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«En este informe se brinda un panorama de la evolución del sector automotriz, estratégico para la industria argentina, en lo que va del año 2015, tanto desde el lado de la oferta (producción), como de la demanda (ventas y patentamientos)», explica en su introducción el informe elaborado por IARAF.
«Es importante notar que luego de un 2014 crítico para terminales, concesionarios, autopartistas y trabajadores del sector, lo transcurrido en lo que va de este año no permite vislumbrar señales de reversión de tendencia. Todo pareciera indicar que el 2015 representa un nuevo período de serios conflictos. No obstante, para el 2016 se esperarían reversiones de tendencia», agrega el informe.
La caída de las ventas a Brasil -destino de casi el 80% de los vehículos exportados-, impulsó a las terminales a reducir sus planes de producción. Asimismo, la retracción de las 2014/2015 exportaciones complicó aún más la coyuntura, ya que al disminuir el ingreso de divisas, restringió las posibilidades de acceder a dólares para importar.
En este nuevo contexto, será clave seguir de cerca los planes presentados por las empresas al Gobierno en el marco de la negociación por los cupos de asignación de divisas.
Es relevante la profundización del deterioro de la competitividad, producto de la apreciación cambiaria, en un contexto de elevada inflación y de depreciación de varias de las monedas de la región -especialmente el real- respecto al dólar.
Mientras los problemas se intensifican en el frente externo e interno, la industria automotriz está activando proyectos de inversión que permiten ser más optimistas sobre el desempeño del sector en el mediano y largo plazo. De todos modos, si bien la nueva etapa podría generar oportunidades en toda la cadena, implicará asimismo el desafío de recuperar la competitividad para poder enfrentar a los nuevos mercados, consolidar los proveedores autopartistas e incrementar el valor agregado local en la industria.
Si hablamos en términos de producción, el informe de IARAF indica que según información proporcionada por la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), «la producción (en unidades físicas) generada por las terminales automotrices argentinas alcanzó en agosto del corriente año las 49.048 unidades, un 7% por encima de las unidades fabricadas en el mismo mes de 2014 y un 8% más que en julio de este año. En el acumulado de los primeros ocho meses del año 2015, se produjeron 364.574 unidades, un 10% menos que en igual periodo del año pasado».
En cuanto a los patentamientos, y de acuerdo a datos de la Asociación de Automotores de la República Argentina (ACARA), «en el octavo mes del año 2015 se patentaron 54.669 vehículos, esto es una caída del 5% interanual, marcando el peor agosto para el periodo 2011-2015 (Véase Gráfico 6) y resultando menor al promedio del últimos años», sentencia el informe.

La producción de las tres terminales automotrices con sede en Córdoba -Fiat, Renault e Iveco- volvió a desplomarse en abril, con una caída interanual del 26,3%, por encima del acumulado de todas las fábricas radicadas en Argentina cuyo desempeño mostró una baja del 21,2%, según datos difundidos por la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA).
Entre las tres marcas mencionadas ensamblaron el último mes 13.691 unidades contra casi 5.000 menos que las 18.580 de doce meses atrás. Es decir, de cada cuatro autos que hicieron hace un año, ahora hicieron tres. Y más fuerte se torna la comparación cuando se hace contra abril de 2013, cuando en la provincia se habían producido 23.296 unidades, un número que está entre los mejores de la historia para un mes en Córdoba.
El último mes, la que más sufrió la retracción fue Fiat, con una merma interanual del 30%. La firma italiana es la que más depende de Brasil, colocando allí cerca del 80% de su producción, y seguramente la retracción del mercado de ese país influye en estos números. Renault, por su parte, mostró un descenso del 22% e Iveco, uno del 10%.
A nivel nacional, las cifras de ADEFA exhiben que la industria registra 19 meses consecutivos de caída de producción. El informe sectorial indica que en abril se fabricaron 46.616 unidades, mientras que se exportaron 21.232 y se vendieron en el mercado local 46.363.
Así, el primer cuatrimestre del año culminó con una caída de la producción del 17,6%, al sumar 170.164 unidades, cuando el año pasado para este momento se habían fabricado 206.581.
En Córdoba, el acumulado enero-abril muestra un descenso de la producción del 15%, que a valores reales significan 9.000 unidades menos fabricadas, de las poco más de 60.000 de los primeros cuatro meses de 2014 a 51.000 este año.

Un total de 179.561 unidades ensamblaron en 2014 las terminales automotrices radicadas en la ciudad de Córdoba –Fiat, Iveco y Renault–, lo que configura la cifra más baja desde 2009 cuando fueron poco más de 145.000 vehículos.
Este es uno de los principales datos que arrojó el último informe estadístico del año pasado elaborado por la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) y cuyos principales números para el caso de Córdoba se resumen a continuación.
Producción:
De un año a otro, las tres fábricas locales fabricaron 50.000 autos menos, lo que en términos porcentuales significa una retracción superior al 20%. El último “piso” había sido 2012 con 187.788 unidades.
Iveco fue la que más sufrió, con una caída interanual del 50%. En total, produjo 3.146 chasis de camiones, no sólo la cifra más baja desde 2009 sino también la segunda menor de los últimos años. Sólo Peugeot-Citröen Argentina (PSA) cayó más el último año: 52%.
Renault le sigue en el escalafón pesimista. La fábrica de Santa Isabel achicó un tercio su actividad, de 117.635 autos –su récord histórico– a 80.877, el peor valor también desde 2009. Un dato importante es que la automotriz francesa llevaba tres ejercicios consecutivos sin perforar la barrera de las 100.000 unidades.
Fiat, por su parte, fue la de mejor performance. Su achique productivo fue del 9%, mucho menor al promedio general, alcanzando 95.538 Palios y Sienas, unos 10.000 menos que un año antes. El número es casi igual al de 2010 (96.059) y supera ampliamente el piso de 2012 de apenas 74.000 autos.
Ranking:
Metaforizando con el fútbol, Fiat se podría decir que clasificó a la Libertadores y Renault, a la Sudamericana. Ambas forman parte del top five de empresas más productivas del país, aunque variaron bastante su posición de un año a otro.
La marca italiana ganó la medalla de bronce, superando el quinto puesto en el que se había ubicado en 2013.  Renault, por su parte, se derrumbó bastante: terminó quinta cuando en el ejercicio anterior había sido la campeona nacional.
Mirando un poco más allá de las fronteras provinciales, la sorpresa la dio Toyota y el fracaso fue de PSA, que intercambiaron puestos, porque la firma japonesa subió del 7º al 2º lugar mientras que las marcas francesas, viceversa: de 2º a 7º. Esto se condice con el hecho de que Toyota fue la única terminal que aumentó sus niveles de fabricación (1,5%) mientras que PSA, como ya se consignó, fue la que más se desplomó.
Participación:
Pero hay un dato optimista para Córdoba en este contexto: la participación sobre el total de unidades fabricadas en el país se situó en el máximo de los últimos años.
En concreto, el 29,1% de los vehículos que se producen en Argentina son cordobeses, proporción que se elevó levemente respecto al 2013 cuando fue 28,9%, pero de manera amplia en relación al 24,5% de 2012.
Dicho de otro modo: hoy casi uno de cada tres autos que se fabrican en el país son cordobeses, mientras que hace dos años la relación era de uno de cada cuatro.
El millón que nunca fue
A nivel nacional, ADEFA informó una caída del 22% en comparación con la actividad de las terminales en 2013, que significó casi 100.000 unidades menos producidas, y las terminales reclamaron al gobierno «certidumbre» en la disponibilidad de dólares para poder importar piezas y componentes.
El sector completó el año con un total de 617.329 vehículos producidos, cuando en 2013 fueron 791.007, un nivel que también se ubica apenas por encima del de 2009, con 512.294, sin lograr superar las 716.540 de 2010.
Un dato llamativo para recordar en este contexto es que, el 24 de abril de 2013, la aún ministra de Industria de la Nación, Débora Giorgi, declaró: “Argentina está a la vuelta de la esquina de producir un millón de autos”. Sólo 18 meses después, el objetivo se quedó corto por nada más que 400.000 unidades.

«El sector automotriz se pegó varios tiros en el pie». La ministra de Industria, Débora Giorgi, aseguró que las suspensiones y despidos que se registraron en el sector en los últimos meses fueron consecuencia de «decisiones mal tomadas» por las terminales.
«Tienen una excesiva concentración en el mercado, donde más del 80% de lo que exportan va a Brasil, y de lo que producen, más del 60% lo exportan. Es una situación cíclica lamentable que trato de sostener», señaló la funcionaria, y negó que las empresas hayan tenido problemas por la falta de divisas para pagar sus importaciones.
«Existe una perspectiva permanentemente equivocada sobre cuál va a ser el tipo de cambio y sobre eso toman determinadas acciones de cobertura que los perjudica», afirmó.
«El sector automotriz se pegó varios tiros en el pie. Primero, cuando hubo un reacomodamiento del tipo de cambio, lo que hizo fue subir los precios mucho más que lo que aumentó el dólar y, además, cortó toda línea de financiamiento en el mercado interno. Seguramente le creyó a los agoreros de siempre, que veían el dólar en el infinito y en una situación espiralizada de crisis», explicó Giorgi, durante una entrevista con el diario Tiempo Argentino.
Y agregó: «Se dieron cuenta que se equivocaron porque a partir de marzo y abril, cuando apareció el Pro.Cre.Auto, tuvieron que bajar los precios y empezó a reactivarse la demanda. Después se dieron otro tiro en el pie sobre cómo se reacciona en el Pro.Cre.Auto, cuando decidieron reducir el abastecimiento de automóviles con la idea de que iba a haber nuevos ajustes en el tipo de cambio y que no iban a poder reponer las unidades».

Una suerte de “guerra” parecen haber declarado las concesionarias en contra de las terminales, luego de que le acercaran al Gobierno una encuesta de Fiat en la que la automotriz italiana sugería a las comercializadoras de autos que no aceptaran la continuidad del ProCreAuto, que se extendió hasta diciembre.
Lejos de aplacar los ánimos, el titular de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), Abel Bomrad, le agregó capítulos a la polémica al señalar que “no tenemos el aprovisionamiento de fábricas necesario para acompañar la demanda que ha generado el plan Procreauto y ahí es donde se produce el cortocircuito. Nosotros si no nos dan los autos no podemos entregarlos”.
En declaraciones a Radio 10, Bombrad destacó que para las concesionarias “no es ningún negocio encanutar los autos porque el negocio es la rotación y cuanto más rápido gira el capital operativo más utilidades tenemos”.
Para el titular de Acara quedó demostrado que las concesionarias no retienen autos ya que según “los índices de compras a fábricas y los patentamientos, las concesionarias desde febrero a la fecha bajaron sus stocks en 34.500 autos”, precisó.
Por otra parte, al referirse a la reunión que compartió ayer junto con la presidenta y las terminales para evaluar el futuro de la industria automotriz y el plan Procreauto,  Bombrad, contó que “la Presidenta hizo un cuadro donde demostró cuanto había ganado cada terminal en todos estos años, y que salvo un solo año que dio perdida, el resto fue altamente positivo”.
Por esta razón, señaló: “Le ha pedido a las terminales mayor compromiso en este proceso” y “quedaron en seguir trabajando, terminales y gobierno en los próximos días para analizar caso por caso la situación de las terminales y ensambladoras que hay en el país”.
Finalmente, el titular de Acara desmintió que haya cierre de concesionarias y explicó que sólo “han cerrado uno o dos concesionarios por problemas netamente particulares”.

Luego del anuncio de ACARA de la caída del patentamiento de autos en un 30% interanual en agosto, la presidenta Cristina Kirchner salió al cruce de las empresas automotrices, y las acusó de no vender los autos y «encanutarlos».
«Por un lado se dice que no hay actividad y por otro lado se dice que no se están vendiendo autos», se quejó la Jefa de Estado, y luego indicó que «las fábricas dicen que no se venden autos pero en las concesionarios no hay».
Cristina indicó que «están acopiando autos» y luego fustigó: «Necesitamos que las empresas larguen los autos que tienen stockeados… aunque yo lo llamo encanutados».