del 35%, obtiene un dólar a $5,20. Para trigo, el dólar tiene un valor de $6,16”.
Expectativas para los próximos meses
“En ROFEX, los contratos de dólar futuro se negocian a la suba en las distintas posiciones. Para la posición Febrero 2014 el dólar cotiza a $ 8,21, mientras que para la posición más alejada, Junio 2015, el valor de la moneda norteamericana se negocia a $ 13,19. Con los derechos de exportación vigentes, el dólar agro en Junio de 2015 sería de $ 8,57 para soja, $10,55 para maíz y $ 10,15 para trigo. A comienzos de enero del corriente, la posición Febrero 2014 cotizaba a $7,12, por lo tanto aquellos agentes que compraron esos contratos fijando el precio de la divisa se beneficiaron al adquirir un dólar más barato en el mercado a futuros contra el dólar en el mercado físico ($7,12 contra $8,02). Mientras que los agentes que vendieron contratos de dólar futuro a $7,12 incurrieron en pérdidas por la depreciación de la moneda”, destacó la Bolsa de Cereales.

La Bolsa de Cereales de Córdoba estimó que el valor bruto de la producción agropecuaria provincial alcanzó los US$ 10.259,5 millones durante la última campaña 2012/2013, lo que significa un crecimiento del 35,9% en relación al ciclo anterior 2011/2012.

Según datos del Departamento de Información Agroeconómica de la institución, la producción agrícola de la provincia en la campaña pasada fue de 24,46 millones de toneladas, un 29,7% mayor que la campaña anterior.

Así, en relación al valor bruto de la producción nacional, proyectada en US$ 41.624 millones, la participación de Córdoba en el ciclo 2012/2013 fue del 24,6%.

“Al igual que a nivel nacional, a nivel provincial la soja es el cultivo que mayores ingresos genera, representando el 60% del valor de la producción agrícola para la provincia. Le siguen el maíz con el 24,7%, y el maní con el 8,4%. La provincia es el principal productor de maní de Argentina, con una participación en la producción nacional en la última campaña del 91,4%”, agregó la Bolsa.

Los números finales de cuánto genera el agro en la economía cordobesa, pueden observarse en el siguiente cuadro:

01 agro cuadrito

 

 

Pese a que el Gobierno nacional insiste frecuentemente con su cruzada contra el sector agropecuario, principalmente cuando se trata de productores sojeros, la realidad es que ese cultivo sigue siendo uno de los principales sostenes de la recaudación nacional.

Las transferencias realizadas por la Casa Rosada al Estado cordobés en agosto lo certifican: en total, llegaron en concepto de coparticipación y Fondo Federal Solidario –reparte el 30% de las retenciones a la soja– $ 1.837,9 millones, 31,4% o casi $ 500 millones por encima de los $ 1.398,8 millones.

Pero el dato más importante es que esa suba estuvo impulsada principalmente por el fondo sojero, que creció 74,5% hasta casi $ 125 millones, la segunda cifra más alta desde que se impuso este reparto, sólo superada por los $ 156,5 millones de abril también de este año.

Otro aspecto que surge de las cifras preliminares informadas por el Ministerio de Economía de la Nación, y que ratifican la importancia de la soja para las arcas tanto nacionales como provinciales, es que en ocho meses el fondo verde lleva transferidos a Córdoba $ 614,1 millones, casi la misma cantidad de recursos que llegaron en todo 2012 ($ 628 millones).

De cualquier manera, la principal fuente de ingresos para el Ministerio de Finanzas provincial sigue siendo la coparticipación y transferencias de impuestos nacionales, que en esta oportunidad reportaron $ 1.713 millones, 29% por encima del año pasado, un porcentaje bueno si se tiene en cuenta que la inflación se estima entre el 24 y 25%, pero magro si se analiza que es el segundo más bajo del año tras el 26,2% de enero. De hecho, está diez puntos por debajo de julio, que había mostrado un alza del 40%.

Con todo, los números totales siguen siendo altamente positivos para las arcas que maneja Ángel Elettore, que han ganado hasta agosto un tercio más que un año antes. Contabilizando coparticipación y fondo sojero, el total de recursos llega a $ 13.232 millones, más de $ 3.000 millones por encima del mismo lapso de 2012.

La producción de soja ha sido clave para el bienestar económico vivido por la Argentina en gran parte de la última década y, por eso, se constituye en un factor esencial para prever cómo se puede comportar la economía. En esa línea, las primeras proyecciones que arroja la próxima campaña gruesa sólo suman datos negativos y abren un panorama oscuro para el próximo ejercicio.

El primer factor que incide en esta perspectiva pesimista es la fuerte baja del precio en las últimas semanas. “Lo que los mercados de futuros están anticipando es que la caída no ha llegado a su fin, porque los precios esperados a fin de año son de US$ 30 ó 40 por debajo del actual”, explicó Juan Manuel Garzón, economista del Ieral, en Punto a Punto Radio, señalando que esta situación se debe a los aumentos en las estimaciones de producción combinados con una desaceleración de la actividad económica en China; por lo que esa mayor oferta tendría como contraparte una demanda menor, presionando los precios a la baja.

En ese contexto, el impacto económico para el país sería muy importante y, lógicamente, también para Córdoba, principal productora del país de soja. “Primero hay que tener en cuenta la soja que queda sin vender, que de acuerdo a estadísticas nacionales son 20 millones de toneladas, con lo cual con la baja en US$ 100 dólares, ahí hay US$ 2.000 millones menos a nivel nacional. No disponemos de estadísticas del stock que queda en córdoba, pero puede calcularse que el ingreso disminuiría en US$ 600 millones de dólares para esta campaña”, calculó Garzón.

Sin embargo, para el economista “lo que es mas grave es que si los precios se mantienen, el efecto va a afectar a toda la próxima campaña. El año que viene, si la soja se estabiliza, por ejemplo, en US$ 450, estaremos frente a uno de los valores más bajos de los últimos 4 años, en un contexto argentino de inflación, con lo cual la rentabilidad está complicada y a nivel nacional las cadenas de producción son claves para la generación de dólares. Así que tenemos el doble problema: escasez de dólares y negocio complicado para los productores”.

Garzón sostuvo que los primeros en sentir esta retracción serán los productores de las zonas “más alejadas del puerto: por ejemplo norte y sur de Córdoba y provincias como Salta, Santiago, que tienen costos de fletes muy altos”.  “Vamos a ver conflictos sobre todo entre productores y transportistas y un deterioro de las economías que dependen de estas producciones, dado que los números del campo no van a derramarse tanto sobre otras económicas regionales o urbanas”, proyectó el investigador del Ieral.

Un informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba ratifica estas previsiones pesimistas al analizar los márgenes que dejará producir soja durante la campaña 2013/2014. “El panorama para la próxima campaña es muy diferente al del ciclo 2012/2013, principalmente por la caída en el precio a cosecha de la oleaginosa que alcanza los U$S 55 por tonelada, lo cual obliga a los productores a realizar números más finos a la hora de decidir qué cultivo estival sembrar. A su vez, los costos de producción son mayores, aunque en menor magnitud a la disminución en el precio”, analiza la entidad.

Concretamente, en campo propio, la Bolsa asegura que, en promedio, los márgenes caeríanun 49% como resultado de los mayores costos y el menor precio. En tanto, en campo arrendado las previsiones son mucho peores: “La caída en el costo de arrendamiento, no compensaría la disminución del precio del poroto de soja y el incremento de los costos. De esta manera, los márgenes brutos descontando el arrendamiento arrojan resultados negativos para todos los departamentos de la provincia”, señala la Bolsa.