Mendoza

AF y la velocidad de la crisis / Newsletter de Mauricio Llaver

Diez meses de un gobierno peronista, y otro peronista compara al presidente con De la Rúa. ¿Quién nos gobierna? ¿Quién nos muestra una salida? Una moneda (verde) y una cuasi moneda. Una ayuda para la Casa Ronald. Y un vino, por supuesto.

20 de septiembre 2020

TAN PRONTO Y YA SE HABLA DE DE LA RÚA. Un hecho impresionante se está registrando en la Argentina: que al presidente de la Nación lo están comparando con De la Rúa cuando apenas lleva diez meses en el gobierno. Para colmo, alguien del palo. “Mi impresión es que Alberto Fernández está groggy, como De la Rúa”, dijo el peronista Duhalde sobre el peronista Fernández. Quizás eso simbolice mejor que nada la velocidad y la profundidad de la crisis. Además lo dijo en una semana en que se endureció el cepo para millones de personas que destinaban 20 mil pesitos mensuales para proteger sus ahorros, y para los que todavía aspiraban a conocer un poco de mundo a través del turismo. Alberto debería repasar a Maquiavelo (El Príncipe, capítulo XVII): “Los hombres olvidan con mayor rapidez la muerte de su padre que la pérdida de su patrimonio”.

MUCHAS PREGUNTAS Y DOS PREGUNTAS. ¿Quién gobierna en la Argentina? ¿Alberto Fernández? ¿Cristina Fernández? ¿Quién gobierna la economía? ¿Martín Guzmán? ¿Miguel Pesce? ¿Quién gobierna la provincia que nos gobierna a todos? ¿Kicillof? ¿Berni? ¿Los intendentes del conurbano? ¿Cuál Alberto gobierna San Luis? ¿Fernández o el Alberto, el crédito local, que no deja pasar a nadie? La crisis de hoy tiene varias capas: crisis política, crisis económica, crisis financiera, crisis social y crisis sanitaria. Todas juntas, entremezcladas, interrelacionadas. Y los ciudadanos, más partidos al medio que nunca, y con dos preguntas que resumen todas las demás: ¿Quién nos gobierna? ¿Quién nos muestra una salida?

UN GRAN ACUERDO Y BUENAS INSTITUCIONES. La Argentina está muy mal, pero Alemania, Italia, Inglaterra, Francia, estaban peor cuando terminó la Segunda Guerra Mundial. Y salieron. La única manera conocida de recuperarse es con buenos acuerdos políticos y buenas instituciones. Eso es lo que proponen varios en la Argentina y es a ellos a quienes tenemos que escuchar (llamémoslo el espíritu profundo de lo que dice Duhalde, más allá de sus formas). Con un buen consenso y objetivos razonables se pueden conseguir milagros, como lo demuestran Daron Acemoglu y James Robinson en “Por qué fracasan los países”. Y como lo demuestran todas las naciones a las que nos queremos parecer, aunque después algunos de nuestros gobernantes nos alejen de ellas cuando se vuelven locos con sus cuotas de poder.

PAGNI, COMO SARTRE. En “A puerta cerrada”, Jean Paul Sartre definió toda una filosofía con una sola frase: “El infierno son los otros”. Tal vez Carlos Pagni haya calificado esta semana de forma definitiva al gobierno actual en su columna en La Nación: “El Gobierno es la pandemia”. El Banco Central “sometió al default a las empresas privadas al ordenarles refinanciar el 60% de sus deudas de capital (…) La negociación de la deuda pública que llevó adelante Martín Guzmán mereció muchos reproches (…) Pero esas deficiencias eran accidentales frente a su principal mérito: al sacar al Estado del default, evitó que se cerrara el crédito internacional para el sector privado. Es muy difícil de entender un equipo económico que después de acordar con los acreedores públicos condena a las compañías a una reestructuración en masa. No hay antecedentes: los problemas crediticios que se podían esperar por la emergencia sanitaria los produjeron los funcionarios. El Gobierno es la pandemia”.

PAÍS BIMONETARIO: DÓLAR Y UNA CUASI MONEDA. Los historiadores del futuro analizarán que en 2020 la República Argentina tenía dos monedas. La principal era el dólar, que se utilizaba como elemento de ahorro y como referencia para precios de propiedades, automóviles y otros bienes. La otra era el peso argentino, que obraba como una suerte de cuasi moneda que se utilizaba para las transacciones cotidianas y de la cual los argentinos se desprendían lo más rápidamente que podían. También registrarán que circulaba el mito de que el país no tenía dólares suficientes para la producción, lo cual era un error, porque dólares había en cantidad. El problema era que estaban depositados en el exterior en cuentas privadas o en los colchones, y que los ciudadanos los atesoraban como medio de protegerse de los desvaríos de los gobiernos.

PALABRA DE EXPERTO. Guillermo Moreno, en Infobae. “Argentina va a tener el récord de destrucción de su economía gracias a las decisiones de Alberto Fernández (…) Creo que hay una percepción generalizada de que si el Gobierno no cambia, fracasa. La gente está viviendo muy mal y era obvio que iba a pasar. De las 18 millones de personas que estaban trabajando en marzo quedaron activas poco más de 4 millones a partir de la cuarentena, cómo no esperar que la economía se cayera como un piano (…) Es la primera vez en la historia que estamos peleados con Brasil, Paraguay, Bolivia y Chile al mismo tiempo. ¡Hay que pelearse con los paraguayos y los bolivianos! Hay que hacer las cosas muy mal para que algo así ocurra. Está claro que si este gobierno no cambia, fracasa”.

UNA AYUDA PARA LA CASA RONALD. La Casa Ronald McDonald no puede hacer este año su cena anual de recaudación de fondos, por razones obvias. Pero le buscaron una vuelta –la preventa de vouchers de restaurantes y de restaurantes de bodegas- para ayudar a niños y familias que tienen muchos más problemas que quienes participamos de esta Newsletter. Me pidieron una ayuda para hacer contactos (soy sólo uno dentro de muchos) y acepté con gusto, porque uno de los recuerdos más emotivos de mi vida fue cuando visité por primera vez, en 2003, la Casa Ronald de Mendoza (siempre me reproché no haber retenido el nombre del anfitrión, porque yo lo escuchaba y pensaba que esa obra era el bien absoluto). Así que ahora está la oportunidad de darles una mano a través de una idea muy flexible: donar vouchers de menús básicos, que se pueden usar durante muchos meses, con la posibilidad de que los restaurantes después ofrezcan upgrades de lo que deseen cuando se concreten esos consumos. Además de toda la manija que la Casa Ronald le va a dar al tema en todo el país. Y, especialmente, del bálsamo para el espíritu que significa colaborar en algo bien concreto, sobre casos comprobables, en circunstancias de la vida que superan cualquier otro tipo de preocupación (por si quedan dudas: niños con cáncer, por ejemplo). La campaña se llama “De Buena Cepa”, y es una buena ocasión para demostrar que uno la tiene.  Contacto: Luis Zambonini, 2614710096

Y UN VINO, POR SUPUESTO. Desde su lanzamiento, el Tomero, de Bodega Vistalba, se transformó en una gran marca argentina, de esas que se instalan como confiables, de gran relación precio-calidad. Uno sabe que cuando compra cualquiera de sus varietales se está llevando algo bueno, seguro, que no falla nunca y que hace que cualquier comida sepa mejor. La línea clásica tiene Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Chardonnay, Sauvignon Blanc y Torrontés. Pero desde el año pasado se agregó el Rosé de Pinot Noir y, señores, ese Rosé es un lujito. Ahora se está lanzando el cosecha 2020, un 100% Pinot Noir con uvas de Los Árboles, Tunuyán, que tuvo una maceración en frío de sólo dos horas. Traducción: un cuidado absoluto del color, que ya se bebe con los ojos y que resalta todavía más gracias a una botella grabada, para que la etiqueta no interrumpa su contemplación. Ahora que llega la primavera y las tardes se alargan, este Tomero, fresco y amigable, es maravilloso para encarar el tramo final del día.

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