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El Centro de Almaceneros, Autoservicios y Comerciantes Minoristas de Córdoba lanzó hoy un novedoso sistema de provisión y comercialización de mercadería con el que buscan abaratar los costos para los propios negocios y para el público en general.
Se trata concretamente de una red social de “almacenes distribuidores”, que oficiarán como una suerte de mayoristas con comercios más pequeños de su zona de influencia, bajando los costos de adquisición de la mercadería y de los fletes.
El lanzamiento formal ocurrió en el marco de la firma de un convenio con la Fundación Banco de Córdoba, en el marco del Plan Desarrollo Noroeste del gobierno provincial. Por el lado del Centro de Almaceneros rubricó el secretario, Víctor Marconetti; y el director, Germán Romero; y por el lado de la Fundación lo hizo el presidente, Miguel Majul; y el vice, Dardo Iturria.
Esta “Red Social del Centro”, como se denomina el sistema, consiste en “un número creciente de bocas de Almacenes Distribuidores, se comenzará con cinco en principio, pero paulatinamente se irá incrementando en número y se estima que promediando fin de año alcanzará el número de 50, que son almacenes y autoservicios, asociados a la Entidad, preparados técnica y profesionalmente para ofrecer un servicio logístico que abastecerá a, por lo menos, otros 40 comercios minoristas dentro de un radio de veinte cuadras a la redonda, reduciendo significativamente los costos de transporte e intermediación”, explicaron desde la entidad almacenera.
Así, esto permitirá “que los productos lleguen al consumidor, en los barrios, a precios mucho más accesibles que los vigentes hoy en el mercado”.
En este marco, el rol de la Fundación Banco de Córdoba será colaborar en la financiación de algunos de los primeros Almacenes Distribuidores, especialmente en aspectos abocados a mejorar la cadena de frío, y, además, identificando y vinculando con el Centro a nuevos proveedores, particularmente del noroeste provincial, que diversifiquen la oferta y cumplan con los requisitos para participar del sistema.
“Los Almacenes Distribuidores de la Red Social tienen por objetivo generar nuevos canales de comercialización, posibilitando a muchos productos llegar a un vasto mercado de la capital cordobesa que de otra manera sería, por los costos, imposible. Además, el fortalecimiento de los 2.000 comercios que se estima se favorecerán al disponer de una mejor oferta de mercaderías a un mejor precio, con el impacto que producirá en el empleo del sector y, por último, el beneficio a los consumidores que, por eliminar al máximo los costos de intermediación, dispondrán de más productos a un mejor precio”, destacaron desde el Centro almacenero.
Como ejemplo, la entidad citó la leche fluida, cuyo consumo se retrajo en un 24% en los dos últimos años, “período coincidente con la desaparición de las segundas marcas que, por distintas causas, eligieron ser comercializadas en otros mercados, en perjuicio de los pueblos del interior del país”. “Hoy nuevamente, a través de la Red Social, se dispondrá gradualmente de leche fluida de primera calidad, que será comercializada en los comercios minoristas barriales, al público a un precio inferior a los $ 9,00”, prometen.

El Centro de Almaceneros, Autoservicios y Comerciantes Minoristas de Córdoba difundieron su informe mensual de coyuntura en el que, más allá de los habituales datos referidos a inflación y pobreza, expresaron una fuerte crítica contra las empresas lácteas, a las que acusan de perjudicar a los cordobeses por no traer productos más baratos como los que sí venden en Buenos Aires.
«Nuestra institución sigue con altísima preocupación la caída general –exceptuando el queso cremoso- del consumo de lácteos en general, en particular el de la leche fluida -alimento nutricional por excelencia y necesidad, en la niñez-. De igual manera, nos intranquilizan, los cambios generales de la conducta alimentaria de los consumidores, como efecto de la perdida del poder adquisitivo, fenómeno que se profundiza cada vez mas tanto en los barrios
periféricos de la ciudad de Córdoba, como en localidades y comunas del territorio provincial con mayor grado de
vulnerabilidad -menor consumo de carnes, frutas y verduras y mayor consumo de pan, yerba, fideos, arroz– conducta que consideramos perjudicial para la nutrición», subrayan los almaceneros en su informe.
Y acto seguido, disparan: «Para torcer esta preocupante realidad, no alcanzan ya las denuncias públicas ni los reiterados reclamos; está demostrado que las empresas lácteas que ostentan el liderazgo en la inserción del mercado; han decidido por propia, indicada o acordada voluntad, depositar mayoritariamente en Provincia de Buenos Aires – CABA y conurbano – sus productos mas económicos – 2º marcas – relegando las necesidades básicas de los Cordobeses, sin otra opción para las familias, que adquirir por necesidad, las primeras y mas onerosas marcas».
De acuerdo al informe de los almaceneros, las ventas repuntaron 1% en mayo con respecto al mismo mes del año pasado, aunque aclararon que dicho mes había sido el peor de los últimos 12. «La economía del sector comercial minorista continúa atravesando uno de sus momentos mas duros de los últimos 15 años. Las ventas repuntan muy lentamente pero no alcanzan para mitigar el retroceso de los meses anteriores», destaca la entidad. En concreto, el acumulado de los últimos doce meses arroja una caída de las ventas del 21%.
En cuanto a los precios, detectaron un aumento de los mismos del 2,5% con respecto a abril y 29,4% interanual. Así, para no ser indigente una familia necesita $ 4.672 y, para no ser pobre, $ 8.744.

El combo recesivo que significa precios por el ascensor en medio de ventas por el tobogán no parece, por el momento, tener fecha de terminación.
Eso se desprende del “Panorama Económico” que mensualmente elabora el Centro de Almaceneros, Autoservicios y Comerciantes Minoristas de Córdoba, según el cual la Canasta Básica Alimentaria (CBA) inició el 2015 con un incremento de precios del 2,5% (38% contra enero de 2014) mientras que las ventas decayeron 1,8% en relación a diciembre y 23% en comparación con un año atrás.
De esta manera, el Centro de Almaceneros estima que una persona necesita $ 1.405,6 por mes para cubrir sus necesidades mínimas de alimentación ($ 46,85 diarios), lo que trasladado a una familia tipo lleva la línea de indigencia a $ 4.343,32 ($ 144,78 por día).
Si a esto se le suman algunos otros gastos básicos del hogar, como el consumo de servicios públicos y el pago de impuestos, una persona que no llega a $ 2.682,95 por mes ($ 89,43 diarios) puede considerarse pobre, mientras que para una familia el límite es de $ 8.290,30 ($ 276,34 por día).
En este contexto, los almaceneros alertaron sobre que los productos de consumo masivo son los que más subieron, como los lácteos entre un 7 y un 10%, y volvieron a advertir sobre el peligroso cambio de hábito que observan en la población. “Se incrementa notablemente el consumo de productos ‘rendidores’ y poco nutritivos, como aceite mezcla, papas, arroz, fideos secos, pan francés o yerba mate; y decrece el de productos esenciales de la canasta, como carne vacuna, aceite de girasol y yogures”, manifiesta el estudio.
Fiado al por mayor
Otro aspecto interesante del informe (que se puede ver completo aquí:) es que muestra un incremento fuerte de la compra con fiado (+12,2%) pero también de la morosidad en el pago del mismo (+18%) y de la incobrabilidad (+ 14,7%). La importancia de esto no es menor, ya que hoy en días las compras con fiado en los almacenes alcanza a una de cada cuatro ventas que realizan los mismos (24,8%), cuando hace un año la proporción era una de cada seis (17%).
El diagnóstico final de la entidad no es para nada alentador: “Con consumo retraído, sin políticas efectivas visibles y tendientes a reactivar seriamente la economía nacional, las perspectivas para el resto del año no son favorables”.

“Cierra el peor de los últimos doce años, en ventas del sector comercial minorista de almacenes y autoservicios. Un 23% promedio por debajo del año anterior – medido con una idéntica cantidad de clientes –que acude con menor frecuencia y adquiere menor cantidad de productos– hizo caer las fuentes laborales de numerosas personas y poner en jaque el ingreso de familias enteras, que dependen de una pequeña o mediana unidad comercial”.
Así de crudo es el primer párrafo del último Panorama Económico del 2014 elaborado por el Departamento de Estadísticas y Tendencias del Centro de Almaceneros, Autoservicios y Comerciantes Minoristas de Córdoba.
Si bien, como ocurrió con los datos de Fedecom, diciembre mostró para los almacenes un repunte de las ventas del 1,6% -“fenómeno impulsado por la ‘dosis’ extra de dinero en el bolsillo de los consumidores, producto de los aguinaldos y de los ‘bonos’ extraordinarios”, según los almaceneros–, el año finalizó con una caída de las ventas del 22,14%.
En ese marco, desde la entidad advierten sobre un fenómeno realmente preocupante: las familias están comprando menos alimentos básicos para nutrirse.
Según los almaceneros, el 73% de los productos que comercializan son “alimentos y bebidas”, y la mayoría de ellos son “alimentos básicos”. A esto hay que sumar que alrededor de la mitad de estas unidades comerciales están ubicadas en los barrios y sectores más humildes. Por eso, consideran “cuanto menos grave, el cambio obligado de la conducta alimentaria”, producto de la pérdida de poder adquisitivo.
“Resulta peligroso que el consumo de leche haya caído en promedio un 20 % respecto a 2013; tanto como que el consumo de los productos ‘llenadores’ y no nutritivos, se haya elevado de manera nefastamente compensatoria”, alerta el estudio.
En ese marco, los almacenes señalan que las cifras que difunden otras entidades, como el mencionado caso de Fedecom, sobre una una caída interanual de entre un 5% y 8% en las ventas minoristas, seguramente son reales pero “no permiten ver con prudencia el riesgo real que representa el marcado recorte de alimentos básicos en la canasta familiar”. Señala como ejemplo que seguramente en enero habrá muchos rubros vinculados al turismo que eleven las ventas o compensen la caída en comercialización de alimentos.
Hecho este diagnóstico, desde el Centro de Almaceneros no son optimistas para este año. “Las perspectivas para éste 2015 no resultan alentadoras; no se avizoran cambios quetiendan a recuperar el poder adquisitivo de los consumidores. Otra vez habrá que esperar que pase el receso de verano, los gastos de la canasta escolar y seguramente nuevas paritarias salariales, para proyectar de qué manera podrán sobrevivir las microempresas familiares”, resume el estudio.
Otros números que dejó el 2014, según los almaceneros:
– 42,3% de inflación en la canasta básica.
– $ 4.236 necesita una familia tipo para no ser indigente, a razón de $ 141,21 por día.
– $ 8.090 es el mínimo que debe tener una familia para no ser pobre ($ 269,67 diarios).
– 18,4% creció la compra a fiado.
– 16,2% aumentó la morosidad del fiado (pagos fuera del 1 al 10 de cada mes).
– 11,7% subió la incobrabilidad del fiado (gente que no paga pasados 60 días).
– 24,25% de las ventas en los almacenes se hacen con fiado.

El Panorama Económico mensual que elabora el Centro de Almaceneros, Autoservicios y Comerciantes Minoristas de Córdoba arrojó para octubre datos que dan cuenta de un deterioro más fuerte en el consumo, afectado por una suerte de “doble Nelson” implacable: fuerte crecimiento de los precios en medio de una baja pronunciada de las ventas.
De acuerdo a este informe que recopila 16.000 precios de 50 productos distribuidos en 320 comercios entre almacenes y grandes cadenas, la canasta básica alimentaria se elevó 2,77% el último mes, acumulando un 36,7% en lo que va del año y un 44,1% en relación a doce meses atrás.
A este ritmo, los almaceneros proyectan que los alimentos y bebidas cerrarán el año con una inflación del 47%.
En concreto, siempre de acuerdo a este relevamiento, una familia tipo necesita $ 4.000 pesos para no caer bajo la línea de la indigencia; es decir, es el monto mínimo que demanda para poder alimentarse. En tanto, la línea de pobreza se sitúa en los $ 7.726.
En cuanto a las ventas, el informe sostiene que cayeron 2,2% en octubre con respecto a septiembre y 24,3% en referencia con el mismo mes del año pasado.
En este marco, el Centro de Almaceneros advierte que “resultan de extrema gravedad los indicadores de nuestro análisis estadístico que señalan; por un lado, la merma del consumo de leche fluida en casi 23 puntos porcentuales respecto al año anterior y; por el otro, el incremento del consumo de pan en un 20% en el mismo periodo”.
“Su trascendencia se remite a que ambos son fuertes indicadores de tendencias de consumo, y en un paneo mas amplio debemos expresar que el consumo de otros lácteos, carne vacuna, frutas y verduras disminuyeron marcadamente, acrecentando como contrapartida el consumo de otros productos mas económicos como carne de pollo, arroz, fideos y yerba pero de un aporte nutricional considerablemente menor”, completa el estudio.

El Centro de Almaceneros, Autoservicios y Comerciantes Minoristas de Córdoba alertó que en julio volvieron a caer las ventas, alcanzando así el décimo mes consecutivo con retracción en el consumo.
“Aún cuando durante el pasado mes de julio debió impactar el primer sueldo anual complementario en el consumo y, supuestamente, con mayor impacto en el rubro alimentos, no sólo que esto no sucedió sino que, por el contrario, las ventas en almacenes y autoservicios disminuyeron 2,78%, convirtiéndose así julio en el décimo  mes consecutivo de caída en las ventas generales del sector”, precisó el documento enviado por la asociación.
En tanto, medida contra el mismo mes del año pasado, el retroceso llega al 26,4%.
Otro dato interesante es el incremento interanual del 16,3% en la morosidad de los clientes que piden comprar a fiado, que se eleva a 16,8% en el caso de los “incobrables”; es decir, los que tienen cuentas sin pagar de más de 60 días.
Inflación sin freno
El estudio que elabora el Centro de Almaceneros también hace mensualmente un cálculo de aumento de precios que, para el caso de julio, detectó una inflación de 2,27% en relación a junio, acumulando así un 28,1% en el año y un 43,9% contemplando los últimos doce meses.
De esta manera, la entidad asegura que una familia tipo necesita $ 3.683 para no ser indigente y $ 7.356 para no caer bajo la línea de la pobreza.
En este contexto, el Centro destacó la firma de un convenio para formar parte de la Red Comprar («Precios Cuidados para Almacenes»), pero señaló que “estas acciones representan sólo un alivio a una situación que amerita un análisis mucho más profundo de todos los sectores de la sociedad”.