Desde el 1 de febrero, la empresa Volkswagen (VW) dispuso suspender en forma rotativa a 170 trabajadores por semana de su complejo industrial de producción de transmisiones ubicado la ciudad de Córdoba.
La medida afecta a dos de las plantas (MQ 200 A y B) cuyas cajas de cambio tienen a Brasil -sumido en una crisis económica de la cual no puede salir- como el principal comprador. Ambas destinan 85% de su producción a abastecer las terminales brasileñas en Curitiba, Anchieta y Taubaté.
Además de la caída en las ventas que muestra el mercado brasileño (con el consecuente impacto en los envíos de autos argentinos), la merma en la producción parece no encontrar el piso.
Durante el año pasado, Brasil produjo alrededor de 2,4 millones de vehículos cero kilómetros: 22% menos que en 2014, cuando fabricó 3,1 millones. El volumen es menos de la mitad de su capacidad instalada, que ronda los cinco millones de unidades.
Este menor nivel de actividad que tienen las terminales reduce las compras de piezas y componentes; en el caso de VW, las cajas de cambio. Se estima que alrededor del 30% de los casi 130 mil trabajadores que ocupa la industria automotriz brasileña están con algún tipo de licencia.
“Estamos buscando nuevos mercados, tanto para nuestros modelos que fabricamos en Pacheco como para las cajas que hacemos en Córdoba”, sostuvo Pablo Di Si, CEO de Volkswagen Argentina.
Con una producción de 770.000 cajas de velocidades durante el año pasado, el establecimiento de VW es proveedor mundial de la marca. Alrededor del 9% de los autos que la automotriz fabrica a nivel mundial (8,8 millones de unidades) están equipados con transmisiones cordobesas.
El año pasado, China adquirió 100.000 cajas producidas en la planta local MQ 250. La contracción que mostró Brasil durante 2015 ya había provocado suspensiones en el establecimiento de VW. En sus tres plantas trabajan 1.780 personas.
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