(AP).- El aspirante presidencial republicano, Donald Trump, dejó ayer por un momento la campaña electoral para participar en la inauguración formal de su hotel en Washington, en un evento en el que volvió a generar polémica por combinar los negocios privados con su candidatura política. “Nada funciona con este Gobierno. Todo lo que toca, o lo rompe o lo arruina”, aseguró Trump rodeado de sus hijos Ivanka, Donald Jr. y Eric en uno de los salones del lujoso e icónico hotel en la capital estadounidense. “Los aeropuertos del país”, agregó, “parecen del Tercer Mundo”.
Trump no dejó pasar la oportunidad de criticar la “desastrosa” reforma sanitaria promovida por el presidente Barack Obama y conocida como Obamacare. Días atrás se anunció que los precios de los seguros médicos aumentarán en 2017, lo que el polémico magnate atribuyó a las fallidas políticas gubernamentales.
El hotel se encuentra en la Avenida Pensilvania, a medio camino entre el Congreso estadounidense y la Casa Blanca, por lo que Trump se jactó de contar con “el segundo edificio más codiciado” de Washington después de la residencia presidencial. Además, el empresario neoyorquino recalcó que el proyecto fue completado “en menos tiempo del previsto y por debajo del presupuesto”. “Así queremos trabajar cuando lleguemos a la Presidencia. Hoy presentamos una metáfora de lo que podemos conseguir para este país”, dijo, a menos de dos semana de las elecciones del 8 de noviembre. Afuera, cerca de un centenar de manifestantes protestaban contra el magnate y pedían boicotear el hotel con pancartas en las que se recordaban sus frases sexistas y racistas contra mexicanos y musulmanes.
Por su parte, su rival demócrata, Hillary Clinton, se refirió desde un acto en Florida a la apertura del hotel en Washington como parte de la “vieja historia” de Trump. “Sabemos que utilizó trabajadores indocumentados. La mayor parte de los productos de sus habitaciones son producidos fuera de EE.UU. Puede decir lo que quiera, pero miremos a los hechos”, sostuvo la ex primera dama, que cuenta con ventaja según las últimas encuestas. Junto a Hillary, estuvo el conocido chef español José Andrés, quien se iba a hacer cargo del restaurante del hotel de Trump, pero que actualmente está en litigio judicial con el magnate tras renunciar al proyecto debido a sus comentarios denigrantes contra los mexicanos.