Para una mayoría de argentinos, al momento de conectarse a una red inalámbrica la protección al usuario es una molestia. Un estudio del fabricante de software de seguridad Avast afirma que un 68 por ciento prefiere las fuentes de Wi-Fi públicas y gratuitas, ya que casi nunca requieren registro o contraseña. Esto significa que se exponen a redes que pueden dañar su equipo.
La preferencia por una mayor comodidad no se acaba en la disyuntiva por cuál red elegir. Un 63 por ciento de los encuestados respondieron que nunca o solo algunas veces apagan el transmisor de Wi-Fi.
La exposición a redes desprotegidas, además, es una práctica casi cotidiana para muchos argentinos: 8 de cada 10 consultados acceden por lo menos una vez por mes a conexiones Wi-Fi públicas y abierta, y un 43 por ciento lo hacen diariamente o muchas veces por semana, según informa Infotechnology.
Sin embargo, hay una porción de usuarios que se preocupa por la seguridad de sus datos de acceso, como nombre y contraseña: un 38 por ciento teme que estos sean robados cuando utilizan redes abiertas, y a otro 18 por ciento le inquieta que pase lo mismo con sus fotos privadas, registros de chat y correo electrónico.
Por otra parte, solo un 14 por ciento de los encuestados reconoció tener miedo de que su información personal financiera sea robada, y nada más que un 4 por ciento mostró preocupación por la seguridad de sus correos electrónicos y documentos relacionados al trabajo. Esta sensación de tranquilidad se justifica en el “no tener nada qué ocultar”, que representa a más de un cuarto de los consultados.
El CEO de Avast, Vince Stekler, advirtió los riesgos que conlleva esta tendencia: “La mayoría de los argentinos no se dan cuenta de que toda su información personal disponible en los dispositivos móviles queda indefensa en las redes públicas si se utilizan sin protección”. Además, agregó que “estas conexiones crean un punto de acceso fácil para que los hackers ataquen a millones de usuarios día a día”.
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