(DyN) – El canciller Héctor Timerman expresó el «profundo malestar» del Gobierno al encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos, Kevin Sullivan, por haber dicho que era «importante» para la Argentina «salir del default».
A través de un comunicado, el Palacio San Martín puntualizó que Timerman hizo saber el «enérgico rechazo del Gobierno argentino por las impropias declaraciones» del diplomático y le advirtió que «de repetirse este tipo de intromisiones en los asuntos internos de la República Argentina se adoptarán las más severas medidas estipuladas en la Convención de Viena sobre la conducta de los representantes diplomáticos».
Durante el encuentro, Sullivan escuchó de Timerman que «la Argentina ha honrado todos sus compromisos en tiempo y forma en las condiciones que lo ha acordado en el 2005 y el 2010 y lo seguirá haciendo».
Además, recordó que «el propio gobierno norteamericano conoce las consecuencias perversas de la sentencia del juez (de Nueva York, Thomas) Griesa, tal como expresó en abril de 2012 en su presentación como amicus curiae de la República Argentina, cuando sostuvo que ‘la interpretación de la cláusula pari passu puede permitir que un solo acreedor frustre la implementación de un plan de reestructuración con apoyo internacional'».
«La Argentina no tiene deudas en cesación de pagos con Estados Unidos ni con ningún otro país. Muy por el contrario, con fecha 30 de julio del corriente año el país ha erogado el primer vencimiento del acuerdo firmado con los países miembro del Club de París por un importe de 642 millones de dólares», precisó el jefe de la diplomacia nacional a Sullivan, máxima autoridad de la Embajada estadounidense mientras no se designe al sucesor de Vilma Martínez.
Según transmitió el gobierno nacional, los dichos de Sullivan «sobre un supuesto default no tienen ningún asidero fáctico, sino que coinciden con la postura de los fondos buitre en contraposición con los intereses del 92.4% de los acreedores que han aceptado la reestructuración de la deuda».
«El diplomático parece ignorar la Ley 26.984 del Pago Soberano Local de la Deuda Exterior de la República Argentina aprobada por el Parlamento argentino en la cual se contempla el pago al 100% de los acreedores. Dicha ley debió ser sancionada para subsanar la situación creada por la incumplible sentencia de un juez de Nueva York que impide el cobro a los acreedores que aceptaron los canjes realizados en el 2005 y 2010», agregó Timerman según reprodujo la Cancillería.
Sullivan había dicho: «Es importante que la Argentina salga del default lo antes posible para poder retornar a la senda del crecimiento económico sustentable y atraer la inversión que necesita».
En ese marco, Timerman expresó que «la Argentina deplora que Estados Unidos no haya aceptado dirimir las responsabilidades de su Estado por el daño ocasionado por su Poder Judicial ante la Corte Internacional de Justicia de las Naciones Unidas, donde jueces independientes hubieran resuelto la cuestión aplicando criterios legales, equitativos y justos».
Asimismo, lamentó que «Estados Unidos no se haya unido al amplio consenso logrado en las Naciones Unidas sobre la necesidad de establecer un Marco Legal Regulatorio para la Reestructuración de Deudas Soberanas» y deploró que «durante las negociaciones no haya tenido una actitud cooperativa».
Más temprano, en la Casa Rosada, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, había cuestionado las palabras del funcionario de Barack Obama como «incorrectas, inapropiadas y desafortunadas», por lo que constituían una «injerencia indebida en la soberanía del país».
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