Mendoza

#VAMOSMENDOZA / Newsletter de Mauricio Llaver

La pandemia nos ha templado. Y es un buen momento para acelerar el mito de que somos diferentes. La madre de todos los lobbies: el turismo extranjero. Coronavirus: ¿qué resultará del post velatorio? Lavagna dijo cosas serias, pero nadie lo escuchó. La policía moral maradoniana. Y un vino, por supuesto.

6 de diciembre 2020

TEMPLADOS POR LA PANDEMIA Y CON GANAS DE TRABAJAR. No sabemos cómo seguirán la pandemia ni la cuarentena, cómo vendrán las nuevas “olas”, si es que vienen, ni cuál será el resultado final de su impacto sobre la humanidad. Pero hay algo que a esta altura podemos rescatar en nuestro pequeño mundo mendocino, y es que por aquí hemos hecho las cosas con bastante criterio, a pesar de todos los problemas. Digo, en Mendoza hemos tenido un impulso hacia la mayor normalidad posible desde épocas tempranas, como el paso de Aspo a Dispo el 8 de junio. Y hasta resistimos un decreto nacional –gracias a una interpretación jurídica astuta- en un fin de semana largo en que parecía inevitable la vuelta atrás. Ahora, en que la apertura al turismo llega como un oxígeno vital, sabemos que el músculo no se ha atrofiado. Mendoza –la pública y la privada por igual- se ha templado con esta pandemia, y nunca se desvió de su valor fundamental: vivir del trabajo y de la creatividad. A no olvidar nunca eso.

EL MITO MENDOZA. Muchos grandes mitos se construyen en las adversidades y hasta en las derrotas, como hicieron los franceses con el París de la post Segunda Guerra Mundial. La Rive Gauche, los cafés, los grandes debates filosóficos, Sartre, Simone de Beauvoir, Camus… todo eso salió del formidable manejo de imagen que supieron hacer después de haber tenido la ciudad ocupada por los nazis entre junio de 1940 y diciembre de 1944. En esos casos, la salida de situaciones excepcionales es clave para el mito posterior. Mendoza, en pleno comienzo de la normalización –que esperemos que dure para siempre- está haciendo las cosas bien: la campaña #MODOMENDOZA en medios nacionales e internacionales, el levantamiento rápido de requisitos para ingresar, la difusión en programas como el de Marley (16 puntos de rating), nos está mostrando como provincia dinámica y atenta. Estamos golpeados por la pandemia pero no parecemos golpeados o tan golpeados como otros. Estamos ahí. Es un buen momento para acelerar la construcción del mito de que somos diferentes. No hay que desaprovecharlo.

ABRIR LOS CIELOS: LA MADRE DE TODOS LOS LOBBIES. En el Gobierno y el sector turístico saben que con el turismo interno se salvan algunos, pero no alcanza para que sobrevivan todos y, mucho menos, para explotar al máximo las posibilidades. Ahí entra, además de los autos que lleguen desde Chile, el factor aéreo, con el oxígeno de los vuelos directos internacionales. Empezando por San Pablo y Santiago y siguiendo con el vuelo de Copa desde Panamá. La presión sobre el gobierno nacional para abrir los cielos es la clave del momento. Y prepararse mejor que nunca, incluso sobreactuando, para que las medidas de seguridad sanitaria sean absolutamente perfectas desde el minuto en que llegue el primero de los extranjeros. Es el paso final y, en este momento, la madre de todos los lobbies para que nos pongamos más rápidamente de pie.

EL PIBE CAPO QUE NOS VE COMO “UN FARO”. Mateo Salvatto es un pibe de 21 años, campeón internacional de Robótica y tan capo en innovaciones tecnológicas que a mí me tienen que explicar siempre las cosas que hace. Pero lo que importa es que es un gran “influencer” y que estuvo en Mendoza haciendo cosas muy diversas, de lo cual resumo su espectacular hilo de opiniones en Twitter (donde tiene más de 103.000 seguidores): “Mendoza no solamente es un lugar mágico desde el punto de vista geográfico y turístico, sino que es un lugar de innovación, de amistad, de buena gente, de patria, de progreso y de futuro. Es un gran faro que Argentina puede (y debe) seguir (…) Mendocinos, valoren siempre lo que son y lo que logran. Desde ‘afuera’ sencillamente se nota que son una muestra de lo que Argentina podría ser si pensáramos a largo plazo, a conciencia y montados sobre el espíritu del trabajo y el esfuerzo, pero siempre pensando en el de al lado (…) Para quienes no hayan tenido el lujo: vengan a Mendoza. No sólo van a ver lindos paisajes, comer y tomar rico, sino que van a conocer a muchísima gente lindísima que les va a mostrar que una realidad mejor se puede y que, fundamentalmente, los van a hacer sentir en casa (…) Qué más les puedo decir? Simplemente, mendocinos, agradecerles por hacerme sentir en casa. Y agradecerles por mostrar que la Argentina es absolutamente posible con sociedades como la suya”.

CORONAVIRUS, UNA SEMANA DE NOTICIAS DECISIVAS. El coronavirus tendrá esta semana noticias decisivas en la Argentina, porque se cumplirán los famosos 14 días de la fase de contagio después del velatorio de Maradona. Ahí sólo habrá dos resultados posibles. O hay un aumento exponencial de casos como producto del tumulto, o quizás hayamos llegado a la famosa “inmunidad de rebaño” y haya que revisar todas las políticas restrictivas que se tomaron. Porque si los casos se mantienen, o siguen bajando, las limitaciones para la vida normal (y para la economía) serán más injustificables. Veremos. De los resultados de aquel papelón irresponsable extraeremos varias conclusiones interesantes.

LAVAGNA I: PAÍS FALLIDO, FICCIÓN PERMANENTE. Roberto Lavagna dijo esta semana un montón de cosas que merecían mucha mayor repercusión. Pero entre el coletazo de Maradona y la incomodidad de lo que planteaba, quedaron bastante abajo en las agendas periodísticas. Las rescato: “Hay quienes en el mundo califican a Argentina como país fallido” por su “absoluto estancamiento económico” que lleva 10 años y “empieza a tener características estructurales” (…) “Argentina tiene recursos para que este engranaje que está trabado se vuelva a mover, pero si no se enfrentan las situaciones estructurales, no se sale” (…) Hay que abandonar “la ficción permanente, la burbuja, el autoengaño, el macaneo y las explicaciones que se acomodan según les conviene, como que hay que proteger a los trabajadores, pero tienen más del 50 por ciento de los trabajadores fuera del sistema”.

LAVAGNA II: DEVALUACIÓN, ACUERDOS Y DENG XIO PING: “Una devaluación es siempre la admisión de una derrota, no necesariamente del gobierno que está de turno, a veces por combinación de los últimos gobiernos, pero a veces es inevitable” (…) “Una devaluación hecha en medio de una política pro inversiones pero no de discursos sino de hechos concretos; pro creación de empleo, no de discursos sino con un nuevo régimen, con una nueva justicia laboral que termine con el gran negocio de abogados, puede tener efectos positivos importantes, pero si se devalúa nada más y esto se le va a los precios al día siguiente, no ganó nada” (…) Hacen falta acuerdos entre “las dos grandes coaliciones, que se necesitan entre sí, o como mínimo dentro de la coalición mayoritaria, que hoy es gobierno, en una situación donde un líder trae al otro de su mismo partido para enfrentar grandes cambios, no para discutir sobre un juez o un embajador. Eso no va a cambiar nada, lo que va a cambiar es ver cómo hacemos para emplear al 50% de los argentinos que no tienen trabajo, que tienen changas o están en negro” (…) “Argentina necesita un Deng Xiaoping, que llega a dar vuelta China de la mano de Mao”.

LA POLICÍA MORAL EN VERSIÓN MARADONIANA. Diego Maradona dio y da para todo, incluso para que algunos se crean que son su “policía moral” (Gay Talese). Hay como una especie de “Maradonómetro” que mide cuánto y cómo se lo homenajea, y si la respuesta no es satisfactoria, se pueden desempolvar opiniones de muchos años atrás, que no resistirían, por ejemplo, muchos encumbrados dirigentes políticos de nuestro país. Estamos en una época peligrosa en la cual todos se sienten con derecho a juzgar a los demás y donde estamos yendo hacia una suerte de dictadura de la corrección política: si alguien no dice lo que corresponde, o no tiene el gesto que se espera de él, es condenado automáticamente. Estamos ingresando en una especie de edad oscura de la corrección política que, si se prolonga, puede llevar a la autocensura, “al asesinato de muchas ideas que están por nacer” (Frank Zappa, Eat that Question).

LA POLICÍA MORAL DE TALESE. Lo escribí aquí hace dos o tres semanas, pero lo voy a repetir porque lo merece. Gay Talese, gran escritor neoyorquino, 88 años: “Ahora, en Estados Unidos, casi todo es unidimensional. Especialmente entre las clases educadas: la corrección política domina por completo. Si usted, como profesor universitario, dice algo ‘incorrecto’ -es decir, algo a lo que se oponen sus estudiantes más obcecados-, su carrera académica habrá terminado. Si como editor elige publicar a un autor controvertido o alguna figura pública cuyo mensaje es ofensivo para cierto número de lectores, será despedido. Recuerde que el editor de The New York Review of Books, Ian Buruma, perdió su trabajo porque publicó a alguien cuyas palabras no fueron bien recibidas por algunos empleados de la revista, lectores y anunciantes (…) Casi todas las semanas hay nuevos ejemplos que muestran que si usted se arriesga y transmite algo que la ‘policía moral’ encuentra ofensivo, sufrirá terribles consecuencias”.

NO SÉ POR QUÉ NO ME SORPRENDE. (La Nación): “Una empresa a nombre de Matías Morla, abogado de Diego Armando Maradona desde hace más de 10 años, es la dueña de las marcas ‘El 10’, ‘Diegol’, ‘La Mano de Dios’, ‘Maradona’, ‘El Diego’ y otras 54 similares, y con clara vinculación al ídolo (…) Morla constituyó en junio de 2015 la empresa Sattvica SA, un adjetivo en idioma sánscrito utilizado para describir algo o alguien que tiene sattva, que es una palabra que significa luz, bondad y/o pureza. Morla fue su presidente, con domicilio en Puerto Madero. Y Maximiliano Pomargo, su cuñado, que luego se convirtió en secretario de Diego, fue nombrado director suplente”.

Y UN VINO, POR SUPUESTO. La búsqueda virtuosa de nuevos terroirs en Mendoza acaba de dar un nuevo salto con la denominación Campo de los Andes. Es el Alta Vista Albaneve Single Vineyard Campo de los Andes Malbec 2017, que posee un valor decisivo en toda esta búsqueda: es riquísimo. El dueño de Alta Vista, el francés Patrick D’Aulan, cuya familia produce vinos desde el año 1780, recalcó durante la presentación que a Alta Vista le tomó 20 años encontrarle a la vuelta a este viñedo, plantado entre 1998 y 1999. Fue muy estimulante escuchar a Didier Debono (enólogo) y Pamela Alfonso (agrónoma) cuando contaban todas las dificultades de la experimentación, incluyendo el dato de que Campo de los Andes tiene una extrema irradiación y luminosidad, lo cual genera una mayor amplitud térmica con las noches frías de la zona. El resultado es que de ese terroir (al cual los mendocinos siempre asociamos con el Ejército) ha salido ahora un Single Vineyard, que sorprende por la frescura en el aroma y en la entrada en la boca y que puede potenciar muchas buenas comidas.


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