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Eddie Rodríguez tiene algunos puntos en común con César, el encantador de perros que suele aparecer en Animal Planet. Sólo que en el caso de Rodríguez, su comunicación no es con «el mejor amigo del hombre» si no con otro animal, común también por estos lares: las vacas.

En Morteros, Córdoba, Rodríguez -que tiene un background como ejecutivo tecnológico- desarrolló un software que sirve para mejorar el rendimiento de los tamberos de todo el mundo, sin que importe demasiado el nivel tecnológico del establecimiento en cuestión. Por eso, el software de Rodríguez se usa en todo el mundo: ya hay 200 países que bajaron la app, que también se usa para ganadería.

Con una inversión de US$ 50.000, aportados por su familia y amigos, logró desarrollar un software que, en sus palabras, «ayuda a los productores a simplificar su trabajo». Básicamente: midiendo los niveles de bienestar de animales como vacas -aunque también se puede usar para ovejas, cabras camellos, llamas y alpacas- se puede mejorar su producción de leche.

La API conecta con equipos en establecimientos ganaderos y, mediante una app muy intuitiva, le dice a los dueños de tambos qué se necesita para «mimar» a los animales y mejorar la eficiencia de la operación. La plataforma funciona totalmente online y en entornos móviles y funciona con códigos QR para identificar parcelas.

La aplicación es gratuita, pero tiene una versión premium (con versiones agregadas) que es la que permite, junto con la publicidad, su monetización. «Los tamberos pueden tomar decisiones en tiempo real; era un segmento que necesitaba un upgrade tecnológico».

Glocal

El desarrollo de Rodríguez empezó en Córdoba -donde el negocio de la familia de su esposa siempre estuvo relacionado con el campo- pero nunca pensó a la app como un desarrollo para Argentina solamente. Tiene sentido, si se considera que el número de tambos independientes no para de decrecer en el país por el escaso margen que aporta el negocio de la leche a esa escala.

«El mercado argentino es muy particular – reconoce Rodríguez- por eso siempre lo pensamos a escala global; es un negocio que opera en volúmenes. El mercado de la leche en Argentina es muy pequeño, tiene solo 10.000 tambos, estamos viviendo una verdadera crisis. En Brasil, hay 1,5 millones de tambos, por ejemplo, y en Colombia, 400.00». Sí, dice Rodríguez, el buen posicionamiento de Argentina en temas agropecuarios ayudó a Tambero.com a conseguir mercados internacionales.

Actualmente, la app registra más de 300 descargas diarias. Con los ojos puestos en varios proyectos que prometen llevar conectividad a zonas remotas, el potencial de la plataforma es infinito.

Aunque costó conseguir fondos de incubadoras y desarrolladoras, el éxito del proyecto en el mercado internacional hizo que varias firmas de Sillicon Valley tocasen a su puerta. Están corriendo su primera ronda de inversión y buscan US$ 1 millón para invertir en mejorar la aplicación y crear una mejor UX de cara al tambero promedio.

Recientemente, además, ganó el premio de Microsoft Affordable Action Initiative -que premia a 12 emprendimientos innovadores en el mundo- que, además de tener un estimulo monetario, crea conexiones entre emprendedore y ejecutivos de negocio para hacer crecer emprendimientos con valor.

Entre otras mejoras, estiman que este dinero se usará para el desarrollo de un chatbot en la plataforma móvil con inteligencia artificial y aprendizaje automático para que los granjeros se comuniquen mejor todavía con los animales.

Fuente: Infotechnology

Un estudio desarrollado por AACREA señala que los resultados económicos esperados de la soja y del maíz para la campaña 2015/16 serían negativos para la mayoría de las zonas productivas si se obtienen los rindes históricos de cada región y si se mantienen los precios a cosecha que ofrecen los mercados a término.
“Los cálculos realizados consideraron planteos productivos en campos arrendados según valores de alquileres para esta campaña y demuestran que en el 85% de los departamentos/partidos analizados, la producción de maíz y de soja sería económicamente inviable porque el rendimiento promedio zonal se ubica por debajo del rinde para cubrir los costos. En el caso del cereal, a nivel general, el rinde medio del maíz se encuentra 75% por debajo del rinde para cubrir los costos de producción. En la soja, el rendimiento medio es 40% menor al rinde para cubrir los costos”, señalan desde AACREA.
Para dar una mayor claridad de la dimensión de lo que acontece en la mayoría de las zonas productoras, también se analizaron planteos productivos en campo propio mediante el cálculo del radio de viabilidad. De esta manera, para la campaña 2015/16, el cultivo de maíz proyecta un radio de viabilidad de 30 km, en tanto que el de la soja es de 117 km. Es decir, un planteo de soja a más de 117 km de su destino comercial sería inviable económicamente, de acuerdo a las condiciones de rendimiento promedio, costos y precios proyectados en el contexto actual. En ese sentido, la frontera de viabilidad determinada por este radio se contrajo en las últimas tres campañas analizadas. En particular, en la campaña 2013/14 dicho indicador alcanzaba 300 km para el maíz y 275 km para la soja.
Según las proyecciones realizadas para la campaña 2015/16 del maíz, dicha área de inviabilidad representaría el 83% del total de la superficie maicera. En el caso de la soja, dicho porcentaje asciende al 44%.
En las últimas tres campañas se observa una ampliación de la superficie donde, bajo las condiciones actuales, la actividad agrícola se torna económicamente inviable. Esta situación abarca a todas las zonas productivas y cultivos, incluso en aquellas regiones de mayor productividad y cercanas a puertos e industrias.
 
 

La Bolsa de Cereales de Córdoba emitió un duro comunicado en el que plantó su posición en relación a la difícil situación que atraviesa el rubro agropecuario, afirmando que la superficie sembrada de los diferentes cultivos caerá en la próxima campaña porque el campo está «en crisis» porque el sector «está golpeado y desfinanciado».
Según reproduce el sitio Agroverdad, el documento analiza que “ante un contexto internacional que no luce favorable, en el ámbito local se mantienen medidas que acentúan las distorsiones en la economía y en los mercados agropecuarios que agregan incertidumbre: cupos, retenciones, esquema impositivo retrógrado e inadecuado, discrecionalidad en la toma de decisiones, no respeto a las instituciones y falta de diálogo”.
Por eso, la Bolsa de Cereales de Córdoba “expresa su preocupación sobre esta grave situación que le toca atravesar a la cadena agroindustrial y a otras numerosas actividades”.
La institución señala que en Córdoba y en el resto del país, muchos campos quedarán sin sembrarse como consecuencia de la nula rentabilidad de los cultivos. Los números del maíz cierran en rojo al igual que los de soja en campo arrendado (más del 50% del área) y la incertidumbre en el mercado triguero redujo la siembra entre un 20% y 30%. Los costos aumentan, la infraestructura para el traslado de la producción es deficiente y la implementación de tecnología a los cultivos es cada vez menor. Avanzando en los eslabones de la cadena, la cantidad de frigoríficos y tambos que deben abandonar la actividad aumenta, la venta de maquinaria agrícola cae y con ello la producción de equipos, entrando en riesgo miles de puestos de trabajos en los pueblos.
De esta manera, la Bolsa remarca que “la crisis del campo nos golpea a todos, repercute en los ingresos y empleos de las ciudades, pueblos del interior e incluso las urbes más grandes. El Gobierno Nacional le da la espalda a esta realidad, y no se hace cargo de la gravedad de la crisis que hoy enfrenta buena parte del territorio argentino. Si bien el 15 de julio se realizaron anuncios que contemplan la devolución de una parte de las retenciones, se trata de una política que se aplica de forma arbitraria, discrecional e inequitativa a un número limitado de productores. Es una medida que no influirá en absoluto en las decisiones de producción, debido a que el sector necesita más certezas, y menos burocracia”.
“El campo está golpeado y desfinanciado. A futuro, el panorama es tremendamente desalentador”, sentencia la declaración.
“De no mediar un cambio en la política, la situación será aún más complicada y se tornará insostenible. En el corto plazo se necesitan medidas urgentes: eliminación de ROEs, eliminación parcial o total de retenciones y un tipo de cambio competitivo o diferencial para el agro. En el largo plazo, la clave debe ser la competitividad de la cadena agroindustrial argentina, con una visión federal. Debe surgir de la interacción entre los sectores públicos y privados, con diálogo, disenso y consenso, pregonando el respeto de las partes. Lógicamente que infraestructura y reglas claras son pilares fundamentales para lograrlo. Asimismo, la cadena debe pensar como una unidad y no como actividades con intereses contrapuestos”, agrega el comunicado.
Y concluye expresando que “la Bolsa de Cereales de Córdoba, al igual que otras instituciones, se suma al pedido de apertura al diálogo y brinda su voluntad de colaboración para solucionar este problema que es de todos los argentinos”.
La Rural, muy crítica
La opinión de la Bolsa se conoce al mismo momento en que abrió sus puertas la Rural de Buenos Aires con duras palabras de parte del presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Etchevehere.
Entre otras cosas, Etchevehere advirtió que «sería una mala noticia» que el precandidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, mantenga la política agropecuaria impulsada por el kirchnerismo durante la última década en caso de imponerse en las elecciones de octubre.
Durante el tradicional corte de cintas de la muestra 129° de Palermo, el electo jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se mostró a favor de «reducir» o «eliminar las retenciones» a las exportaciones granarias, y consideró necesario «sacarle el pie que le pusieron en la cabeza al campo en estos diez años».
El actual jefe de Gabinete -que reemplazó a Mauricio Macri, ausente por un tema de «agenda»- instó también a «volver al diálogo» entre la Nación y la dirigencia rural, aunque dudó que «de un día para el otro el Gobierno saque un plan de la galera» para favorecer al sector agropecuario.
Sin contar con representantes de la Federación Agraria Argentina (FAA), Etchevehere estuvo acompañado de sus pares de CRA, Rubén Ferrero, y de CONINAGRO, Egidio Mailland, quienes en diálogo con DyN apoyaron los pedidos realizados por la Sociedad Rural respecto a la necesidad de contar con definiciones políticas por parte de Daniel Scioli.
«En el campo, se pueden generar 700 mil puestos de trabajo en forma directa y 400 mil de manera indirecta, es decir un 1,1 millón de empleos de aquí al 2020, y esto es lo que está en juego en estas elecciones: todos los partidos de la oposición han presentado por escrito lo que harían con este sector que aporta el 60 por ciento de las divisas que entran al país y representa un tercio de la mano de obra», dijo Etchevehere.
Agregó que «lamentablemente hasta ahora el oficialismo no lo ha hecho, cuando venimos de doce años de políticas del oficialismo que han perjudicado la actividad agropecuaria: con 138 frigoríficos cerrados, 18 mil trabajadores de la carne en la calle, desaparecieron 34 mil productores ganaderos, sembramos el mismo trigo que hace 100 años, y hay desocupación y ruptura de la cadena comercial en el Interior».
«Por esto, tenemos que preguntarle al candidato del oficialismo (del Frente para la Victoria), por escrito, como han hecho otros, no es acto de soberbia: no basta con decir ‘vamos a revisar las retenciones'», dijo Etchevehere, y consideró que «necesitamos algo más concreto».
Por ello, la SRA reclamó «definiciones» sobre la situación futura de las retenciones, ROEs, política cambiaria y monetaria, entre otras cuestiones, y por ello, según Etchevehere, «sería más que una mala noticia» que Scioli, de triunfar en las elecciones presidenciales de octubre, se disponga a mantener la política agropecuaria impulsada por el kirchnerismo.
El dirigente ruralista consideró que «ojalá» Scioli pueda «revisar la frase» dada por el candidato que refirió que con su administración ‘no se dará un paso atrás’ con la política impuesta en los últimos años.

La Dirección de Estadísticas y Censos de la Provincia publicó el Informe de Coyuntura Económica de Córdoba correspondiente a junio y que, por primera vez en el año y con una llamativa demora, incluyó datos con respecto a la evolución de las exportaciones provinciales en lo que va de 2015.
Y el resultado en sí no es bueno ni malo: de enero a marzo se exportaron productos por US$ 1.533 millones, casi exactamente la misma cifra que la acumulada en el primer trimestre del año pasado: US$ 1.537 millones.
Pero los datos sí pueden ser leídos con optimismo o pesimismo dependiendo de desde qué sector sean interpretados. Es que, por ejemplo, las ventas externas de Productos Primarios se expandieron 76% de un ejercicio a otro, pasando de US$ 213 millones a US$ 375 millones. Aunque los precios internacionales de los granos han bajado sustancialmente en comparación con 2014, la mayor cosecha explica gran parte de esta tendencia.
Sin embargo, las buenas perspectivas se acaban cuando se mira el comercio exterior generado por la industria. En el caso de las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA), su aporte bajó 8,5%, de US$ 809 millones a US$ 740 millones.
Pero más fuerte aún fue el descenso del 18,9% de las Manufacturas de Origen Industrial (MOI), el sector que más valor agregado genera. Fueron casi US$ 100 millones menos exportados en los primeros tres meses: de US$ 515 millones a US$ 418 millones.

(Télam) – La Argentina alcanzará en esta campaña una cosecha récord de 119 millones de toneladas.
Así lo anticipó el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela. Según las estimaciones oficiales, serían 60 millones de toneladas de soja; 31 millones de toneladas de maíz, y 13,9 millones de trigo, entre otros cultivos.
Desde Italia, donde participó en la Expo Milán, el ministro hizo este anuncio, basado en la información con la que cuenta el ministerio.
Según pudo saber Télam, las estimaciones oficiales hablan de una cosecha de 60 millones de toneladas para la soja, 31 millones de toneladas para el maíz, 13,9 millones de tonelada para trigo, 3,5 millones de sorgo granífero, 3,16 millones de girasol y 2,9 millones de cebada.
El resto se completa entre arroz (1,5 millón de tonelada), maní (970.000 kg), avena (502.000), poroto negro (372.000), alubia (276.480), arveja (120.000), colza (99.500), centeno (87.300), poroto (57.400), garbanzo (48.500), alpiste (30.700) , cártamo (28.680), cebada forrajera (23.300), lino (18.280), lenteja (17.000) y otros cultivos (400.000).
Por su parte, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó que la soja alcanzaría una cosecha récord de 60,8 millones de toneladas, por encima de la estimación oficial.

“Argentina necesita un modelo de desarrollo autónomo. La ausencia de un modelo de desarrollo económico ha hecho que vivamos en un péndulo maléfico del que no podemos salir, con crecimientos espasmódicos que terminan en crisis y cuya única solución es la monetarista del ajuste, donde los que pagan las cuentas son los que generan riqueza”.
Con esas palabras, el gobernador José Manuel De la Sota comenzó su discurso ante un millar de productores agropecuarios presentes en las agrojornadas organizadas por la Bolsa de Cereales, Agroverdad y La Voz del Campo en el Dinosaurio Mall.
En su rol de candidato a presidente, De la Sota fue el encargado de cerrar el evento por el que más temprano pasaron Mauricio Macri y Sergio Massa, este último sólo minutos antes que él ya que ambos llegaron juntos al complejo comercial de barrio Alto Verde.
Con respecto a qué significa “construir un modelo de desarrollo autónomo”, una proclama que utilizó varias veces durante su alocución, agregó que es fundamental para eludir los frecuentes ciclos de “aventurerismo y ajuste” a los que está acostumbrado el país y que, para ellos, se necesitan “políticas sanas que nos permitan devolver a la Argentina al mundo”.
Según De la Sota, “del horizonte financiero estamos afuera, y la relación con los países de la región está muy mal” y que por ello “necesitamos un modelo de desarrollo autónomo que fije un rumbo, una Argentina que repita estas tres palabras: aprender, trabajar y producir”.
A la hora de las promesas electorales, habló de eliminar la inflación con un plan que permite bajarla 10 puntos por año hasta llegar al cuarto año con un nivel similar a la de los países latinoamericanos y utilizó su caballito de batalla: la reducción de impuestos.
“Acá hay que juzgar conductas y yo les pregunto: ¿Cuándo se bajó un impuesto en Buenos Aires bajo la gobernación de Daniel Scioli? ¿Cuándo Mauricio Macri bajó el ABL porteño que es uno de los más caros de Latinoamérica? Yo soy el único político de la democracia argentina que prometió bajar los impuestos y lo hizo. Y que cada vez que tuvimos que actualizarlos en función de la inflación, lo hicimos consultando y dialogando con el sector privado”, se ufanó De la Sota.
Y luego insistió con la necesidad de un plan de desarrollo, utilizando la metáfora de que la Argentina es como “una familia que viene perdiendo el rumbo desde hace años”, donde “hay que eliminar la cultura de la vagancia y reemplazarla por el productivismo inclusivo”.

El diputado nacional y pre candidato presidencial por el Frente Renovador, Sergio Massa, pasó por Córdoba, oportunidad en la que estuvo reunido con su aliado y rival en las PASO, José Manuel De la Sota, con quien fueron juntos a hablar ante un millar de productores agropecuarios en unas jornadas destinadas a dicho sector realizadas en el Dinosaurio Mall.
En ese marco, además de señalar que a partir del 11 de diciembre “se termina la etapa de la extorsión al campo” y de realizar promesas específicas como eliminar las retenciones al trigo y al maíz o destinar créditos blandos a la ganadería, el ex intendente de Tigre ratificó su promesa, a esta altura ya su eje principal de campaña, de “empezar a premiar al que trabaja y produce, y castigar a la timba y la renta financiera”.
“Miren cuánto pagan ustedes de impuesto final y cuánto paga el juego. Cuánto pagan en la cadena de valor y cuánto la compra venta de acciones. Se van a encontrar con una realidad: en Argentina nos pusieron el inodoro en la cocina y la heladera en el baño. En Argentina premian al que timbea y castigan al que trabaja y produce”, disparó.
En ese sentido, subrayó que al plantear la eliminación de impuestos a las pymes “no estamos diciendo que vamos a desfinanciar al Estado, sino que les vamos a cobrar como hay que cobrarles al juego y la renta financiera, a pesar de que vivimos en un país donde parecieran intocables”.
E insistió: “Tocar el interés del juego es incómodo para algunos, pero si no lo tocamos vamos a seguir con los incentivos mal puestos. También sé que es incómodo tocar la renta financiera. Pero la Argentina necesita animarse a tocar los intereses de los amigos del poder, para volver a poner prioridad en los intereses colectivos”.

El ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentos de la Provincia, Julián López, criticó con dureza los ataques sufridos por productores agropecuarios en las últimas horas, que se vieron perjudicados por delincuentes que destruyeron los silos bolsa a donde guardan los granos. En ese marco, prometió mejorar la seguridad para el sector rural.
«Esas acciones transmiten un mensaje cuasi mafioso, de decirle al productor que no puede estar tranquilo porque hay gente que quiere que la pase mal», señaló López en el marco de las jornadas sobre el agro realizadas en el Dinosaurio Mall.
 
Por eso, López prometió diversas medidas para intentar que estos hechos no vuelvan a ocurrir. «Queremos que los mismos productores puedan trabajar en el diseño de políticas seguridad para el sector agropecuario. Vamos a incorporar más de 100 camionetas para patrulla urbana que permitirán trabajar para prevenir los delitos y que se resuelvan», subrayó.
Y agregó: «Vamos a poner todos los esfuerzos para que los autores intelectuales de ese tipo de ataques paguen como corresponde. Con la cárcel y el escrache público como el que han sufrido en su momento muchos productores».
Por otra parte, López destacó que las estimaciones de cosecha oficiales del Gobierno indican que el total del ciclo 2014/2015  arrojará una cosecha de 31,5 millones de toneladas de granos, marcando una nueva marca histórica, superando el anterior récord de la campaña 2013/2014 por más de tres millones de toneladas.
No obstante, subrayó que «lamentablemente no todo es festejo», ya que estas cifras positivas «se contraponen con una caída tremenda de la rentabilidad por condiciones macroeconómicas malas como la caída de los precios internacionales y el aumento de los costos internos».
Políticamente, su única declaración «picante» fue cuando mencionó que «más temprano que tarde sabremos que habrá un gobierno nacional que vuelva a tener al sector productivo como aliado, y de esa manera algunas producciones volverán a ser rentables. Tenemos las condiciones para lograrlo».
 

La Bolsa de Cereales de Córdoba emitió una nueva estimación de cosecha de granos gruesos en la provincia que arrojó como dato saliente que el aporte económico de los principales granos –soja y maíz– caerá en casi US$ 1.800 millones en relación a la campaña 2013-2014.
En este nuevo informe, la Bolsa ratificó su previsión de una cosecha de soja de 17,2 millones de toneladas, 28% por encima del año pasado y marcando un récord histórico. Sin embargo, el derrumbe de los precios respecto a 2014 hará que el valor bruto de la producción de esta oleaginosa esté en US$ 6.220 millones, lo que significa una baja del 13% o US$ 930 millones frente a los US$ 7.150 millones calculados en la temporada anterior.
cuadrito soja bolsa cereales
A esto hay que sumar US$ 830 millones menos del maíz, como consecuencia de una producción que rondará las 10,7 millones de toneladas, 23% por debajo de las 13,9 millones obtenidas un año atrás. A valores FOB, eso implica actualmente unos US$ 1.800 millones que aportará este cultivo.
cuadrito maíz Bolsa cereales
Es decir que, entre ambos, movilizarán unos US$ 8.000 millones, cuando en la campaña 2013-2014 habían sido casi US$ 10.000 millones. Exactamente, son US$ 1.760 millones que, multiplicados por el dólar oficial ($ 9), implican una pérdida para la economía de $ 15.840 millones, el equivalente a dos proyectos de gasoductos troncales para el interior como los que está licitando el gobierno provincial.

Una estimación realizada por el economista Juan Manuel Garzón del IERAL de Fundación Mediterránea indica que, con políticas que los incentiven, los productores agropecuarios podrían “ayudar” al próximo Gobierno con alrededor de US$ 3.700 millones, teniendo en cuenta la soja que quedará sin vender y un precio similar al que tiene actualmente.
“El campo puede aportarle nuevos ingresos y mayores divisas al próximo gobierno. Pero para que ello suceda resultará clave la propuesta económica de las nuevas autoridades”, señala el análisis de Garzón quien da además algunas pautas de cuáles son las variables que debería atacar la próxima gestión: estabilidad de precios, menor carga tributaria, eliminación del cepo cambiario y mayor libertad en el comercio de granos.
“Para que el campo vuelva al ciclo virtuoso serán necesarias algunas medidas concretas mínimas, caso de la eliminación de los cupos de exportación de trigo y maíz o de la baja de al menos algunos puntos en las alícuotas de los derechos de exportación sobre aquellos productos que menos ponderan en las arcas del fisco”, destaca Garzón.
En ese marco, el economista subraya que “la rentabilidad del sector se encuentra en su mínima expresión, con costos que se han duplicado en dólares desde el año 2000” y da algunos ejemplos concretos al respecto. Mientras el tipo de cambio creció 790% desde 2000/2001 y el precio de la soja en Rosario subió 1.014%, los salarios en el transporte ascendieron 1.630%; el gasoil, 1.817%; las maquinarias agrícolas, 1.693%; y la carga impositiva sobre la tierra, incluyendo impuesto inmobiliario y otros tributos creados por la Provincia, aumentaron 1.715%.
Por eso, Garzón sostiene que “en suma, si se propone recuperar competitividad en los sectores productivos exportadores, el campo invertirá para ampliar sus unidades productivas y también hará ingresar al circuito económico producción inmovilizada que se encuentra a la espera de mejores condiciones de comercialización”.
La buena noticia para el próximo gobierno es que el ciclo 2014/2015, que se está terminando de recolectar, será récord y eso implica una gran abundancia de granos hasta (al menos) el tercer trimestre de 2016, debido a que ya hoy en día hay una gran retención de granos por parte de los productores a la espera de mejores precios internacionales.
De ahí que Garzón proyecta que “una estimación conservadora indicaría existencias de soja por encima de una relación histórica normal por más de 10 millones de toneladas en 2016. Tomando un precio de exportación 2016 de US$ 370 dólares la tonelada, similar al nivel que actualmente tiene la oleaginosa, implica que el próximo gobierno tendrá una reserva de US$ 3.700 millones en soja, que podrá usufructuar en la medida que genere condiciones atractivas para que los productores se desprendan de la oleaginosa”.