“Las turbulencias cambiarias no se explican sólo por la incertidumbre electoral” titula el economista Gustavo Reyes, del IERAL de Fundación Mediterránea, un documento que aparece en el informe de coyuntura semanal de la entidad.
En concreto, Reyes describe seis elementos de la macroeconomía, tanto externos como internos, que influyen en que la brecha entre el “dólar blue” y el “oficial” pasara de 40% a 60% apenas en un par de semanas, luego de varios meses de quietud.
«Desde algunos sectores se ha identificado a estas turbulencias como un fenómeno natural dada la proximidad de las elecciones presidenciales y la incertidumbre que ello genera. Más allá de la validez de este argumento y de la mejora de algunos indicadores macroeconómicos en los últimos tiempos (desaceleración de la inflación y leve recuperación del nivel de actividad) la economía argentina está inmersa en una gran inestabilidad macroeconómica y por lo tanto, este tipo de turbulencias no debería resultar sorpresivas”, manifiesta Reyes que luego enumera los factores complicados de la coyuntura:
1) Escenario mundial y fortaleza del dólar
Luego de una pequeña pausa a raíz del mal primer trimestre que tuvo la economía de USA, las especulaciones que la Reserva Federal aumentará las tasas de interés de corto plazo son cada vez más altas y con ellas también creció la fortaleza del dólar en el mundo y la depreciación de muchas de las monedas frente a la divisa americana. De esta forma, el promedio de las monedas de Australia, el Euro, Gran Bretaña, Japón, Brasil Nueva Zelanda y Chile se ha depreciado frente al dólar aproximadamente un 18% nominal en el último año. En nuestro país este mismo cálculo ha alcanzado solamente un 11%. Es decir, en Argentina a pesar de tener niveles de inflación sustancialmente más altos que en la mayoría de los países, el peso en su versión oficial se ha devaluado frente al dólar mucho menos que las monedas de varios países. Esta situación alimenta positivamente las expectativas de devaluación futuras y no resulta compatible con una brecha cambiaria declinante como el mercado cambiario mostraba hasta algunos meses atrás.
2) Términos de Intercambio y Cuentas Externas de Argentina
En Argentina necesitamos exportar cada vez más cantidad de productos para comprar las mismas importaciones que antes. La caída en los precios externos, junto con la desaceleración en el crecimiento de China, la recesión en Brasil y obviamente el fuerte atraso del tipo de cambio oficial, han reducido muy fuertemente el superávit del Balance Comercial en Argentina (diferencia entre exportaciones e importaciones) llevándolo a niveles muy bajos para el presente año.
3) Fallo Organismo Mundial de Comercio
En el último mes un fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) obliga al gobierno argentino a partir del próximo año a eliminar el sistema de Declaración Jurada Anticipada de Importaciones (DJAI). Estas restricciones a las importaciones en nuestro país han sido muy importantes en los últimos años y si bien, por un lado han afectado negativamente el desarrollo de la actividad económica, por otro lado, han cumplido el objetivo de frenar en parte el drenaje de dólares (el atraso cambiario vuelve muy baratas a las importaciones) hacia el resto del mundo. El cumplimiento de nuevo fallo de la OMC (eliminación de este tipo de restricciones a las importaciones) bajo el actual atraso cambiario, se traduciría en un empeoramiento aún mayor de las cuentas externas explicado anteriormente. Simples cálculos muestran que el pequeño superávit esperado para 2015 en la Balanza Comercial ($ 812 millones) podría transformarse en un déficit de u$s 3.000 millones en caso de eliminar las restricciones actuales. 9 Cuentas Fiscales y
4) Cambio en la Política del BCRA
Las cuentas fiscales en los últimos meses continuaron deteriorándose y sus desequilibrios siguieron siendo financiados principalmente por el BCRA. La novedad respecto de este tema es el cambio en la política monetaria de la autoridad monetaria. Hasta hace algunos meses, buena parte de la emisión monetaria destinada a financiar los desequilibrios fiscales era rescatada (esterilizada) a través del endeudamiento del Banco Central (emisión de Lebacs) de forma tal de evitar el exceso de pesos en el mercado. Ahora ya no y la mayor emisión monetaria volvió a generar excedentes de pesos en el mercado y terminó nuevamente presionando a los mercados cambiarios.
5) Nuevo Fallo de Griesa
También a mediados de julio se conoció un nuevo fallo del Juez Griesa a favor del los fondos NML Capital y Aurelius (“Fondos Buitres”) por el cual podrían bloquearse futuras emisiones y pagos del Bono Bonar 2024. Esta nueva restricción de financiamiento para nuestro país sumado a las dificultades que el BCRA ha tenido para aumentar sus reservas en dólares más allá de los préstamos de China, alimentan nuevamente la hipótesis de que el pago en octubre del Boden 2015 (u$s 5.700) podría ser realizado con importantes pérdidas en las reservas debilitando a la entidad monetaria.
6) Desaceleración de Plazos Fijos
Otro de los factores que ha influido sobre el exceso de pesos en el mercado es la dinámica de los plazos fijos en moneda nacional. En los meses de abril y mayo, éstos últimos crecían muy por encima de la emisión monetaria indicando que gran parte de los mayores pesos emitidos por la autoridad monetaria se destinaban a este tipo de ahorro. En los últimos dos meses, la situación cambió completamente ya que por un lado la emisión monetaria se aceleró notablemente y los plazos fijos desaceleraron su expansión, lo cual permitiría inferir que ahora sólo una pequeña parte de los pesos emitidos por el BCRA se destinan a este tipo de inversiones y buena parte del resto podría terminar presionando el mercado cambiario. Probablemente el análisis de esta dinámica, llevó a las autoridades del BCRA en la última semana a elevar las tasas de plazos fijos en pesos de forma tal de volverlos más atractivos y poder revertir la dinámica de los últimos meses.
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