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Quién es Gastón Defagot, el empresario candidato a presidente de Instituto

Aunque reniegue de serlo por su culto al bajo perfil, Gastón Defagot (socio y director de Corblock) es uno de los exponentes de dicha recuperación. «A decir verdad tengo un bajo perfil porque no me gusta aparecer mucho, confío más en el trabajo en equipo. Eso nos ha llevado a ser lo que hoy somos», le confesó en 2015 Defagot a Punto a Punto. Hoy el empresario corre con ventaja para convertirse en el presidente del Instituto Atlético Central Córdoba por la lista «Agrupación Centenario».
Cuando en 2001 la familia Defagot junto al contador Raúl Freytes deciden entrar en el negocio, Corblock no era ni el 10% de lo que hoy representa. «La única experiencia que teníamos era por los antecedentes de mi padre, que era proveedor de máquinas viales para el rubro de la construcción», recuerda. «Tomamos como política que todas las utilidades debían ser reinvertidas. Fue la única forma de crecer y lo hemos hecho en la última década», agrega Defagot. Hoy la compañía les da trabajo a más de 160 familias y posee una capacidad de producción superior a los 1,8 millones de bloques por mes. Además, ejecuta una inversión de $ 25 millones para potenciar Corcepret.
Fana de «La Gloria», Defagot exhibe con orgullo todas y cada una de las camisetas que han tenido a Corblock como sponsor oficial del club de Alta Córdoba, retratado en esta imagen por Fino Pizarro. «En realidad es un regalo para mi padre por ser la Gloria el club de sus amores», confiesa Defagot.
Pensando en su fututo, Defagot se encuentra convencido de que hasta 2020 «continuaremos en el camino de la profesionalización de la compañía, aumetando la capacidad instalada en Córdoba y Buenos Aires y ampliando la presencia en los recientes adoquines».
La empresa, protagonista en su rubro
Instalada en Malagueño desde 1971, Corblock ha logrado posicionarse como una de las fábricas más importantes en el rubro de premoldeados (Corceblock) y pretensados (Corcepret) de hormigón.
Para llegar a serlo tuvo que atravesar varias tormentas, incluso estar a punto de la desaparición luego de la fusión entre Corcemar y la suiza Holcim a finales de la década del ’90. En 2001 cayó en manos de sus actuales socios (Familia Defagot junto al contador Raúl Freytes) quienes en los últimos 10 años llevan invertidos casi US$ 20 millones en las plantas de Córdoba y Buenos Aires, algo que les permitió alcanzar una capacidad instalada de 1,8 millones de bloques de hormigón por mes, la más importante del país.
El 100% de lo que produce Corblock en Malagueño y San Pedro ya lo tiene vendido. «Nos enfocamos en la venta a distribuidores», agrega Defagot, sobre los acuerdos comerciales con jugadores de la talla de Easy, Ferrocons, Sánchez Martínez y Merlino, por mencionar a algunos.
El crecimiento experimentado en la última década no fue producto de un hecho fortuito, sino que lograron acompañar el crecimiento del rubro “construcción” entre los años 2007 a 2011. «Es cierto que desde hace dos años la actividad se estancó un poco, pero aprovechamos ese período para reinvertir utilidades y estar preparados para cuando el sector repunte», sentenció Alejandro Romero, gerente de RRII de Corblock.
Foto: Fino Pizarro.
 

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