Espíritus creativos, mentes inquietas, manos hábiles y sobre todo muchas ganas de darle vida a los distintos espacios de la casa. Soledad, Inés y Guadalupe nos abren sus puertas, nos reciben y nos cuentan cómo pensaron y armaron cada ambiente y cuáles son sus rincones preferidos. Imágenes que inspiran. By Magdalena Aliaga
Cuando la creatividad manda
Soledad logró la casa de sus sueños. Espaciosa, funcional, abierta, con grandes ventanales y donde predomina el blanco. Al juego de colores lo deja para los accesorios. Autodidacta para las manualidades, borda, pinta e interviene todo lo que pasa por sus manos. Tiene la virtud de ver las potencialidades de los objetos y transformarlos, ubicarlos en lugares estratégicos para darle vida a un espacio.
Dónde: Barrio cerrado en la zona sur de la ciudad.
La casa: De dos plantas con ambientes flexibles que se integran o aíslan en función de la necesidad.
Cuándo: Ella y su familia viven allí hace tres años.
Los ambientes y los objetos
Éxito: Reinventa cualquier cosa que encuentra, dándole una vida nueva y muy superior a la anterior.
Habilidad: Pinta con acrílicos, borda con lanas puras de oveja que trae del norte, tapiza banquetas, hace cuadros con fieltro, su especialidad son las mandalas.
Visión: Camina por la playa o visita una feria de artesanías y encuentra objetos que inmediatamente imagina cómo intervenir. Un claro ejemplo es la manta que tiene a los pies de su cama, la compró en la playa y le hizo las borlas.
Un lugar: El estar, es el lugar más vivido de la casa. Se destacan las serigrafías auténticas de Páez Vilaró que visten la pared principal. También una manta color ladrillo a la que le bordó un conjunto de flores de colores.
El gusto por la calidez y la armonía
Inés es contadora pero le gustan los detalles, los juegos de color y en sus ratos libres aprender distintas manualidades. Es inquieta y la motiva poner los muebles y objetos en movimiento, cambiarlos de lugar y vitalizarlos. La suma de elementos y la historia de los objetos hacen de cada ambiente un lugar cálido y con fortable.
Dónde: Zona sur de la ciudad.
La casa: De una planta. El proyecto original es colonial pero con una ampliación combinó y sumó lo moderno, estilos que cohabitan sincréticamente.
Cuándo: Ella y su familia viven allí hace 16 años.
Los ambientes y los objetos
Éxito: Volver acogedores los espacios con toques hechos por ella. Un almohadón bordado, una borla colgante que cruza el espejo del baño de visitas, entre otros detalles.
Habilidad: Pinta, borda, teje a crochet y con totora y todo lo nuevo que aprende lo incorpora a la decoración de su casa.
Un objeto: La valija rígida antigua de cuero herencia de una abuela que restauró y a la que le pintó un ramo de flores y que hoy usa como mesa de apoyo.
Lo moderno: El baño decorado en base a tonos lila y violeta.
La visión: Los dos bancos que unidos hacen de mesa ratona en la galería.
Lo inspirador: La reja antigua que apoyada sobre un árbol se viste con macetas con plantas y flores.
Lo elegido por OCIO: Una mesa antigua que ubicó en la galería y decoró con velones color turquesa y una bicicleta en miniatura de hierro.
Despojado, cuidado y funcional
Guadalupe quiso hacer junto a su marido una casa para congregar las dos familias compuestas por un gran número de integrantes. Como siempre, el desafío es mezclar estilos, evitando la pesadez de los muebles antiguos y la frialdad de lo moderno. Orgullosa de su logro, nos muestra sus secretos.
Dónde: Barrio cerrado en la zona norte.
Qué: Una casa de una planta donde todos los ambientes se conectan posibilitando ampliarlos o achicarlos de acuerdo a las necesidades.
Cuándo: La construyeron y viven allí hace un año.
Cómo lo fue logrando: Reciclando muebles heredados como el sofá (hoy turquesa) y la mesa isabelina. También con horas mirando las páginas de compra y venta de objetos usados.
La casa, los objetos y la vida en la casa
Lo más desafiante: Mirar una mesa de sastre vieja pintada en color negro en Mercado Libre y comprarla. La hizo restaurar y ubicó dos toritos del Pucará de Cusco enfrentados que le dan un toque original al espacio. Hoy es lo primero que mira quien entra a su casa.
Lo que la inspira: Traer objetos de los viajes.
Está aprendiendo: Carpintería. Está trabajando el proceso de encastre y consiguiendo las herramientas para desempeñarse con autonomía. Quiere hacer su propia mesa ratona del living.
Un objeto: La motoneta Vespa con pedales, una réplica a escala que hizo hacer. Sin dudas, el mayor atractivo para los sobrinos.
El jardín y las plantas: Conservó los árboles autóctonos, un algarrobo, un tala y un quebracho. Decora con hojas de gran tamaño distintos espacios del interior de la casa y con piñas la pileta.
Un toque: Combinar la gran mesa de madera del comedor con sillas Tolix, un clásico del diseño que ha sido utilizado en cafeterías y cocinas retro de todo el mundo, pero que va con multitud de estilos y tendencias decorativas. En la década de los 70 se utilizaban a menudo en fábricas y oficinas.
Lo elegido por OCIO: El musiquero antiguo que funciona como armario en el baño principal.