A días de concluir el primer trimestre del año ya es posible comenzar a analizar cómo se está comportando la evolución de los valores de los alquileres. En ese sentido, y como ya se hizo en años anteriores, los ejecutivos especializados de Sergio Villella Bienes Inmuebles aportaron datos para referenciar lo que pasa en barrios de Córdoba y Rosario.
Una de las primeras conclusiones al respecto es que si se toma a un barrio referente de nuestra ciudad, como Nueva Córdoba, y a otro emblemático de Rosario como su centro, se detecta que los valores de las unidades usadas están equilibrados.
Un departamento usado de un dormitorio en Nueva Córdoba está en una franja de precios de $2.600 a $3.000, mientras que en Rosario parten de los $2.800 a los $3.200. Los departamentos usados de dos dormitorios tienen un piso más alto en Córdoba ($4.500) pero llegan en ambos casos a los $5.000.
La diferencia de precios a favor de Córdoba es más notoria cuando se comparan las unidades de los barrios periféricos al centro de cada ciudad. Por ejemplo, alquilar una unidad de un departamento en barrio General Paz de Córdoba cuesta desde $2.000, contra los $2.500 que sale en barrio Echesortu o $2.800 en Macro Centro Sur en Rosario.
“Techos” más altos en Rosario
Un dato relevante en el segmento de las unidades nuevas es que, en líneas generales, los departamentos en Córdoba y Rosario parten de una misma franja de valores. En torno a los $3.000, en el caso de las unidades de 1 dormitorio y promediando los $5.000 para los de 2. Sin embargo, hay una notable “expansión”, en el techo de los precios en Rosario, donde en los últimos años se ha consolidado un portfolio de oferta de unidades de alta gama.
Así, por ejemplo, en el centro de Rosario, un departamento nuevo de un dormitorio puede requerir una erogación de hasta $6.000 para su alquiler. En esa línea, por una unidad nueva de 2 dormitorios (con vista al río, por ejemplo) es posible pagar hasta $10.000.
“Los edificios en primera línea con vista al río tienen una fuerte demanda por parte de un sector empresario joven, puntualmente, en el caso de los departamentos monoambientes y de 1 dormitorio y de 2 dormitorios en el caso de parejas de alcance económico muy bueno”, subrayó Pablo Cariolo, de la sucursal Rosario de Sergio Villella Bienes Inmuebles.
Que tenga gas, por favor
Aunque no debería ser algo normal, en los últimos años se sumó una nueva variable a la hora de elegir un inmueble para alquiler: la provisión de gas. Con la saturación en las redes y la lenta aprobación de nuevas instalaciones la posibilidad de conseguir un departamento con gas se está convirtiendo en algo complejo. “Los amenities y ubicaciones, ya no son los únicos factores de relevancia que tienen los inquilinos a la hora de alquilar, sino también la posibilidad de acceder al servicio de “gas natural”, algo impensado años atrás. Durante este último tiempo, son cada vez más los departamentos que se ofrecen con “gas envasado” o artefactos eléctricos”, como alternativa a la falta del servicio. Esto no influye sobre el valor de la renta, pero si condiciona el proceso comercial”, señaló Fernando Tamame, del área de Alquileres de Sergio Villella.
Clientes más informados y decididos
Un aspecto que resaltan desde las oficinas en Córdoba de Sergio Villella es que en la temporada anterior (2013/2014) las consultas habían comenzado con una mayor antelación, demostrando un grado de mayor previsión por parte de los interesados. “En cambio, en este período hemos notado un grado de “mayor precisión” con respecto a la búsqueda con clientes mucho más informados y seguros del lugar dónde quieren vivir. Seguramente, este cambio en la demanda está producido por el giro a una oferta online de alquileres con motores de búsqueda en páginas web, facebook, clasificados web, entre otros, donde los clientes tienen la posibilidad de acceder a las características generales del inmueble, ver fotografías y generar un contacto previo con nuestros asesores, un gran beneficio para todas aquellas familias que envían a sus hijos a estudiar a Córdoba”, subrayó Tamame.
En ambas ciudades las condiciones de contratación siguen manteniendo un 30% de incremento anual como ajuste por inflación en el precio, entre el primer y segundo año de contrato.