Después de haber traído hace un año la NotMayo , la startup chilena NotCo lanzó en el país la NotBurger, una hamburguesa vegetal creada con inteligencia artificial que emula el sabor de una de carne, pero usando plantas.
De acuerdo con la empresa para hacer una de estas hamburguesas se usa un 83% menos de agua y se libera un 89% menos de CO2 en el ambiente en comparación con una de carne. La NotBurger tampoco tiene huevo, lactosa ni gluten, por lo que también puede ser consumida por personas que tienen intolerancia a esos ingredientes.
«Sabíamos que había que encontrar la manera de transformar la industria alimenticia en una industria más sustentable. No queríamos que la gente abandone esos alimentos que ama, así que nos propusimos hacerlos de otra forma», dijo Mauricio Alonso, country manager para Argentina.
La NotBurger ya está disponible en cadenas de supermercados como Carrefour, Jumbo y Disco, así como también en dietéticas y tiendas online. En restaurantes, por el momento, solo se la puede encontrar dentro del menú de Kevin Bacon, pero pronto se sumaría a la oferta de otras hamburgueserías.
Otra hamburguesa vegetariana es la Friburger Meat Free que ofrece la food tech de alimentos congelados Frizata a la que sumó recientemente las FriNuggets Meat Free (bocaditos vegetarianos que recrean el sabor y la textura del pollo), las FriBites Meat Free (albóndigas con corazón de mozzarella) y la nueva versión de la FriBurger rellena con queso.
«Desarrollamos esta línea pensando en el consumidor flexitariano, una tendencia cada vez más presente en la Argentina. Con estos productos Fri pueden disfrutar de la experiencia de comer carne sin carne de forma práctica y accesible», explicó Adolfo Rouillon, uno de los dos emprendedores rosarinos detrás de la empresa.
Estos productos 100% meat free, sólo se venden en la web de Frizata y llegan a domicilio en un rango horario programado. De acuerdo con la empresa, esta línea mueve el 20% del total de las ventas, mientras que los productos vegetarios (incluidos estos) representan un 65%.
Fuente: La Nación